La muestra reúne generaciones de artistas marcadas por el endurecimiento del debate sobre cuestiones raciales en Brasil y toda América. Y también, recientemente, por el cruce con discusiones de identidades de género y de transgénero.
Zózimo Bulbul, film Alma no Olho, con fotografía de José Antonio Ventura, exhibida como videoinstalación en la exposición Ahora somos todxs negrxs?, curadoría de Daniel Lima, Videobrasil, São Paulo, 2017. Foto de la instalación: Pedro Napolitano Prata.
Moisés Patrício, Aceita?. Exposición Somos todxs negrxs?, Videobrasil, São Paulo, 2017.
Rosana Paulino, Tecido social. Exposición Somos todxs negrxs?, Videobrasil, São Paulo, 2017.
Panorama de Galpão Videobrasil. Exposición Somos todxs negrxs?, São Paulo, 2017.
Podríamos decir que, en la historia del arte contemporáneo brasileño, casi todas las exposiciones se autodenominan tácitamente “siempre hemos sido todos blancos”, porque la presencia negra en el mundo del arte contemporáneo siempre ha constituido una excepción. La muestra “¿Ahora somos todxs negrxs?” reúne diferentes generaciones de artistas visuales negros brasileños: Ana Lira, Ayrson Heráclito, Dalton Paula, Eustáquio Neves, Frente 3 De Fevereiro, Jaime Lauriano, Jota Mombaça, Luiz De Abreu, Moisés Patrício, Musa Michelle Mattiuzzi, Paulo Nazareth, Rosana Paulino, Sidney Amaral y Zózimo Bulbul.
La frase que da título a la muestra figura en el artículo 14 de la Constitución Haitiana de 1805: “Todos los ciudadanos, de aquí en adelante, será conocidos por la denominación genérica de negros”. Una constitución que nace de la única revuelta de esclavos en todo el mundo colonial que tomó el poder. Una revolución que trae a la memoria la resistencia de los quilombos. Haití sería la única nación en toda América que tuvo negros en el poder y la única sociedad que realizó los ideales de la Revolución Francesa: igualdad, libertad y fraternidad. La primera nación americana que abolió la esclavitud, mientras que Brasil entró en la historia como el último país que abandonó el uso de mano de obra esclava.
Moisés Patrício, Aceita? Exposición Somos todxs negrxs?, Videobrasil, São Paulo, 2017.
El proceso de independencia haitiano transcurrió de 1791 a 1804, en lucha contra las tropas de Napoleón (en plena expansión de su imperio). Por su rebeldía y la amenaza que significaba para el régimen colonial y esclavista, Haití fue aislado política y económicamente. Hasta hace apenas unas décadas continuaba pagando una deuda con Francia por su independencia. Sometida al poder militar norteamericano, la isla, en el “patio trasero” de Estados Unidos, varias veces a lo largo del siglo XX fue el blanco de los marines. Un país prácticamente excluido del capitalismo financiero, pero dentro del juego geopolítico del control militar. En la actualidad, a través de la misión de paz de la ONU, los Estados Unidos, Brasil, Francia, Canadá y la Unión Europea ocupan militarmente Haití para “garantizar su estabilidad política”. Brasil hizo de Haití su laboratorio de ocupación militar de favelas y utilizó esa tecnología de control en la toma del Complexo do Alemão en Río de Janeiro.
Artículo 14 de la Constitución Haitiana: una concepción visionaria que en los tiempos actuales aporta modos de unificar la fragmentada lucha de todos los minorizados, que son constante y sistemáticamente excluidos del mundo hegemónico blanco y colonizador. En un mundo donde la mayoría de los individuos está sometida a la precarización de la vida, unámonos: mujeres, mestizos, negros, nordestinos, indígenas, transgéneros, ¡unámonos! ¡Unámonos, cabecitas negras! ¡Ahora somos todxs negrxs!
Pero el título de la muestra, con su signo de interrogación, abre también una negación: “No, no somos todos negros”. ¿Han comprendido las instituciones que los traumas de la colonización existen? ¿Han comprendido la falacia del discurso de la democracia racial? ¡No somos todxs negrxs! Los negros seguimos siendo el objeto preferido de la violencia, el silenciamiento y la exclusión. No, no somos todxs. Esta es una lucha por la supervivencia.
¡Todxs Negrxs! Es imposible pensar la cuestión negra sin considerar la cuestión del género. Y la cuestión del transgénero. Pues, al final, el racismo muestra su cara más perversa en esas “minorizaciones”. Es imposible pensar una alianza y una idea de una resistencia contra un mundo patriarcal, blanco, eurocéntrico sin tener en cuenta la perspectiva femenina y la perspectiva no binaria, sin tener en cuenta la amplitud del sistema identitario. Aquí, la “x” es un recurso de actualización de esa pregunta. Una forma de traer la pregunta a la época contemporánea para que resuene en nuestros propios modos de transformar la lengua colonizada y colonizadora.
Los brasileños tuvimos la esclavitud más grande del planeta. Somos un país que por primera vez, en la última década, se reconoció como una mayoría de mestizxs y negrxs. Una mayoría que se reconoce a sí misma como afrobrasileñx. La muestra propone, en consecuencia, una mirada a los dispositivos de poder por los que sentimos en nuestra piel el racismo estructural de nuestra sociedad. Y para estos dispositivos creamos un contraataque de intervenciones micropolíticas. Denuncias y anuncios. Visiones del mundo que sólo una trama de artistas negros puede ofrecer.
Daniel Lima, curador de la exposición AGORA SOMOS TODXS NEGRXS?, es artista, investigador y editor. Desde 2001 crea intervenciones e interferencias en el espacio urbano. Cercano a los trabajos colectivos, desarrolla investigaciones relacionadas con los medios, cuestiones raciales y procesos educativos. Miembro fundador del colectivo A Revolução Não Será Televisionada, Política do Impossível y del Frente 3 de Fevereiro, dirige la editorial y productora Invisíveis Produções.
Traducido del portugués por Nicolás Gelormini.