Cuerpo cotidiano: afectividad, violencia y libertad expresiva

Joven artista nacido en São Paulo, su obra comenzó a surgir en la escena del arte contemporáneo afrobrasileño hace poco más de una década. Sidney Amaral, muerto a los cuarenta y cuatro años, ha deja un legado para la historia de ese segmento del arte brasileño pero también aportes al conjunto del arte contemporáneo, arte para el cual pocos años atrás los artistas negros no existían. (1) Más allá de su abordaje singular de la temática étnico-racial, Amaral consideró muchos otras cuestiones que animaron su producción. De esta forma recorrió “muchos caminos” y su repertorio técnico-expresivo abarca instalaciones, apropiaciones, esculturas en bronce, mármol y otros materiales, pintura al óleo, acuarela y dibujos. (2)

Sus trabajos comenzaron a despertar el interés de los coleccionistas, fueron adquiridos por instituciones públicas (3) y continúan atrayendo a un público negro por los temas presentes en su poética crítica. Eso ocurre, por ejemplo, cuando aborda la afectividad del hombre negro. En este punto resultan elocuentes las acuarelas Enfim encontrei você! (As afinidades eletivas) (2014); los estudios de Imolação (2009/2014); Banzo ou a anatomia de um homem só (2014); Bem me quer mal me quer (2012). Asimismo, sus bronces coloreados con pintura electrostática representan esos sentimientos, por ejemplo, Trauma (2014), en el cual la sangre que ha dejado de salir es una metáfora de la angustia que retorna del pasado para ensombrecer el presente. El dolor jamás se calma. (4) En Entre iguais (Todo Amor Humano) (2014), Amaral propone la unión de dos corazones, lo que sugiere un metabolismo propio de la experiencia amorosa. Esos y otros trabajos piensan el cuerpo de manera diversa, dibujan un trayecto que trasciende el racismo estructural de la sociedad brasileña, da forma a determinados afectos y se extiende con notable libertad conceptual cuando el artista recurre a mecanismos surrealistas cortando el cuerpo en muchas partes. Este gesto da origen a obras como Complacência (2014), en la cual manos de mármol y resina expresan emociones opuestas, pero conviven, o No limite do possível (2015), en la que un dedo de mármol de carrara lleva una alianza de espinas de bronce y así se apunta a la ambigüedad del enlace matrimonial.

En los dos últimos años de vida del artista, su obra llegó a grandes exposiciones y entró en archivos públicos y privados (5) La exposición individual O banzo, o amor e a cozinha de casa, curada por Claudinei Roberto Silva, ganó el extinto Premio Funarte de Arte Negra, del Ministerio de Cultura. (6) Los tres temas del título de la muestra son herramientas seguras para una incursión crítica en su multifacética poética. Entre 2003 y 2006, el gobierno federal del Partido de los Trabajadores fue el que mejor respondió a las demandas de los diversos movimientos sociales negros que, a lo largo del siglo XX, venían luchando por la integración de este segmento de la sociedad brasileña. (7) En la retrospectiva arriba citada, fue posible constatar la diversidad de las propuestas del artista y de los medios técnicos que emplea. Amaral profundizó su conocimiento en cada uno de esos medios y encontró el punto preciso entre el tema y su tratamiento material. Curiosamente, no usó la fotografía ni el video, pero algunas imágenes fotográficas de los siglos XIX y XX están presentes en obras como Incômodo (2014). Atento al momento actual, transformó una escena de la película Cristo Rey (8) en una obra, Mãe Preta, ou fúria de Iansã (2014), una tela de 220×140 cm. Una mujer armada con un cuchillo está lista para cortar el cuello de un policía que, con manos ensangrentadas, apunta el revólver a la cabeza de su hijo, que aparece arrodillado en la parte inferior del cuadro. En lugar de dibujar la calle de una favela de una isla caribeña, Amaral distribuye por toda la tela el color negro que acentúa la tensión entre Estado y sociedad civil. Ante la situación, la madre no ve otra salida que tomar un cuchillo, objeto doméstico usado como herramienta de guerra. (9) El tema de la muerte del joven negro o de las condiciones que llevan a esa realidad dramática aparece en otros de sus trabajos, como Imolação (2009/2014). (10) Desde que abolió jurídicamente la esclavitud, Brasil verdaderamente aborrece hablar de su racismo. Esa es un actitud deliberada y el modo en que las élites y las capas medias vienen lidiando con un problema que ellos prefieren pensar que no existe. (11)

Aunque la temática racial aparezca en su producción como una constante, sería un abordaje estrecho considerar la obra de Amaral sólo desde ese ángulo. Es necesario prestar atención a su refinado sentido de la composición y el montaje a partir de elementos cotidianos como muñecas, objetos cortantes, globos, chancletas, elementos de higiene personal, espacios domésticos. (12) Obras como Gravidade (2011) y Família (2012) se vuelcan al formalismo conceptual, y lo mismo ocurre en Probabilidade (2009) o Fecundação (2012), lo que nos permite pensar sobre la libertad crítico-expresiva del artista negro.

Sidney Amaral fue un artista plural, porque además de interesarse por diferentes temas y técnicas, mantuvo su actividad como profesor de escuela pública. Siempre decidió ser el que fue. Su muerte interrumpe una carrera vigorosa y fértil que, sin embargo, ha de continuar sin él. El reconocimiento que ha obtenido, todavía tímido, deja una lección al arte brasileño, que pese al desmontaje de la democracia, muestra poca preocupación política y social.

Alexandre Araujo Bispo es antropólogo, crítico, curador independiente y docente.

Traducción del portugués: Nicolás Gelormini