Con el 51% de los votos, Luiz Inácio Lula da Silva será de nuevo presidente de Brasil a partir de 2023. Después de los cuatro años de la presidencia de extrema derecha de Jair Bolsonaro, que descuidó las artes y la cultura, la esperanza entre artistas y productores es unánime, sobre todo en relación con el restablecimiento del Ministerio de Cultura.
Lula con su esposa Janja, el vicepresidente Geraldo Alckmin y su esposa Lu. Foto: Ricardo Stuckert
El resultado de una de las disputas más encarnizadas y polarizadas en la historia de Brasil trajo alivio al campo progresista. Tras haber enfrentado al gobierno de Bolsonaro, que promovió la violencia e ignoró al sector cultural, y haber presenciado el desmantelamiento de los instrumentos de estímulo a la producción cultural, los brasileros ven en la elección del ex presidente Lula da Silva una posibilidad de salvación.
Conocido el resultado de las urnas, C&AL conversó con artistas y productores para saber sus expectativas respecto al nuevo Brasil, que comenzará en enero de 2023.
Voz para las multiplicidades culturales de Brasil “La elección de Lula reestablece la esperanza. Su discurso posterior a la victoria mostró que él sigue siendo un presidente consciente de la importancia de la educación, de la lucha contra el racismo y el hambre, de la inclusión de minorías, de la preservación del medio ambiente y del acceso a la cultura para todo el pueblo brasilero. Es mucho lo que debe ser reconstruido después de un golpe y cuatro años de una administración desastrosa. Lo que yo espero del gobierno de Lula es que retome la demarcación de las tierras indígenas y la titulación de territorios quilombolas, que vuelva a valorizar la agricultura familiar, que nos devuelva un Ministerio de Cultura, ya que con las últimas administraciones el ministerio dejó de existir. La industria cultural emplea a mucha gente y ese trabajador de la cultura debe ser respetado y tratado con dignidad como cualquier otro. Es importante que tengamos acceso a la producción cultural de ese Brasil, que es un país diverso, y es importante que toda esa diversidad tenga su voz. Tengo la esperanza de que volvamos a valorizar los Puntos de Cultura y otras estrategias de distribución de fondos, para que esto no queden concentrados siempre en las mismas manos. Vamos a ver qué tiene para producir ese Brasil tan grande y diverso, un país formado por tantos mundos a los que se les negaron tantos derechos e impusieron tantas violencias, pero que ahora finalmente vuelve a tener esperanza”. Aline Baiana, artista plástica
Celebración en la Avenida Paulista. Foto: Ricardo Stuckert
"La cultura debe volver a ser una política de Estado", Ana Lira
Cultura y arte como caminos para la justicia social “Siento que dimos el primer paso al lograr interrumpir el ciclo de este gobierno violento en todas sus esferas. Mi perspectiva, en este momento, es muy realista. Es refundar las secretarías, los ministerios y las conexiones que pueden restablecer lazos saludables con los sectores culturales y artísticos y desarrollar un plan de cuatros años para ir reconstruyendo el sector poco a poco. Es fundamental recordar que los sectores culturales y artísticos, en Brasil, son responsables tanto de acciones de justicia social como de educación, medioambiente, salud y desarrollo. El circuito cultural emplea a muchas personas en las más diversas actividades y es pilar del desarrollo económico de muchas comunidades, barrios y ciudades de Brasil. La cultura debe volver a ser una política de Estado porque es a partir de acciones culturales que se articulan el sostenimiento de la educación, la salud, la seguridad alimentaria, el cuidado del medio ambiente y el trabajo de mucha gente. Todo eso debe ser tomado en serio de nuevo”. Ana Lira, fotógrafa, artista visual, investigadora y especialista en Teoría y Crítica de la Cultura
Producción simbólica, difusión de los bienes culturales y el fomento de prácticas críticas y reflexivas “Gran parte de las políticas culturales efectivas que tuvimos en Brasil se construyeron en los gobiernos de Lula y Dilma, entre 2003 y 2016. A través de la escucha de la sociedad civil se pudieron elaborar acciones para toda la cadena de las artes visuales. En los últimos cuatro años, vivimos un retroceso completo en toda la política de apoyo a las artes. El desmantelamiento del ministerio y de las leyes de incentivo han producido un verdadero exterminio en el campo de la cultura. Por eso creemos que con el gobierno de Lula se retomarán las políticas anteriores. Esperamos que se retomen esas políticas culturales a través de una acción eficiente materializada por la presencia del Ministerio de Cultura.” Ayrson Heráclito, artista visual, curador y docente
Lula con bailarines de frevo en un encuentro con la cultura en Pernambuco. Foto: Ricardo Stuckert
Estímulo para seguir creando y luchando “Del gobierno espero que se le vuelva a dar esperanza y perspectiva a todo el sector de la cultura. Sé que todavía tenemos mucho que conquistar y que debemos seguir siendo firmes para que nuestro sector se consolide más. Pero es fundamental tener esa perspectiva para poder volver a soñar con días mejores que, imagino, mucha gente vivió en el arte; yo, por ejemplo, y una gran cantidad de artistas jóvenes que aparecieron en los últimos años en los lenguajes más diversos, nunca vivimos de modo activo esos períodos de esperanza. Estar aquí ahora y poder soñar con nuestro trabajo es, ciertamente, un estímulo para seguir creando y luchando”. Mulambo, artista plástico
Esperanza de que se reimpulse el sector de forma fluida y tranquila “Esta victoria del presidente electo Lula tiene una importancia sin precedentes tanto para la cultura como para las agendas raciales. Los últimos seis años realmente fueron de destrucción y desmantelamiento de instituciones culturales muy arraigadas en nuestro país, como el Ministerio de Cultura, la Secretaría del Audiovisual, la Funarte y la Fundación Cultural Palmares, instituciones imprescindibles para poder realizar proyectos e investigaciones tanto en el sector audiovisual como en el teatro, en el cine, la danza y las artes plásticas. Los últimos seis años, infelizmente, prácticamente no tuvimos ningún acceso a convocatorias públicas o leyes de fomento que hicieran posible patrocinios y subsidios para proyectos culturales, con lo que nuestro país se empobreció en ese aspecto y muchos profesionales de la cultura pasaron hambre, literalmente, dejaron de trabajar. Pienso que ahora, con este nuevo gobierno de Lula, podremos volver a tener esperanza. La cultura volverá a tratarse como actividad económica y generadora de empleos. Además de eso, el nuevo gobierno ya anunció que el Ministerio de Cultura va a volver a existir y, con él, varias leyes de incentivos, fondos y convocatorias se retomarán para posibilitar películas, obras de teatro, espectáculos de danza, edición de libros, sostenimiento de compañías, salas de cine y de teatro. También en relación con la cuestión racial estoy muy esperanzada. Pienso que se realizarán muchos proyectos en pos de la igualdad y la inclusión racial en todas las capas de la sociedad”. Sabrina Fidalgo, cineasta
Traducción: Nicolás Gelormini