Contemporary And: Su instalación de vídeo titulada Oxygène proyecta rasgos de mujeres desnudas en una bañera. ¿Existe una relación entre el título y los sujetos filmados?
Amine Oulmakki: El oxígeno es vital para el flujo de la energía del cuerpo. Quería trabajar con amigas que estuvieran involucradas en el arte y unirme a ellas para preguntarles cómo frenar la presión que sufren como mujeres en su trabajo. Así que el punto de partida fue el ejercicio de frenar esa energía, esa presión ejercida por la sociedad y la búsqueda de la liberación. Había dos instrucciones: no hablar, solo bajo el agua, y estar solas, sin tener en cuenta la mirada del otro. La instalación tridimensional de la bañera, que acompaña a la proyección de video, cuestiona nuestra percepción del agua como metáfora de nuestro ciclo existencial.
C&: Las miradas submarinas definen la cámara, se trata de una representación que coloca a los sujetos filmados en la superficie de la imagen, y no en las profundidades de su interioridad. ¿Es posible ser verdaderamente uno mismo frente a la cámara?
AO: Esas miradas muy penetrantes son lo que yo llamo «miradas que rasgan el velo de la imagen». Si uno intenta presentar una imagen de sí mismo en la cámara, se convierte en una ficción, en una suerte de adaptación. La imagen como representación siempre tiene cierta ficcionalidad, porque cada representación surge de una subjetividad que a su vez se construye sobre ficciones.