Titulada The Milk of Dreams (La leche de los sueños) por un libro de la pintora surrealista Leonora Carringon, la 59a Bienal de Venecia busca explorar la vida que se transforma a través la imaginación. La curadora Cecilia Alemani trazó tres líneas de exploración: la representación de los cuerpos y sus metamorfosis; la relación entre individuos y tecnologías; la conexión entre los cuerpos y la Tierra. Varios artistas de Latinoamérica fueron invitados a dar su respuesta sobre el tema.
De la artista Belkis Ayón se muestran obras que representan a Sikán, la princesa de la sociedad secreta Abakuá, a la que se como la versión afrocubana de la masonería. Gabriel Chaile exhibe cinco enormes horno-esculturas que representan a su familia a través de referencias indígenas precolombinas. Los dibujos de Rosana Paulino indagan diferentes temas vinculados con la cultura afrobrasilera incluyendo las mujeres negras esclavizadas que amamantaban los hijos de sus amos. Delcy Morelos llenó toda una sala con bloques de tierra mezclada con heno, harina de mandioca, cacao en polvo y especias de un efecto aromático avasallador para referirse a las cosmologías andinas y amerindias y a los modos de relacionarse con la naturaleza. Por su parte, Sheroanawe Hakihiiwe ofrece monotipos abstractos inspirados por su cultura Yanomani en cuanto vía para preservar la memoria indígena.
Traducción: Nicolás Gelormini