Conversación con Renata Felinto

El arte del Atlántico Negro I

La artista Renata Felinto habla en Contemporary And (C&) sobre las producciones de arte afrobrasileñas.

C&: ¿Cómo describirías el panorama del arte en Brasil?


RF: Es una pregunta algo general y amplia, por eso trataré de responderla con ejemplos concretos. En lo que respecta a las artes visuales, veo el intento desesperado por continuar el trabajo de Lygia Clark, Lygia Pape y Helio Oiticica. Dicho de otro modo, ahí veo el intento de los brasileños y brasileñas inscribirse en una historia del arte, universal, general y oficial. Estos tres artistas –los tres blancos– iniciaron la corriente llamada Movimiento Neoconcreto, que buscaba reconciliar el arte y la vida y cuestionaba el concepto de «ojo» sobre el que se basaban las ideas del arte de Clement Greenberg. Sin embargo, ese arte, que en apariencia está reconciliado con la vida, no crea un espacio para hablar sobre la vida tal como la experimentan las llamadas minorías, como los afrobrasileños (que están en minoría respecto al poder político pero no numéricamente). Entonces, para responder la pregunto: el panorama del arte es un tanto árido.

C&: ¿Cuáles son los desafíos de los artistas brasileños en la escena de arte contemporáneo? ¿Hasta qué punto la deficiente representación se vincula con la historia brasileña, en especial con la historia de la esclavitud?

RF: Hay muchos desafíos diferentes. Los artistas tienen que tener una vida digna, necesitan acceso a la vivienda, alimento, ropa, educación y salud. No todos tenemos esas cosas. Una vez que lo hayamos conseguido podremos concentrarnos en el proceso creativo. Además, parece que la ciencia y las universidades brasileñas no entienden por qué nosotros [los artistas afrobrasileños] debemos crear obras marcadas por determinados temas e historias. Sería un gran progreso si durante los estudios pudiéramos ocuparnos libremente de los temas que nos interesan y los profesores reconocieran nuestro trabajo. El contexto histórico está directamente relacionado con la situación actual. Nuestra realidad presente no es resultado de la incapacidad sino de las estructuras racistas que subsisten. Y estas estructuras son tan eficientes que las personas negras de algún modo se creen responsables de la carencia y la opresión que caracterizan sus vida. La esclavitud está muy presente en nuestras relaciones sociales.

C&: ¿Puede hablarnos de proyectos y artistas afrobrasileños que considere inspiradores? ¿Dónde están radicados principalmente? ¿Qué medios y espacios alternativos son importantes para su trabajo y cómo se fortalecen y llegan al éxito?

RF: Los artistas afrobrasileños que tienen cierto grado de renombre están radicados principalmente en el sudeste, sobre todo en São Paulo, Río de Janeiro, Minas Gerais y parcialmente en Bahía. Hay muchos nombres que me gustaría mencionar pero me limitaré a aquellos que fueron importante para mi propia práctica como artista visual: Rosana Paulino, Yedamaria, Michelle Mattiuzzi, Moisés Patricio, Janaina Barros, Priscila Rezende, Sidney Amaral, Tiago Gualberto, Marcelo D’Salete, Jaime Lauriano, Olyvia Bynum. Todos estudiaron en la universidad.

Rosana Paulino se diplomó en artes visuales, la primera afrobrasileña en lograrlo. Obsérvese la discrepancia temporal: el primer artista negro que obtuvo un diploma en artes visuales en los Estados Unidos fue Jeff Donalson, en 1974; Rosana Paulino hizo su doctorado en 2010. Muchos de esos artistas están muy enfocados en ser representados por una galería, pero a otros les va bien con los subsidios estatales del gobierno federal, de los estados o las regiones. En mi caso, esta última opción fue provechosa. (1)

C&: ¿Cómo trabaja con otros artistas negros y con creadores de origen africano integrados a redes de las Américas o de África?

RF: Es un gran desafío estar al con corriente de lo que pasa en las artes visuales de la diáspora africana de los diferentes países. O Menelick 2° Ato es nuestra pequeña pero especial contribución para enfrentar ese desafío publicando artículos y entrevistas con artistas de otras partes del mundo. A veces ponemos solo una imagen y el nombre del artista. Eso alcanza para despertar la curiosidad de los lectores.

C&: ¿Cuál es su perspectiva sobre la visibilización del arte y de las voces afrobrasileñas?

RF: Aunque en mi investigación me oriento hacia los artistas afrobrasileños, no creo que necesitemos una etiqueta como la de «arte afrobrasileño». Deberíamos exigir que el arte que habla para y sobre nosotros, simplemente sea llamado arte. Y ese arte refleja nuestra historia, nuestro sufrimiento, nuestros sueños, nuestros mitos, nuestras imágenes, nuestros anhelos, igual que el arte lo hace con los artistas blancos. Si un/una artista negro/a no quiere tocar esos temas, es su problema. Sin embargo, lo considero consecuencia de un proceso de alienación respecto a la propia identidad, una alienación que nos ha sido impuesta desde el nacimiento y que es increíblemente eficaz.

Esta entrevista es parte de nuestra serie C&-Online “El arte del Atlántico Negro”, que aborda en detalle la presencia y la producción cultural de los creadores afrobrasileños.

Renata Aparecida Felinto dos Santos es artista visual, investigadora y docente universitaria. Vive en São Paulo. Es doctoranda del Instituto de Artes de la UNESP (Universidade Estadual Paulista), donde hizo su carrera de grado y una maestría en artes visuales. Felinto enseña Arte y Cultura Africanas en el seminario de graduación de Historia, Teoría y Crítica del Arte en el Centro Universitario Bellas Artes de São Paulo. Es miembro del consejo editorial de la revista O Menelick 2ºAto.

(1) Brasil tiene un sistema especial de premios: los gobiernos federal, de los estados y las ciudades dan anualmente determinados subsidios y premios. Estas subvenciones resultan una alternativa para los artistas que no tienen la representación de una galería y no venden su obra. Además de tener un trabajo diario (muchos son docentes o profesores), se postulan a esos subsidios. Si son seleccionados, pueden hacer proyectos de libros y muestras que de otro modo no podrían realizar.

Una entrevista de Aïcha Diallo

Traducción del inglés de Nicolás Gelormini

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