La hostilidad del actual gobierno brasileño hacia los negros, las personas LGBT y otros sectores progresistas de la sociedad obliga a varios artistas a elegir una vida fuera de Brasil, también como un modo de resistir. Escuchemos algunas voces que hablan del tema.
Aretha Sadick. Foto: Victor Takayama.
El periodista y activista gay Jean Willys, referencia en la defensa de las minorías en el parlamento brasileño, sorprendió a todos al anunciar que desistiría del mandato para el que recibió más de veinticuatro mil votos. En vez de prestar juramento en Brasilia, decidió autoexiliarse en Europa para protegerse de las amenazas de muerte hechas por grupos que se oponen a su forma de hacer política. La elección como presidente del candidato de extrema derecha, Jair Bolsonaro, en noviembre de 2018, parece haber hecho de Brasil un territorio hostil para los negros, las personas LGBT y otros sectores progresistas de la sociedad. En tal coyuntura, cabe preguntarse: El movimiento iniciado por Willys, ¿puede llevar a un éxodo del país?
C&AL habló con varios productores culturales sobre cómo decisiones como la de Jean Willy tienen un impacto sobre sus prácticas artísticas y su activismo:
Cláudio Bueno, curador: «Sin intención revolucionaria»
«Todos los días, un gran número de personas LGBT+, y también sus manifestaciones políticas y culturales, sufren amenazas. El caso de Jean Willys revela lo que todas esas personas viven cotidianamente. La decisión del diputado no está para ser juzgada, porque sólo quien sufre la amenaza de muerte tiene el derecho de decidir a dónde ir, dónde quedarse, si es que tiene la posibilidad de elegir. Casos como este y tantos otros ponen al descubierto la política brasileña respecto a las milicias y el terrorismo de Estado. Por eso la política institucional nunca fue un lugar donde depositáramos todas nuestras fichas, porque ya nace contaminada por la heterocisnormatividad blanca, que en Brasil es fundante. Todos los días un sinnúmero de personas sigue produciendo sin heroísmos, sin polarizaciones y sin respuesta única la idea de resistencia, una idea muy esperada y romantizada por los medios internacionales, que todo el tiempo nos preguntan: «¿Cómo harán para seguir resistiendo?» Son personas que actúan en la complejidad de hacer política, arte y otras tantas actividades, diariamente, en los límites posibles del propio cuerpo y del mundo. No es una crisis brasileña sino un régimen de intereses y precarización global. Ése es el mundo que nos debe ofrecer respuestas, nos debe ofrecer salidas, nos debe.» (El título de este testimonio es el mismo que el de la obra de Felipe Caprestano).
Michelle Mattiuzzi, artista: «Migrar no es para todos«
“Jean Willys no es es primer exiliado político, pero tal vez, dada la posición que él ocupaba, su caso sirva para llamar la atención internacional sobre el estado de emergencia política en el cual Brasil se encuentra en este momento de golpe: en primer lugar, alertando a las agencias internacionales de derechos humanos sobre las violencias programadas por el Estado contra la comunidad LGBTQIA. En los últimos tres años, de desestructuración del país, se diseminaron en las redes sociales informaciones y comunicaciones falsas. La elección del nuevo presidente es la actualización de la fuerza esclavista organizada. Es la fuerza de un grupo social que nunca perdió el poder. Lo que está pasando es una avalancha, un golpe de derecha en el mundo. Brasil no está sólo en esta empresa neoliberal. Según mi posición, no estaba siendo posible razonar en la “necropolis brasilis”, pero ahora me pregunto todos los días, ¿cuándo fue posible razonar en este Brasil racista, misógino, lgtb-fóbico y excluyente? ¿Cuándo fue posible existir de modo pacífico en un país que desea y actualiza la violencia sobre los cuerpos negro e indígena? Estoy huyendo. Para una persona negra, la fuga es parte de su vida de resistencia: la Diáspora. Estar en movimiento es complejo, migrar no es para todos y razonar sobre el momento político de la necropolis brasilis es imposible.»
Jota Mombaça, artista: «No hay posibilidad de exilio»
“Es difícil hablar de exilio cuando se es un migrante. Difícil, porque migrar es doloroso si se es una persona trans negra, oriunda de una nación que fue colonizada. Las fronteras se actualizan en la puerta de cada establecimiento comercial, de cada institución, e incluso en las relaciones más íntimas. Después de migrar, es difícil hablar sobre un exilio, porque la narrativa del exilio presupone que, cuando nuestro país se ha vuelto inseguro para nosotros, es posible encontrar seguridad en otra parte, pero la Diáspora trans negra prueba lo contrario. No hay posibilidad de exilio, porque el proyecto que configuró las vidas trans negras como menos dignas de respeto está íntimamente relacionado con la colonialidad, el fundamentalmente cisgénero y la supremacía blanca. Y esos son regímenes globales que, en el momento actual de la historia, ganan fuerza renovada en diversos contextos nacionales a lo largo del mundo. Eso no significa que Brasil, ahora que las milicias han ocupado la presidencia, no se esté volviendo un territorio especialmente brutal en relación con las vidas trans y negras (e indígenas y pobres y femeninas en general). ¡Sí, nos estan apuntando! Pero el mismo día en que Marielle Franco fue ejecutada en Río de Janeiro, el vendedor ambulante senegalés Mame Mbaye fue asesinado por la policía de Madrid. Aunque los modos de matar son distintos, la tendencia asesina del poder en relación con las vidas trans y negras es transversal a innumerables contextos supuestamente estables. Difícil hablar del exilio sabiendo que no hay salida, difícil hablar de la brutalidad que se está adueñando de Brasil, cuando estamos por ser testigos de un golpe fascista a escala global.»
Aretha Sadick, artista: «Necesito mantenerme con vida«
“Como artista, activista, negra y trans, nacida en Baixada Fluminense, Río de Janeiro, y como buena ariana que soy, nunca sentí la necesidad de despedirme de nadie, ni siquiera de mi familia. Siempre hubo algo que me impedía acceder a determinados lugares, pero durante un tiempo creí que era sólo una cuestión financiera, hasta que vi con mis propios ojos, uno por uno, todos los filtros que envuelven a la sociedad brasileña. Nunca me despedía porque siempre pensaba que cuando quisiera podría volver, que el racismo estructural o la transfobia no serían obstáculos a mi derecho a la ciudad. Hoy, en pleno 2019, frente a ese paso simbólico que Jean Willys se vio llevado a dar, algo que el Estado lo obligó a hacer, percibo que probablemente yo y muchas como yo deberemos adoptar una actitud semejante. Creo en el legado de las heroínas y héroes muertos, pero mi inmenso amor por la vida, por los míos, por aquello que deseo que un día pase, y mi disgusto por las despedidas me hacen pensar en los puentes que puedo construir, en lo que puedo denunciar y decir. Tengo mucho que hacer para la posteridad, entonces necesito mantenerme con vida.»
Cecília Floresta, artista: «Continuaremos en la línea de combate«
“Todos nosotros, negrxs, indígenas, suburbanxs, mujeres, lesbianas, hombres trans, travestis, transexuales, gays, bisexuales, todxs estamos atravesadxs por identidades y condiciones políticas, económicas y sociales, forzosamente subalternizadas, que siempre nos pusieron en riesgo, en la línea de combate. Y me niego a desperdiciar siquiera una letra para dar nombre o voz a los responsables de las enormes tragedias que estamos viviendo. Estoy aquí para hablar de resistencia, que es lo que me toca, lo que nos toca. Y aunque planto resistencia como escritora que lucha a favor de las identidades que porto, también reconozco la resistencia de mi madre nordestina, que crió a sus hijos sola; de mi hermano negro desempleado; de mi hermana negra, que a duras penas terminó su carrera, de aquellos que luchan diariamente por sobrevivir. Reconozco la resistencia de aquellos que fueron arrancados de aquí y de los que se quedan. Y están aquellos cuerpos que, como línea de combate, son capturados por un fuego cruzado, fuego armado, y ahí es la lucha por la vida lo que habla más alto. Cuerpos que simplemente no pudieron exponserse al fuego, y eso también es resistir. Pero también hay una conciencia que no nos abandona nunca, a ninguno de nosotros: por más alejados que estemos del fuego, continuaremos en la línea de combate, donde hemos estados siempre.”
Fábia Prates es periodista con paso por grandes medios brasileños. Actualmente escribe sobre temas relacionados con la cultura, el comportamiento y la comunicación corporativa.