La muestra resaltó la importancia de artistas afrodescendientes en la historia del arte brasileño.
Jaime, Lauriano, Êxodo, 2015. Impresión sobre tejido. Colección de la Pinacoteca del Estado de São Paulo. Cortesía de Galería Leme, 2015. Foto: Isabella Matheus
Firmino Monteiro, Bandeira do Divino, 1884. Óleo sobre tela, sin firma. Colección de la Pinacoteca del Estado de São Paulo, 2001. Foto: Isabella Matheus.
En 1882, el escritor brasileño Machado de Assis describió la pintura A fundação de cidade do Rio de Janeiro de Antônio Firmino Monteiro (1855-1888) como una “realidad” en la historia de la capital del imperio y llamó a Monteiro “artista serio” y “pintor nacional”. Estos tres aspectos que ilustran la obra de arte y su creador animaron mis pensamientos acerca de la muestra Territórios: artistas afrodescendentes no acervo da Pinacoteca (13 de diciembre de 2015 – 13 de junio de 2016), curada por Tadeu Chiarelli. La muestra resaltó la presencia de tales artistas en la historia de una institución que celebra cien años de existencia a la vez que rindió un homenaje a Emanoel Araújo, su primer director negro (1992-2002).
El cuadro de Firmino tardó dos años en estar concluido y, en opinión de Machado, su técnica de dibujo, el uso del color y la composición crearon una “excelente impresión de conjunto”. En Territórios la obra se presenta junto con la del contemporáneo Estevão Roberto da Silva (1845?-1891), que en 1879 rechazó el segundo premio en el género naturaleza muertade la Academia Imperial de Bellas Artes, entregado por Su Majestad el Emperador D. Pedro II, quien había apoyado la exhibición del trabajo de Firmino Monteiro. El “segundo lugar” de Silva señala la posición históricamente secundaria de los artistas negros en la historiografía del arte en Brasil, a pesar de la incuestionable calidad y el legado que representaban las obras creadas por ellos. Sin embargo, el tema de Silva, de acuerdo con la escala de valores establecida por la academia, era menor comparado con el de Firmino, cuyo contenido moral y pedagógico estaba alineado con la técnica académica, y era ampliamente popular.(1) Su presencia en Territorios señala el potencial de esta exhibición para cubrir dos siglos de obra artística de orientación africana motivada por las experiencias sociales negras de sus autores, demostrando que los artistas brasileños de hoy tienen un contexto histórico a sus espaldas, si bien la exhibición no pretende ser cronológica.
Además de estos dos pintores, a lo largo de los salones otros artistas se distribuyen en tres categorías: Matrices Europeas, Matrices Africanas y Matrices Contemporáneas. Firmino Monteiro aparece en la primera matriz con el cuadro Bandeira do divino, que dialoga con el bronce Ninfa Eco y Caçador Narciso de Mestre Valentim. Las acuarelas de Miguelzinho Dutra aparecen en esta matriz, así como los paisajes, alegoría y retratos en óleo de los hermanos Artur y João Timótheo da Costa (1879-1930).
En cierto modo, las obras de la primera sección complementan las desplegadas en el salón Matrices Africanas, que incluye piezas de Emanoel Araújo, Edival Ramosa y Rubem Valentim (1922-1991). Estos artistas conservan de modo relativamente explícito un “bagaje cultural africano o africano-brasileño”, para usar una expresión de Clarival do Prado Valladares, un autor importante en la discusión de la producción artística brasileña negra. (2) Sin embargo, ¿podemos preguntarnos sobre cuál África estamos discutiendo aquí? ¿Y qué relación existe entre esa y otras Áfricas?
Matrices Contemporáneas está compuesta por obras recientemente adquiridas para la colección permanente. Incluye piezas que examinan la historia temprana de Brasil, como Parede da memória, de Rosana Paulino, Incômodo, de Sidney Amaral, Êxodo, de Jaime Lauriano, y obras que abordan la relación entre los cuerpos y los espacios públicos como Estrutura Dissipativa/Gangorra (Estructura disipativa/subibaja) de Rommulo Vieira Conceição. Si por un lado la separación en matrices tiene sentido, entre los salones hay una interrelación intencional que implica otras conexiones entre las obras y estimula la imaginación curatorial de los espectadores.
Visitar Territórios crea un fuerte deseo de ver que también otros artistas con mayor o menor bagaje africano o afrobrasileño se incorporen al espacio privilegiado de la colección museo y puedan circular en muestras dentro y fuera del país, y también ver que sus obras generen investigaciones académicas y se discutan en público, como lo hizo el servicio educativo de la institución y el seminario temático de dos días. (3) Esto podría desencadenar un despliegue de pensamiento crítico que lleve a los creadores y a su obra a un diálogo más amplio dentro de la colección y generar una conversación entre las obras y otras de distinta procedencia en una articulación de manos afrobrasileñas, afroamericanas, afroeuropeas y, tal vez, también de arte contemporáneo africano.
Hecho público
Es un “hecho público” que la Pinacoteca del Estado de São Paulo ha despertado gran interés desde que fue fundada en 1906 por artistas brasileños de origen europeo. No tan conocido pero no menos importante es el momento en el que la presencia negra entró en la colección del museo, en 1956, cuando se donó el autorretrato del artista carioca Artur Timóteo, una época en la que en São Paulo se le negaba la integración a los hombres y mujeres negros en muchas áreas de la escena artística de la ciudad: teatro, artes visuales, literatura y música. El TEN-SP, Teatro Experimental del Negro de São Paulo, activo desde 1948, era uno de los medios por los cuales las personas negras buscaban huir de la discriminación. En ese campo, sin embargo, le “parecería odiosa”. (4) Es notable la presencia de mujeres en la colección, enfrentando una injusticia social que sólo hoy comienza a rectificarse. Entre las mujeres artistas se encuentran: Georgina de Magliani, Anita Malfatti, Djanira da Motta e Silva y Maria Lídia Magliani, ésta última presente en Territórios.
Bajo el liderazgo de Emanuel Araújo, fundador y director del Museu Afrobrasil, la Pinacoteca, a través de su red de benefactores creada en 1922, adquirió un importante corpus de obras de artistas afrobrasileños, incluyendo a Mestre Valentim, Edival Ramosa, Estêvão Silva y otros que diversificaron el planteo estético del museo. Incluso antes de Araújo y poco después de la adquisición del autorretrato de Artur, se incorporaron a la colección del museo más obras artísticas de este sector: trabajos de artistas como Otávio Araújo (1972-2014), Genilson Soares (1980) y Waldomiro de Deus (1982). Gigantes y pigmeos, por Benedito José Tobias (1894-1944), que fue adquirido en 2009 a través de recursos donados por los visitantes del Museo. La colección permanente, que fue iniciada a principios del siglo XX apenas con apenas veintiséis obras, hoy tiene en su haber quince obras de Benedito José Tobias, veintiocho de Valentim, tres de Antonio Bandeira, treinta y siete de Otávio Araújo y treinta y tres de Emanuel Araújo, entre otros. Según manifestó Tadeu Chiarelli en una entrevista con la revista Cult, el museo aspira a “cumplir un papel destacado en la amplia agenda de la diversidad en las artes de Brasil.” (6)
Este objetivo no es sólo una intención noble, pues ya habido muestras de una vocación institucional por valorar la diversidad. Pienso, sin embargo, que el término “afrodescendiente” puede reemplazarse por el de “afrobrasileño” y restituir una parte integral del territorio de Brasil a esos artistas nacionales.
Alexandre Araujo Bispo es antropólogo, crítico, curador independiente y docente.
Traducido del inglés por Nicolás Gelormini.
(1) O quadro do Sr. Firmino Monteiro. In: Negro de Corpo e Alma. Mostra do Redescobrimento. Nelson Aguilar (org.) Fundação Bienal de São Paulo. São Paulo: Associação Brasil 500 anos Artes Visuais, 2000: p.336.
(2) “O Negro brasileiro nas artes plásticas”. En: Negro de Corpo e Alma. Mostra do Redescobrimento. Nelson Aguilar (ed.), Fundação Bienal de São Paulo. São Paulo: Associação Brasil 500 anos Artes Visuais, 2000: 426-432.
(3) La formación de profesores tuvo lugar el día 16/ de abril de 2016, con distribución de material de apoyo. El Sseminario realizado en asociación con la revista OMenelick 2º, durante el 30 de abril y el 7 de mayo de 2016.
(4) Periódico Ultima Hora. Año 1, São Paulo 13 de junio de 1952, n˚74. Archivo personal Nery Rezende da Silva.
(5) Datos recuperados de la colección en línea organizados alfabéticamente: http://www.pinacoteca.org.br/pinacoteca-pt/default.aspx?c=acervo&mn=545&friendly=acervo-artistico.
(6) “Protagonismo negro sobre tela”. Online en http://revistacult.uol.com.br/home/2016/02/protagonismo-negro-sobre-tela/