Alberta Whittle nació en 1980 en Barbados, en las Antillas, y actualmente reparte su trabajo entre Barbados, Escocia y Sudáfrica. Es artista, investigadora, escritora y curadora. En 2018 fue becaria de la RAW Academie en la RAW Material de Dakar, y ganó el Margaret Tait Film Award de 2018/9.
C&AL: ¿Que la impulsó a convertirse en artista?
Alberta Whittle: Siempre sentí el impulso de ser artista. Y soy muy afortunada por tener padres que me han apoyado mucho. Mi padre también es artista y hemos trabajado juntos varias veces. Cuando era niña me diagnosticaron fibromialgia. A menudo pasaba el tiempo en mi habitación pintando, haciendo collages. En cierto modo, es como si continuara haciendo eso en un loop y volviera a algunas ideas en las que trabajaba cuando estaba sola en mi cuarto.
C&AL: Su obra aborda aspectos del legado colonial para crear consciencia sobre curación colectiva y reparaciones. ¿Podría explicarnos que entiende por ambos conceptos?
AW: Lo que persigo con mi trabajo artístico y mi práctica curatorial es la esperanza de conversaciones provechosas en las podamos reunirnos, escucharnos y compartir abiertamente. Tenemos que dar comienzo a un estado de escucha colectiva que, espero, nos lleve a momentos de curación. La obra de Niv Acosta me influyó mucho para reconocer lo crucial que puede ser una escucha radical para procesar temas incómodos, en particular, la justicia reparatoria. Niv sugiere que la curación puede alcanzarse si uno se toma tiempo para lo que ella llama las “siestas negras”, es decir, para que los cuerpos negros se regalen tiempo y prioricen el descanso, ya que históricamente han estado obligados a seguir una dinámica de superproducción y exceso de trabajo. Oponerse a esas expectativas racializadas en cuanto al trabajo negro se ha transformado en una preocupación muy importante dentro de mi práctica: ¿cómo hacer para que nuestras interacciones sean más compasivas y asimismo críticas?