Conversación con Charlene Bicalho

“Aun sin llave, entro por la puerta principal y trazo rutas de fuga”

Dueña de un pensamiento visual propio, anclado en vivencias colectivas y en los saberes populares, la artista brasileña Charlene Bicalho dialoga con los lenguajes más variados, desde webseries documentales, pasando por la fotografía, la instalación hasta el performance.

Los trabajos de Do pó se faz cipó (2019) y Gazuas: Bará do Mercado de Porto Alegre (2019), por ejemplo, emergieron a partir de las observaciones y charlas en el mercado. Después, ambos trabajos fueron presentados en el Museo de Arte de Rio Grande do Sul (MARGS). Mis desplazamientos y derivas no pueden ser decodificados por la blanquitud reinante en espacios institucionalizados y sentir eso me fascina. El racismo institucional, como conviví con él durante años en mi calidad de funcionaria de instituciones públicas, se convirtió en una de mis principales investigaciones para la composición de mis trabajos artísticos. La forma como me tratan dentro de esos espacios institucionalizados, como me invisibilizan, como me silencian, sirve de materia prima para mi trabajo. Así, aunque (en apariencia) no tengo llave, entro por la puerta principal, trazo rutas de fuga colectiva, como el mar sumerjo y hago emerger.

C&AL: Últimamente ha participado de varias residencias. Me gustaría que nos hablase de cómo fue ese proceso.

CB: Este año participé de residencias en Espírito Santo, São Paulo, Porto Alegre y Brasilia. Estas vivencias en diferentes regiones y temporalidades me permitieron otras formas de reimaginar mi historia, mis trabajos y mis visiones del mundo. Me parece importante decir que algunas de esas residencias de las cuales participé son brazos del racismo institucional, que replican gestos coloniales y perpetúan relaciones de poder, si pensamos en quién accede históricamente a los recursos públicos y cómo los redistribuye. Pero incluso a pesar de estas cuestiones y de la situación política actual en la que la censura y los crímenes virtuales se volvieron una constante, esos tránsitos me permitieron activar las redes de artistas sumergidas, invisibles a los ojos de la blanquitud. Este mes me embarco rumbo a mi primera residencia internacional en Lima, Perú, para visualizar posibilidades de ampliación de las redes con otros artistas e investigadores afro latinoamericanos. Me interesa confluir con otros artistas de la Diáspora Negra que estén interesados en la revisión de la historia del arte y la construcción de otras narrativas visuales contrahegemónicas.

C&AL: El día que hizo su performance Do pó se faz cipó, en Porto Alegre, una de las cosas que más me llamó la atención fue que usted dijo “lo que está dado no me interesa más”? ¿Qué evoca con esa frase?

CB: Cuando digo “lo que está dado” me refiero al sistema colonial y sus vorágines actuales, lo que está dado y puesto no nos incluye. En cuanto al arte y los espacios institucionalizados, primero identifico las vorágines, busco anticipar lo que está dado, para pensar estratégicamente mis derivas siguientes, conciliando prácticas artísticas, poéticas y de resistencia. En Do pó se faz cipó, por ejemplo, más allá de ocupar el MARGS, producimos conocimiento y desanclamos silencios, transformamos el silencio en lenguaje y acción, como dice Audre Lorde.

Hablamos sobre afectos, memorias, echamos luz sobres nuestras subjetividades y producciones, describimos en vez de ser descritos. Creamos conexiones cuando armamos la primera mesa sólo con artistas negros, nos cuidamos y nos curamos durante el trabajo, nos reconocemos y entendemos que no estamos solos. Vestida de negro y rojo, posicioné mi cuerpo como si fuese un reflejo de la estatua A Fuga, pedí permiso a Baría, dueño de la encrucijada y de las llaves que abren los caminos. Para él soplamos pemba colectivamente dentro de aquel edificio y con el hálito del a diáspora contaminamos ese espacio reivindicándolo como derecho ancestral. Revisitamos la historia y la historia del arte, salimos con aires renovados de esa inmersión. Pasado, presente y futuro, desaguando profundamente en vida y obra; somos lo que no está dado.

Charlene Bicalho nació en 1982 en Minas Gerais y hoy reside la mayor parte del tiempo en São Paulo, y desde allí realiza proyectos en diversas localidades. Desde 2012 es directora artística del proyecto Raiz Forte y ha participado activamente de diversas residencias artísticas.

Duan Kissonde, habitante de la Quinta do Portal, barrio periférico de la zona oriental de Porto Alegre, nació en 1993. Es poeta, compositor, crítico cultural, licenciado en Historia de la Universidad Federal de Rio Grande do Sul e investigador independiente de las territorialidades negras de la ciudad de Porto Alegre.

Traducción del portugués de Nicolás Gelormini

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