“Conversations in Gondwana” es un proyecto iniciado por las curadoras brasileñas Juliana Gontijo y Juliana Caffé que conecta duos artísticos del llamado Sur global. La primera edición incluye artistas de Brasil y Sudáfrica, tales como Aline Xavier y Haroon Gunn-Salie; Ana Hupe y Gabrielle Goliath; Clara Ianni y Mikhael Subotzky; Daniel Lima e Ismail Farouk; Paulo Nimer Pjota y Siwa Mgoboza. En esta entrevista, Will Furtado habla con las curadoras sobre la expansión de nuestra imaginación política, el quiebre de las geopolíticas dominantes en el sistema capitalista-colonial mundial y la obra de los dúos artísticos.
Vista de instalación Conversas em Gondwana en el Centro Cultural São Paulo, 2019. Foto: Lucas Barreto.
Marcelo Moscheta, Espaço Lugar, 2017. Foto: Lucas Barreto.
Clara Ianni y Mikhael Subotzky, Triangular (detalle), 2019. Foto: Lucas Barreto.
Cinthia Marcelle y Jean Meeran, Capa Morada, 2003. Foto: Lucas Barreto.
C&: ¿Cómo comenzó Conversations in Gondwana?
Juliana Gontijo: Conversations in Gondwana comenzó con un viaje de Juliana Caffé a Ciudad del Cabo, Sudáfrica, para realizar una investigación de un año en la Universidad de Ciudad del Cabo (UCT). Como mujeres y curadoras independientes, queríamos afianzar la red que nos conecta y hacer progresar otras. No teníamos recursos ni apoyo institucional. Fue ahí cuando tuvimos la idea de formar pares de artistas al estilo de los amigos por correspondencia y también crear una plataforma online que albergara sus intercambios y los de los dúos que vinieran en el futuro.
Juliana Caffé: Nuestro deseo era acercar entre sí las dos escenas artísticas, para aumentar la circulación de prácticas e investigaciones entre artistas, curadores e investigadores provenientes de países del Sur Global. Así, el concepto del proyecto lo desarrollamos en torno a Gondwana, el súper continente que hace unos doscientos millones de años unía las masas continentales de lo que ahora llamamos Sudamérica, África, Antártida, Australia e India. El proyecto evoca esta genealogía común para promover la emergencia de otras geografías en la escena internacional en un momento global del arte contemporáneo.
C&: ¿Por qué es importante conectar estas regiones?
JG: En nuestro contexto político actual, creemos que es necesario buscar otras rutas y estrategias que reúnan a las comunidades artísticas de dos regiones de que perdieron una antigua conexión geográfica pero tienen una historia de interconexión manifiesta y contextos actuales que son equiparables.
JC: También creemos que el intercambio que genera el proyecto tiene el potencial de plantear modelos alternativos de colaboración internacional en el arte contemporáneo como una forma de fortalecer lazos y expandir nuestra imaginación política. Uno de los conceptos que nos inspiró fue el de «pensamiento fronterizo crítico», de Walter Mignolo, que está basado en epistemologías subordinandas, quiebra las geopolíticas dominantes del sistema mundial colonial y capitalista para desplazar las fronteras, darle horizontalidad al diálogo y diversificar el conocimiento. El modo comunicacional del proyecto combinado con la intervención estética fortalece este diálogo.
C&: ¿Cuáles eran sus expectativas y preocupaciones antes de iniciar el proyecto?
JG: El proyecto era experimental y, por eso, los resultados eran impredecibles. La colaboración entre los artistas dependía del uso de medios digitales y de la soltura comunicativa de ambas partes: dos pares tuvieron dificultades para comunicarse y esto impidió la colaboración. Como curadoras, fue un desafío abordar obras de arte que estuvieron terminadas sólo unos pocos días antes de la inauguración, una vez que los artistas sudafricanos llegaron a São Paulo, y además teníamos un presupuesto limitado para un proyecto que requiere la producción de nuevas obras y su traslado. Estos dos aspectos –el tiempo y los recursos– exigieron una colaboración flexible entre los artistas y el equipo curatorial, algo que no siempre se logró. Experimentamos de primera mano la dificultad de ser jóvenes, latinoamericanas, curadoras mujeres, sin apoyo institucional, en un ambiente artístico marcado por desigualdades y restricciones de género.
JC: Además de esta interacción entre artistas, otra preocupación mayor fue si finalmente lograríamos recaudar fondos y concretar esta primera edición. Nuestro trabajo fue posible gracias a la colaboración y el interés de los artistas involucrados, y del apoyo de socios como São Paulo Cultural Center, Fonte Residency, Casa do Povo, Videobrasil y ProAC SP (the Cultural Action Program of the State of São Paulo).
C&: ¿Podrían hablarnos de la selección de artistas, de los dúos que se formaron y las obras que crearon?
JC: Para seleccionar los artistas hicimos un ejercicio interesante en el que imaginamos qué pares podrían generar una conversación atractiva. El proceso incluyó mucha investigación y debate. Nos gusta decir que que la idea del proyecto surgió de una conversación entre las curadoras. Para la investigación partimos de temas de interés comunes a los dos países, y fuimos capaces de sacar a la luz temas que ocupan a las respectivas escenas. Por ejemplo, en Sudáfrica el discurso de la descolonización está muy presente: los coloquios y debates en torno al movimiento estudiantil Rhodes Must Fall (Rhodes debe caer) realmente concentraron la atención y quisimos poder compartir eso con Brasil.
JG: Paulo Nimer Pjota y Siwa Mgoboza exploran temas relacionados con la identidad, la iconografía y la representación. En Conversations in Gondwana intercambiaron fotos tomadas en Bahía (Brasil) y Ciudad del Cabo (Sudáfrica), y esto dio forma a un extenso collage que está en una de las paredes de la exhibición. Aline Xavier y Haroon Gunn-Salie reaccionaron ante el delito ecológico que tuvo lugar en Brumadinho (Minas Gerais, Brasil) unos pocos días antes de que abriera la muestra y propusieron una nueva versión de un proyecto que ya estaba realizándose, llamado Agridoce. Daniel Lima e Ismael Faoru hicieron una performance que debatía las relaciones entre comida, raza y género y reflexiona sobre cómo la modernidad colonial y la naturaleza regulatoria caracterizan las culturas culinarias. Clara Ianni y Mikhael Subotzky exploraron la triangulación del concepto de Gondwana, una teoría sobre el sur desarrollada en Inglaterra, y crearon una pieza colectiva que construyeron allí mismo. Los pocos elementos utilizados –una plomada rota, referencias iconográficas a las teorías geológicas y raciales– constituyen un comentario del frágil equilibrio de una visión del mundo que oscila entre la construcción y la deconstrucción, entre la ficción teórica y la materialidad de tiempos geológicos. Por otro lado, en São Paulo, Ana Hupe y Gabrielle Goliath crearon juntos una pieza de serigrafía que habla del silencio ay el trauma causados por la violencia colonial y patriarcal.
JC: En la plataforma creamos una sección llamada Archipiélago, donde subimos posts sobre el trabajo de artistas que establecieron una relación cercana con los conceptos explorados por los dúos artísticos. Algunas de esas obras las incluimos en la exposición, como el video Todas as Terras de la artista brasileña Renata de Bonis, que revela las conexiones geológicas entre África y Sudamérica; los videos Homeless Song 5 y The Master is Drowning, de los artistas sudafricanos Kemang Wa Lehulere y Penny Siopis respectivamente, que reflexionan sobre el apartheid; y Capa Morada y Gym Politics hechos en conjunto por la artista brasileña Cinthia Marcelle y la sudafricana Jean Meeran hace quince años. También invitamos a los brasileños Marcelo Moscheta y Thiago Rocha Pitta, cuya obra actual dialoga con otras piezas de la muestra.
C&: ¿Cuáles fueron los principales resultados de esas alianzas que tuvieron lugar en São Paulo?
JG: Creemos que Conversations in Gondwana proporcionó una serie de encuentros que cumplieron con el objetivo inicial del proyecto: fortalecer las redes alternativas a las corrientes dominantes en el contexto global y a las estructuras institucionales convencionales. Invitados a São Paulo por unos diez días, cinco artistas sudafricanos se alojaron en estudios y casas de los artistas colaboradores. Elegimos este tipo de alojamiento solidario porque, además de encajar con nuestro presupuesto limitado, hacía que los artistas sudafricanos se acercaran más a la escena local.
JC: La muestra se inauguró hace dos semanas, pero es interesante notar la resonancia de ciertas obras sudafricanas que se muestran por primera vez en Brasil. Algunos dúos tienen planes para el futuro, como Ana Hupe y Gabrielle Goliath, Haroon Gunn-Salie y Aline Xavier, Daniel Lima e Ismail Farouk. El público también se ha interesado mucho en las conexiones entre Brasil y Sudáfrica y los próximos pasos del proyecto.
C&: Después de Brasil y Sudáfrica, ¿cuál será la próxima conexión?
JC: El proyecto fue seleccionado para una residencia artística en el Espacio de Arte Contemporáneo (EAC) de Montevideo, Uruguay. Este año viajaremos allí para iniciar una nueva acción.
JG: Queremos hacer avanzar la conexión del Sur y pensar más allá de nacionalidades. Nos interesa seleccionar algunos hilos perdidos de la historia para imaginar conexiones insospechadas y superar las designaciones nacionales impuestas por el proceso de colonización.
Conversations in Gondwana puede visitarse hasta el 7 de abril de 2019 en el Centro Cultural São Paulo de Brasil.
Juliana Gontijo es investigadora, docente y curadora independiente. Actualmente finaliza su doctorado en Historia y Teoría del Arte en la Universidad de Buenos Aires. Es especialista en lenguas artísticas combinadas por la Universidad Nacional de las Artes (Buenos Aires), graduada en cine por la Universidad Sorbonne Nouvelle (París) y en Historia del Arte y Arqueología por la Universidad Le Mirail (Toulouse, Francia).
Juliana Caffé es curadora independiente, editora e investigadora de arte contemporáneo. Tiene especializaciones en «Curadoría» de la Universidad de la Ciudad del Cabo, UCT (África del Sur) y ‘Art: History, Criticism and Curating’ de la Pontificia Universidad Católica de São Paulo – PUCSP (Brasil), y un grado de BA en derecho de esta misma institución.
Entrevista realizada por Will Furtado.
Traducción del inglés de Nicolás Gelormini