Conversación con Rolando Vázquez

¿El fin de lo contemporáneo?

El sociólogo Rolando Vázquez fue invitado a Berlín para reflexionar sobre “la decolonización del tiempo” como modo de pensar más allá de la modernidad occidental. Hablamos con él sobre terminologías, abordajes históricos alternativos, y sobre cómo creó un espacio de pensamiento decolonial en el festival MaerzMusik* de los Berliner Feststpiele.

C&: En el trabajo que hacemos en C& no diríamos nunca que nuestra práctica es decolonial, ese es un rótulo que usa gente de afuera. En realidad, nos gustaría ir más allá. Y tal vez, pasa lo mismo con artistas que son mucho más específicos sobre su trabajo.

RV: La opción decolonial no intenta ser una nueva ideología o utopía que releve las anteriores y se convierta en la nueva etiqueta de las cosas. Es una opción que algunos colectivos o personas como nosotros usan y ofrecen como herramienta que puede ser útil o no para determinada gente. Y como opción necesitamos situarla y considerar su historicidad, porque entonces tendrá derecho a existir en una situación modesta, revelando su posicionalidad, permitiendo siempre otras formas legibilidad.

C&: Definitivamente. Eso es lo principal, mostrar que hay todas esas opciones que coexisten.

RV: Sí, aunque existe el riesgo de ignorar que ser una opción no es lo mismo que el relativismo. La opción no es una posición posmoderna desde la cual puedes circular o tener el privilegio de elegir entre campos performativos, etc. Por ejemplo, el racismo inverso no existe porque es un campo asimétrico; lo que existe es una historia moderno-colonial en la que murieron millones de personas. Y eso no es una elección. No se puede elegir la historia de la que uno es parte. Pero si estás del lado del privilegio o del lado de la racialización, puedes usar tu posicionalidad y expresarlo de diversas maneras.

C&: ¿Cuál es el papel que tiene Europa frente a lo decolonial?

RV: Pensamos que el final de lo contemporáneo abre una posibilidad de decolonización también de Europa. Es una oportunidad para que Europa se aleje de la posición de abstracción, universalidad, de centro, de novedad. Europa puede empezar a verse a través de los ojos de otro. Para mí, el eurocentrismo es un tipo de ignorancia, de ignorancia arrogante. La posibilidad de un diálogo verdaderamente intercultural requiere el abandono de posiciones centrales dominantes, por no hablar de la perspectiva masculina y blanca que impera en el ámbito gerencial, en la educación, la subjetividad escrituraria, histórica, etc… Lo decolonial podría ser liberador para alguien que está confinado en esta perspectiva, en la ceguera de la posición de privilegio. Lo decolonial pone en un primer plano las condiciones de opresión pero también la imposibilidad de que el privilegiado lleve una vida ética en un sistema que está montado sobre el consumo de los otros y la tierra. El pensamiento decolonial no se trata solamente de la dignificación de mundos relacionales silenciados, sino también de cuestionar los privilegios. Es un pensamiento que se ofrece como opción, por una parte, para escuchar las voces borradas, y por otra, para revelar la posicionalidad histórica de aquellos que han sido puestos en la posición de la norma por defecto. Para mí, esas son las condiciones de una transformación posible.

 

Rolando Vázquez es profesor asistente de sociología en la Universidad de Utrecht, Holanda. Curó el taller Staging the End of the Contemporary en el marco del festival MaerzMusik en Berlín en 2017, dirigido por Berno Odo Polzer. Los participantes fueron destacados pensadores de la decolonialidad: Fabián Barba Izurieta, Teresa María Díaz Nerio, Jeannette Ehlers, Patricia Kaersenhout, Hannes Seidl, Ovidiu Tichindeleanu, y Madina Tlostanova.

 

Traducido del inglés por Nicolás Gelormini.

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