A través de objetos locales y de características del entorno natural que habita, el artista sintetiza contextos sociales explorando la relación entre objetos y acciones en la identidad colectiva. La obra de Raily estudia las capacidades de transformación social y espiritual de esos objetos mediante la mitología caribeña y los oficios.
Raily Yance, Las Canchas, mixta sobre goma espuma, 2016. Cortesía del artista.
Raily Yance, Entropías de los cotidianos, ink sobre papel, 2023. Cortesía del artista.
C& América Latina: El aislamiento resultante de un estilo de vida predominantemente marítimo hace de Maracaibo un sitio particular. Háblame sobre el lugar donde empezó tu relación con los objetos y lo cotidiano.
Raily Yance: El concepto de relación tiene mucho que ver con Maracaibo. Me formé y me crié en ese Caribe de agua dulce. Tanta es la relación con el agua que todavía hay regiones completas donde las viviendas son construidas sobre agua (palafitos). Es un lugar que mezcla varios procesos políticos, económicos y sociales que se fueron acumulando uno sobre otro. Luego, en la etapa industrial, fue muy marcado por el petróleo y la presencia estadounidense y europea, y empezaron conflictos económicos y una nueva transculturación. Lo que va quedando son los objetos de esos procesos. Por ejemplo, el lago de Maracaibo está completamente contaminado, tiene demasiados derrames de petróleo, aguas sin controlar y eso ha hecho que el ecosistema mute demasiado. La contaminación es un objeto testigo de ese desarrollo económico y ese proceso de industrialización.
Recuerdo que en torno al campo petrolero se construían casas para los extranjeros o para los ingenieros, y había todo un clasismo, la gente que venía de afuera a trabajar construía sus proprias casas provisionales, hechas con palos, láminas de zinc, una producción hecha con cosas que remiten al imaginario de la habitación indígena. De algún modo volvía a influir el uso del material que te rodea, hacer cosas con lo que se tiene a la mano.
C&AL: En tu série Entropías de los cotidianos (2022) sacas varios objetos de sus respectivos contextos haciéndonos reflexionar sobre la creación y la función de las cosas. ¿Qué tipo de objetos te gusta trabajar?
RY: Los objetos que me gusta trabajar son objetos que sintetizan un contexto, una cultura, un grupo. En el dibujo de la chancleta/patín yo puedo estar estudiando el Caribe y Holanda al mismo tiempo. Para mí, los objetos son determinantes entre lo que somos y no somos. Traducen sociedades enteras. Una persona que despierta en la mañana o a la hora que sea comienza a ser persona a través de un conjunto de acciones, y todas o casi todas las acciones están relacionadas con un objeto. Las acciones son culturales, lo que nos va diferenciando es la forma en que tomamos café, o la forma en que nos ponemos los zapatos, cómo usamos el cable de electricidad, o la forma de nuestra cuchara, de nuestro cuchillo.
Raily Yance, Como un atlas Caribeño, oleo sobre papel, 2018. Cortesía del artista.
Lo que más me llena es trabajar con mi cuerpo. Cuando entregas tu imagen a otro, es mucha vulnerabilidad.
C&AL: La mitología caribeña y el uso del cuerpo están representados en tu trabajo elevando el objeto cotidiano a algo capaz de canalizar o transmutar energías. ¿Qué memorias guarda el objeto mágico y el imaginario espiritual de la región?
RY: La utilización de la historia del arte como referencia para mi trabajo es una intención consciente que viene de un gusto personal, es algo que me confronta, pero que también me da razón de vivir. Además de traducir sociedades enteras, los objetos históricamente tienen la capacidad de ser amuletos, de transformar situaciones, de ser contención de cosas. Siempre pude ver altares de mi abuela cuando era niño, la reivindicación del objeto mágico cotidiano en la religión Vudú y la Santería en Venezuela. Yo recuerdo que mi abuela se pasaba manipulando el clima con dos cucharas. Era ella la causante de todo, con esa oración a San Isidro. Entonces, para mí el objeto talismán, la varita mágica, la espada y el manto sagrado tienen una repercusión. Por ejemplo, por estar viviendo en el Caribe Holandés, hace años que no veo una auyama (calabaza) puesta por ahí en una esquina sin explicación. En Maracaibo se utiliza mucho para las malas energías. Siempre hay una abuela con una auyama en la esquina de la casa.
Raily Yance, Muestras de cielo, mixta sobre papel, 2021. Cortesía del artista.
Para mí, los objetos son determinantes entre lo que somos y no somos. Traducen sociedades enteras.
C&AL: La acción y el tiempo coexisten en tu universo a través de los objetos. ¿Cómo leer y entender la cultura que nos rodea?
RY: En el año 2000 hice un ejercicio de entendimiento cultural. Empecé a fijarme que cada vez que alguien hacía un producto cultural y lo quería volver universal en Occidente, se anclaba en la mitología griega. Por ejemplo, el manga y el animé la usan para tener mercado en occidente y consecuentemente, una penetración histórica. Es una herramienta que de alguna forma manipula algoritmos sociales, convenciones y costumbres. Entonces me dije: “Voy a explotar mi imagen bajo una lógica de fusión entre la mitología griega y mis tareas cotidianas en mi casa, en Maracaibo, en el Caribe”. Las cosas que hago para subsistir y las cosas que hago porque me lo pide mi mamá o favores que tengo que hacer al vecino, o sea, metí toda mi lógica de comunidad ahí para poder jugar con esa forma de ver, desde el punto de vista del espectador. Raily cargando la caja de cerveza es una de mis obras favoritas entre todo lo que he hecho en mis años de trabajo. Primero, hay esa satisfacción. Segundo, posiblemente fue la serie que me dio algún tipo de éxito económico.
Y luego, lo que más me llena es trabajar con mi cuerpo. Cuando entregas tu imagen a otro, es mucha vulnerabilidad. Diría yo que la magia del óleo me ayudó con el conflicto que tenía con mi imagen, la imagen racializada en una cultura hispánica, la imagen de sospechoso, la economía, la estética.
Raily Stiven Yance es un artista plástico licenciado en Artes Plásticas por la Universidad del Zulia, Venezuela. El artista ha desarrollado su práctica desde 2010, participando en diversos proyectos individuales y colectivos en Venezuela y más allá.
Sheila Ramirez (2000, Santiago de Cuba) es diseñadora e investigadora cubano-angolana. Explora, a través de archivos visuales y sonoros, la relación afectiva entre las personas y los objetos de su entorno. Actualmente materializa su investigación a través del proyecto The Archive Room.