Una iniciativa itinerante desacraliza el concepto de museo, dinamiza el encuentro con los visitantes y facilita, a través de historias narradas en imágenes, el intercambio de experiencias en la favela de la Maré, en Río de Janeiro.
Soportes del archivo de imágenes: mini visores de diapositivas, fotografías y negativos. Foto: archivo MIIM.
El fotógrafo brasileño Francisco Valdean camina por las calles con una caja de cartón debajo del brazo. La sigla en letras mayúsculas estampada en la tapa de la caja es la abreviatura de Museo de la Imagen Itinerante de la Maré: MIIM. Entre semana, Valdean lleva su museo sobre todo a alumnos de escuelas de dentro y fuera del complejo de la Favela de la Maré, en Río de Janeiro. Y los fines de semana abre el museo en la mesa de un bar. Valdean saca del interior de la caja una cartilla donde cada visitante registra sus datos y su nombre. A continuación, Valdean realiza la visita guiada presentando tres exposiciones que están guardadas con mucho orden en la sede del museo: imágenes monoculares, imágenes en negativo e historias de la vida en común de la Favela de la Maré. Todas tienen la curadoría del propio Valdean, que al mismo tiempo es creador-director-curador-guía del MIIM.
Para facilitar el acceso a las imágenes de los negativos, Valdean carga consigo una pequeña mesa de luz, pero a falta de ésta, es posible ver los negativos usando la pantalla de un teléfono celular. Las imágenes de los mini visores fascinan a niños y adolescentes, que no conocían ese soporte fotográfico, y al mismo tiempo despierta recuerdos en los mayores, ya familiarizados con el uso del dispositivo. Las imágenes van revelando las historias de la Maré, desde la formación de la comunidad, en la década de 1940, hasta el día de hoy. En el MIIM se cuentan historias importantes para los habitantes, por ejemplo, la de la ex moradora de la Maré Marielle Franco, cuando la concejala y activista fue fotografiada por Valdean en 2018, tres meses antes de ser asesinada.
El archivo del MIIM todavía no está completo, y la expectativa de Valdean es tener cerca de cien imágenes en cada una de las exposiciones. Después de ser lanzado en 2019 a través de un posteo simple y sin pretensiones en el perfil de Facebook del fotógrafo, el museo atrajo la atención de cada vez más interesados. Todo en el MIIM desacraliza el concepto de museo, dinamiza el encuentro con los visitantes y, a través de historias narradas por medio de imágenes, facilita la circulación y el intercambio de experiencias en la comunidad de la Maré. Y para quien pueda tener dudas hay que decirlo muy claramente: este museo, cuya sede es una caja de cartón, debe ser tomado en serio.
El MIIM es resultado del encuentro de la cotidianidad, experimentada por Valdean como vecino, con la fotografía como su profesión y resultado de sus estudios académicos. Desde hace años, Valdean trabaja analizando cómo las imágenes sobre la Maré son producidas por agentes internos y externos. El archivo del MIIM reúne fotos antiguas y recientes sobre la cultura, la vida cotidiana y política de las 16 favelas que forman la Maré, territorio ocupado por más de 140 mil personas. La Maré es la favela de Brasil (y probablemente de todo el mundo) que más museos tiene. En total hay tres museos de la Maré y dos de ellos están vinculados a ONGs locales: el Museo de la Maré, inaugurado en 2006 y de formato tradicional (es decir, con sede en un edificio), y el Maré a Cielo Abierto, que está en fase de instalación.
Por su parte, el MIIM es un museo diferente también en el sentido de que va hasta los habitantes. “Es un museo ambulante”, explica Valdean. La experiencia de la itinerancia marca la historia del fotógrafo Valdean de muchas maneras. Una de ellas es la travesía, que hizo siendo aún adolescente, del pueblo de Cachoeira Grande, en el interior de Ceará, hasta Río de Janeiro; otra, su trabajo como vendedor ambulante en el centro de la ciudad antes de ingresar a la universidad.
La repercusión del MIIM ha estimulado a los pobladores a revisitar sus propios archivos y memoria. Valdean cuenta que se dio cuenta de que “cada persona tiene su ‘museo’”. Durante una visita al MIIM, un estudiante de una escuela pública de la Maré afirmo que su “abuela es un museo”. A pesar del tono de broma del estudiante, la afirmación revela que la experiencia de visita al MIIM provoca un redescubrimiento de la palabra y el espacio “museo”.
El MIIM lleva al visitante a cuestionar qué es un espacio, un “equipamiento” de memoria y despierta en el habitante una consciencia sobre su papel de museo vivo y guardián de los recuerdos de la comunidad. Algo que el escritor maliense Amadou Hampatê Bâ aborda cuando analiza la oralidad y la memoria de las tradiciones africanas. A su vez, Valdean toma la fotografía como un dispositivo de memoria y a través de ella establece con el visitante un diálogo donde los recuerdos individuales de cada uno –guía y visitante– se encuentran con las memorias colectivas de la Maré.
Francisco Valdean es fotógrafo de la Escuela de Fotógrafos Populares. Es licenciado en Ciencias Sociales y magíster en Antropología Visual de la Universidad del Estado de Río de Janeiro. Actualmente es doctorando en Artes de la misma universidad. Algunos de sus trabajos como fotógrafo y curador pueden verse en el sitio “Escritas Visuais”: http://franciscovaldean.com.br/
Miriane Peregrino es investigadora, periodista y productora cultural. Doctora en Literatura Comparada de la Universidad Federal de Río de Janeiro, en este momento realiza una estancia de investigación en la Universidad de Mannheim, Alemania.
Traducción del portugués de Nicolás Gelormini