C&AL: Tanto en Tupi Valongo como em Vagina: caverna da terra podemos ver que sus trabajos se concentran en el protagonismo femenino en la historia del arte. ¿Cómo aborda ese aspecto?
AE: Buena parte de nuestra visión fragmentada de la cuestión afroindígena viene de la necesidad profunda que todavía tenemos de revisar el protagonismo de las mujeres en la historia. Porque si la mayor parte de los esclavos venidos de África eran hombres, está claro que en nuestra sangre corre la sangre de mujeres que fueron violadas, sometidas. Pero esas mujeres fueron borradas de la historia. Entonces, cuando propongo un performance que invita a las mujeres a pintar sus cuerpos con sellos y repetir las posiciones que encontramos en las pinturas rupestres, estoy invitando a entender nuestro lugar en la historia del arte descolonizado. Cuando uso el ocre, que es una arcilla cuyo color proviene del óxido de hierro, estoy restableciendo conexiones con la sangre, con ese elemento que es de vida y muerte. Lindia [sobrenombre de Joselma Santos], una de las mujeres que participó del performance Ocre, forma parte del grupo de capoeira de São Raimundo Nonato y es una india de la nación Pimenteira, que fue casi destruida por completo. Es el cruce de diferentes historias que surgen a la superficie de la piel como fuerzas del pasado.
C&AL: Ese compromiso con el territorio, con los materiales disponibles de la naturaleza, parece constituir el corazón de su práctica artística, ¿no?
AE: Cuando uso esas tecnologías –el sello, la arcilla ocre– que son los mismos materiales usados desde hace miles de años, antes de la colonización, es como si lograra conectarme con lo que se buscaba con ellos. Cuando hablamos de la descolonización, estamos hablando de territorio, de estructuras de poder que fueron elaboradas y que continúan reverberando con una fuerza atroz. Los lugares donde las personas se reunían para hacer esos grandes rituales eran espacios dotados de fuerza. Es por eso que la Serra da Capivara tiene esa concentración tan inmensa de pinturas, porque mucha gente se desplazaba hacia allí. Entonces, cuando propongo un performance –como dicen en el mundo de los juruás [«blancos», en tupí]–, pero que para mí está en el lugar del ritual, hay evidentemente un lazo con la fuerza del territorio Estamos trabajando en un proyecto de una residencia artística dentro del Parque Nacional da Serra da Capivara, con la que podamos reunir artistas y pensadores indígenas de todo el mundo en ese territorio sagrado.
Anita Ekman es artista visual y performática, ilustradora e investigadora de artes amerindias y afrobrasileñas.
Lorena Vicini es editora, investigadora y gestora cultural. Coordinó los proyectos “Episódios do Sul” y “Ecos do Atlântico Sul” del Goethe-Institut São Paulo.
Traducción del portugués de Nicolás Gelormini