Brasil

Cuerpos de la revuelta: ColetivA Ocupação y las prácticas transgresoras de arte y educación

El grupo fue creado en 2017 por performers y artistas que se conocieron durante las tomas de escuelas públicas en San Pablo. Sus actividades incluyen, entre otros, espectáculos teatrales, residencias, acciones en escuelas, talleres. Y con esas acciones acortan la distancia entre escuela y teatro, plantean nuevas centralidades y emprenden la lucha contra las precarias condiciones de vida.

Además de Alvim Silva, conversamos con Matheus Maciel, miembro de ColetivA desde de 2017. Después de participar de una acción que la organización realizó en la Oficina Cultural Oswald de Andrade, Maciel se identificó con la lucha en favor de la educación emancipatoria y la búsqueda de un lugar más justo para vivir en el mundo. El impacto fue tan grande que Maciel decidió cursar un grado en teatro, donde intenta fomentar el desarrollo de vías de transformación. Para él, “cada sueño, camino, tropiezo, encuentro significa algo” y es en virtud de esa generosidad con la vida que el concibe a ColetivA como un proceso de “andar y aprender juntos”.

El marco que dio lugar a la formación de ColetivA fue la performance Só me convidem para uma revolução onde eu possa dançar, realizada en 2017 en colaboración con la directora Martha Kiss Perrone y presentada en Performando Oposições y en la MIT (Muestra Internacional de Teatro de São Paulo). En ese momento fue que recibieron la invitación para ocupar el espacio de la Casa do Povo, institución conocida por su desempeño en el fomento del bienestar y la lucha social a través de la cultura y de las artes, y que es a la vez uno de los colaboradores principales del grupo y el lugar donde realizan sus encuentros y ensayos.

A partir de entonces se realizaron diferentes acciones, desde espectáculos teatrales, residencias, representaciones en escuelas, talleres, entre otras. Se destaca el espectáculo teatral Quando Quebra Queima, creado en 2018, presentado en diversas ciudades y festivales de Brasil y el exterior. Países como Portugal, Francia e Inglaterra ya fueron escenarios para el grupo, que también hizo una residencia en el Battersea Arts Centre, en Londres, donde recibió el premio de mejor dirección, con una distinción para el trabajo de Martha Kiss Perrone. La pieza también fue nominada al premio The Offies en la categoría “IDEA Performance”. Allí por donde pase, la impresionante pulsión del grupo causa impacto. En estos cinco años, ColetivA ha sido escenario para un cuerpo que aprende y enseña en movimiento, que cambia, gesticula y se organiza con los puños en alto.

En 2019, el grupo ganó uno de los premios más importantes del área, el Prêmio Zé Renato de la Secretaria Municipal de Cultura de São Paulo, con un proyecto que buscó expandir el espectáculo Quando Quebra Queima, llevando ese trabajo a espacios escolares y culturales en las periferias de la ciudad disminuyendo las distancias entre escuela y teatro, entre centralidades y precariedades. Sin embargo, debido a la pandemia, el formato tuvo que adaptarse e integrarse a las acciones online. Con el proyecto Pausa para Existir se realizaron talleres que impulsan la virtualidad como medio de creación, acogida y acción. Sin embargo, es imposible negar que el resultado no fue el mismo que el que tuvo la ocupación del espacio físico de la escuela y el fomento de encuentros. Para ColetivA Ocupação, más que espacios educativos, las escuelas son territorios a disputar por la formación socio-artístico-cultural humanizada, por afectos y encuentros. Infelizmente, con el aislamiento social, ese criterio debió modificarse. Miles de estudiantes y profesores tuvieron que seguir siendo mediados por pantallas que no siempre funcionan, por voces moduladas, por desajustes y sacudidas emocionales que incluían la ausencia de ese espacio en sus vidas.

Sin el intercambio y la convivencia en la escuela, el rendimiento cayó pero también la acción del cuerpo estudiantil. Con cuerpos menos participativos y espacios vacíos, el ambiente escolar se fue convirtiendo en un no-lugar para mucha gente. Y como todo cuerpo que enferma, por ahora se mantiene retraído, quieto. Para Alvim Silva, “el encuentro es la posibilidad de estallido” y, por eso cree que el retorno a las escuelas infundirá poco a poco a los estudiantes la vivacidad y la energía de cambio. Según él, “muchos estudiantes no sienten deseo de volver, ya no ven nada atractivo allí. No ven la potencia de lucha de la escuela y, por eso, piensan que es mejor quedarse en casa. Muchos tuvieron que trabajar y ahora ya no pueden dejar el trabajo.” Es lamentable que esa sea la realidad actual de la educación, pero no se trata sólo de la educación, porque es uno de los síntomas del país, que incluyen el descuido político y el desguace histórico de la enseñanza pública.

Alvim Silva cree que, aunque es un período difícil para los estudiantes, en ellos hay palpitando mucha energía. Para él, “igual que en 2015, los estudiantes están sedientos de transformación y cambio, de transgresión. Hay una bomba activa lista para estallar. Hay algunos movimientos que ya están borboteando, esperando el momento. Y si estalla algo, debemos ser lo que somos, personas locas y soñadoras que se equivocan y aciertan.” La explosión contenida de la que habla Alvim Silva es una imagen que parece ampliarse y abarcar toda la sociedad brasilera. Y es verdad, cuando estalle, la ColetivA Ocupação estará con cuerpos activos para canalizar la rabia y la lucha.

 

Luciara Ribeiro es educadora, investigadora y curadora. Tiene una maestría en Historia del Arte por la Universidad de Salamanca (USAL, España, 2018) y el Programa de Posgrado en Historia del Arte de la Universidad Federal de San Pablo (UNIFESP, 2019). Es colaboradora de contenidos en Diáspora Galeria y profesora del Departamento de Artes Visuales de la Facultad Santa Marcelina.

Traducción: Nicolás Gelormini

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