Conversación con

Cholita Chic: visualizando a las cholitas del futuro

A través de su arte pop, el dúo Cholita Chic visualiza a la cholita, quien se convirtió para ellas en emblema de mujer andina emancipada física, intelectual y emocionalmente. Inspiradas por el movimiento artístico Latinoamericano Chicha, las Cholita Chic iconizan y ensalzan a esta supermujer que representan las cholitas.

C&AL: Háblenme más sobre las influencias estéticas del Pop Art en su trabajo. ¿Qué las llevó a apropiarse y reinterpretar ese estilo?

CC: En los años sesenta, en paralelo con el movimiento Pop de Andy Warhol, hubo un movimiento artístico en Latinoamérica llamado Chicha, y ése era el arte popular andino. El concepto es prácticamente el mismo, pero no tuvo la repercusión mundial que tuvo el arte Pop. El arte popular aquí se centraba en la música, sobre todo la cumbia, que es el único elemento cultural compartido por todos los países latinoamericanos, y la tipografía para la creación de carteles. Nosotras decidimos apropiarnos de esa estética y ese modo de creación e incorporamos el uso de la fotografía y creamos un post-movimiento Chicha, centrándonos sobre todo en imágenes de mujeres del día a día. Con esto nació algo que era muy obvio y que de algún modo creamos como un movimiento en sí mismo, al que llamamos fotografía Chicha.

C&AL: En su trabajo hay seis ejes: frontera, migración y territorios globalizados, y también folklore, mujeres e indigenidad. ¿Pueden hablar de cómo estos seis ejes convergen en tu trabajo?

CC: Yo creo que es el territorio donde vivimos, Arica. Aquí tenemos tres fronteras, la chilena, la peruana y la boliviana. Arica ha sido históricamente un territorio disputado; antes que chileno, Arica fue peruano y Bolivia quería acceder al mar de Chile, que es el de Arica. Perú y Bolivia se aliaron durante la Guerra del Pacífico, a finales del siglo XIX, tras la cual, Arica pasó a formar parte de Chile. Aun así, Arica, es una ciudad que no termina de pertenecer a ningún país; aquí no hay una identidad chilena, peruana, o boliviana. Aquí se formó una comunidad multicultural, a través de la necesidad de la frontera. La obra se mueve a través de la idea de la mujer transfronteriza, que intenta desmantelar el patriarcado social, político, económico, judicial, etc.
Cholita Chic son las primeras mujeres que se sacan la pollera y optan no por una vida indígena, sino por una vida universitaria y profesional independiente. Son una visualización de la mujer indígena independiente del futuro.

C&AL: ¿Pueden contarnos sobre este imaginario que están creando sobre las mujeres indígenas y la experiencia andinoamericana, y cómo lo están recibiendo las audiencias?

CC: Crear Cholita Chic fue como una responsabilidad política porque era algo que no estaba visualizado todavía. Como fotógrafa, una siempre anda buscando una historia que contar, y como diseñadora, se busca la solución visual a un problema. De modo inconsciente, empezamos a crear soluciones visuales a problemas que ni siquiera pensábamos que existían. Cholita Chic empezó como algo pequeño y ha ido creciendo hasta tal punto que ya es parte de la historia del arte de Latinoamérica.
El impacto que está teniendo Cholita Chic no lo esperábamos. Incluso se ha formado el hashtag #cholitachic, que lo utilizan muchachas jóvenes que atienden eventos y que se identifican con lo que Cholita Chic representa, una mujer andina independiente, emprendedora, etc. Al final, el ejercicio va generando una memoria colectiva.

C&AL: ¿Pueden explicar cómo hacen para establecer un mensaje andino americano frente a la contingencia Chile-Bolivia?

CC: Arica tiene una identidad propia, las mujeres de aquí tienen una identidad propia, por eso hablamos de una identidad andino-americana, de este modo eliminamos las líneas imaginarias fronterizas y nos basamos más en la experiencia territorial, que es real. Nosotras trabajamos con el lenguaje visual y tratamos de que sea lo más sensible e inclusivo posible. Por otro lado, nos apoyamos en el trabajo de investigación de antropólogos, curadores y otros intelectuales, para fortalecer nuestro mensaje visual.

C&AL: ¿Por qué es importante para ustedes mantener el anonimato y quiénes son les modeles de sus obras?

CC: Para nosotras, lo más importante es trasladar el mensaje. Creemos que cuando se conoce la cara del autor, se incorpora automáticamente a la obra, y nosotras queríamos que el mensaje no se nos adjudicara. Queríamos formar una heroína visual con la que el resto de mujeres se puedan identificar. En intervenciones urbanas hemos utilizado pasamontañas con tal de escoltar la obra sin dar a conocer quién está detrás de Cholita Chic. La performatividad del proceso de proteger la obra, por un lado, le da dinamismo a la obra y, por otro, resulta en una solución poética porque al final nos volvimos parte de la obra.
Las mujeres que posan para las fotografías las reclutamos en escuelas profesionales que se encuentran localizadas en los valles, donde las estudiantes son de procedencia aymara y quechua. También fue a través de conocidas, y amigas de amigas. Para muchas de ellas, participar de la sesión fotográfica significa el reconocimiento y validación de la belleza indígena. El hecho de darles visibilidad a ellas y anonimizarnos nosotras, hace que Cholita Chic pueda ser cualquiera. Ellas son la próxima generación de cholas.

C&AL: ¿Qué le depara el futuro a Cholita Chic?

CC: Vamos a recopilar todo lo que hemos hecho con Cholita Chic desde sus inicios en 2014 y registrarlo y conservarlo en modo libro, también incluyendo las opiniones e interpretaciones de otros artistas, puesto que alimentan el imaginario colectivo que estamos tratando de crear. Este catálogo se publicará en febrero de 2023.

Por otro lado, hay muchas más cosas que visualizar. Los próximos temas que queremos trabajar con Cholita Chic tienen que ver con las últimas travestis del folklore, vamos a hablar sobre qué es ser femenino/a reflexionando cómo lo femenino se considera un factor de riesgo para el sistema machista.

 

Cholita Chic es un colectivo que combina la producción fotográfica con el performance y el activismo artístico para denunciar la exotización de la mujer indígena y formar colectivamente un imaginario inclusivo con el que se puedan identificar las generaciones del futuro.

Raquel Villar-Pérez es académica, curadora de arte y escritora. Se interesa por los discursos poscoloniales y decoloniales en el arte contemperoráneo y en la literatura del Sur Global sociopolítico. Su investigación se centra en el trabajo de mujeres artistas que abordan nociones de feminismos transnacionales, de justicia social y ambiental, y en las fórmulas experimentales para presentar esas nociones en un contexto de arte contemporáneo.