Juana Valdés fue una de las artistas latinx más poderosas del 2020. Durante el año, presentó una importante instalación inmersiva en el espacio de arte Locust Projects, en Miami y recibió el prestigioso Premio Anonymous Was A Woman , otorgado en versiones anteriores a destacadas artistas como Amy Sherald, Deborah Roberts y María Magdalena Campos-Pons. Su trabajo también apareció destacado en un nuevo e innovador libro de Arlene Davila, titulado Latinx Art: Artists, Markets and Politics. Nacida en Pinar del Río, Cuba, Juana Valdés vive y trabaja entre Miami y Nueva York.
C&AL: En tu trabajo, reflexionas sobre la migración como resultado de tu experiencia personal, específicamente, de la dinámica del exilio de tu familia en Miami. Has descrito este período como “vivir en el borde del borde”. ¿A qué te refieres con esta expresión?
Juana Valdés: Cuando llegamos con mi familia a Miami, en 1971, Miami era –y sigue siendo– una ciudad con barrios segregados por raza, etnia y clase. No pudimos vivir en los barrios predominantemente blancos a los que se habían mudado la mayoría de las familias cubanas. Terminamos viviendo en la frontera de un barrio blanco que colindaba con comunidades racialmente mezcladas de puertorriqueños, dominicanos y algunos afroamericanos. Si bien nos beneficiamos de los servicios del gobierno como refugiados e inmigrantes, sufrimos el mismo tipo de discriminación que afecta a los afroamericanos en términos de vivienda, empleos bien remunerados y movilidad. Esa experiencia me dejó la sensación de no pertenecer a ninguna de las dos comunidades, de ser una extraña en ambas culturas que tenía que negociar sus interacciones cotidianas.
Mi trabajo reciente se centra en la migración porque considero que este es uno de los temas más significativos del siglo XXI. A finales de 2019, 79.5 millones de personas habían sido desplazadas forzosamente en todo el mundo. Recientemente escuché en las noticias que Venezuela pronto reemplazaría a Siria en el número de personas desplazadas. Y no se trata sólo de países en guerra o que atraviesan conflictos políticos. El futuro traerá refugiados del cambio climático, como ya sucedió con el huracán Katrina.