Liliana A. Romero, también llamada Lilophilia, es una artista gráfica y visual colombiana radicada en Londres. Su trabajo artístico, marcado por su activismo y su identidad como mujer negra afro-colombiana, aborda temáticas de la comunidad LGBTQ +, las comunidades refugiadas y la autoidentidad. Marie-Louise Stille habló con Liliana A. Romero para C&AL sobre su visión y sus actuales proyectos.
Liliana A. Romero, izquierda: I Don't Want to Die a Hero, 37cm x 58.5cm, 2021, 20 de.; centro: Arvejas en la olla, impresión serigráfica sobre Somerset Satin (6 colores), 100cm x 70cm, 2020; derecha: Mi sangre corre por el suelo, serigrafía sobre Fabriano N.º 4 (4 Colores), 54,9 cm x 42 cm, 2021. Cortesía de la artista.
Liliana A. Romero, Unión internacional de verdad y justicia, serigrafía sobre Somerset Satin, (3 colores), 16cm x 16cm, 10. ed. Cortesía de la artista.
Liliana A. Romero, Stop Glorifying White Saviours, 70 cm x 100 cm, 2020. Cortesía de la artista.
C&AL: ¿Cómo llegaste al mundo del arte y qué temas abordas en tu trabajo?
Liliana A. Romero: Tomar la decisión de ser una artista en un país como Colombia es un privilegio y un riesgo, del cual desafortunadamente no nos percatamos como individuos desde el principio. Como estudiante de arte empecé a cuestionar aquellas reglas y rieles por los cuales me había encaminado la vida. Esas reglas y estos rieles me encasillaron en una realidad que maltrataba mi corporalidad y mentalidad como mujer negra. Y cuando empiezas a darte cuenta de que el mundo está compuesto por varias perspectivas y diversidades, tu realidad se altera como si te levantaran de un sueño profundo.
Empecé a dedicar mi arte a hacer un llamado de atención sobre aquellas historias bajo las que yo había vivido, cuestionando esta realidad condicionada para las personas negres colombianas.
C&AL: ¿Qué papel juega el activismo en tu trabajo como artista?
LAR: El activismo se ha vuelto parte intrínseca de mi trabajo. No podría decir ahora que existe un punto donde mi arte pueda estar separado de mi activismo. Ser una artista negre te obliga a activarte políticamente y a desear mucho más. Y te obliga a buscar formas de encontrar más gente como tú, que sienta como tú, que busque lo que tú buscas. Crece una sensación en tu corazón de llamar la atención de las personas que ignoran aquellas situaciones que lastiman tu bienestar y el de muchos otros. Mi arte son gritos de auxilio, de acción, son obras-homenaje a quienes libran batallas por la defensa de su existencia y bienestar. Mi arte es activista y su activismo no es solo una parte aislada de él.
C&AL: ¿Y qué papel desempeña tu propia identidad?
LAR: El verdadero inicio de mi práctica artística como Lilophilia fue precisamente el inicio de la búsqueda de mi identidad. Mi identidad es el espectro que impulsa a mi arte a existir. La etiqueta de “Negra”, guiada por un imaginario jerárquico, fue la identificación que cargué en mis hombros por mucho tiempo. Cuando me despojé de aquella filiación, me encontré en un lugar “sin identificación”, o al menos eso creía yo. Y una necesidad arrebatadora de pertenencia crecía en mi interior transformando mi arte en aquella justificación de mi identidad, llevándome a comprender que la identidad no es una casilla constante e inamovible, sino un proceso que crece, fluye y muta día a día.
C&AL: ¿De qué manera tu traslado a Londres ha influenciado tu modo de ver las cosas, así como tu obra?
LAR: Venir a Londres fue un proceso transformador. Como cualquier transformación tiene su proceso de reconocimiento, deconstrucción, construcción y otra vez reconocimiento, deconstrucción, construcción y así sucesivamente. A través de este proceso te puedes dar cuenta de aquellas limitaciones de tu anterior contexto y empiezas a desafiar aquellos límites. La piscina pluri-cultural de Londres me lleva a depurar y re-revisar condiciones de mi identidad que creía esenciales dentro de mi personalidad. Pero así como crece esa noción de desafiar los límites identitarios, también nace una nostalgia por las raíces, por la procedencia y una urgencia de representación frente a esta urbe monstruosa. Londres me ha permitido ser más auténtica dentro de mi obra sin abandonar la conciencia de quién soy: una mujer negra indígena colombiana.
C&AL: ¿En qué proyectos estás involucrada actualmente y qué planes tienes para el futuro?
LAR: Actualmente participo en varios grupos creativos de la diáspora colombiana, en los cuales impulsamos a artistas, músicos y todo tipo de creadores a desarrollar proyectos de visibilización de su identidad en relación a las condiciones que el pueblo colombiano sufre hoy en día. El paro nacional, la guerra y la resistencia que está viviendo mi país debido a un gobierno cubierto por el manto de la corrupción merece la atención y el apoyo de todas las naciones. Y es mi responsabilidad como artista hacer visible esta lucha.
Entre estos grupos está MAFAPO UK, un colectivo organizado para visibilizar la lucha de las mujeres que han perdido a sus seres queridos, lo cuales han sido ejecutados por un gobierno indolente. NEW TRIBE y Gaitambo son los colectivos artísticos que buscan realizar conexiones entre artistas para crear un sentido de pertenencia latina en Londres.
Mi meta es realizar una casa editorial de arte político/activista afro-latinoamericano basada en Londres. Mi experiencia me ha permitido encontrarme con varias imprentas en Londres que, aunque manejan una mentalidad abierta y progresiva, continúan siendo blanco-centradas. Esto crea escasez en el apoyo a las comunidades negres o indígenas latinoamericanas dentro del mercado del print. La cultura de la imprenta latinoamericana no solo es una de las más batalladas y resilientes, sino también una de las más hermosas y experimentadas, debido a la falta de acceso a la industria y maquinaria de impresión que existió durante bastante tiempo. Quiero crear en Londres la oportunidad de visibilizar una cultura en resistencia.
Marie-Louise Stille es gestora cultural, periodista cultural y colaboradora de C&AL. Actualmente reside en Berlín.