C& América Latina: Me interesa pensar con ustedes más allá de la figura de la creación individual, por eso me gustaría saber más de su proceso colectivo y que aprovechen este espacio para contarnos un poco qué andan haciendo.
Colleen: Nuestros procesos colectivos son algo muy potente e importante en dos sentidos; el colectivo nosotres: Collen, Julia, Jasmín, Lina, pero también el trabajo colectivo con otres artistas afrodescendientes y miembros de nuestra comunidad que no son necesariamente artistas. Nuestro arte es también política, así que nos interesa hablar de estos procesos en ese sentido.
Jasmín: Nosotras trabajamos actualmente a distancia, estamos en distintos países. Yo estoy en Brasil, Colleen en Estados Unidos, Julia y Lina en Argentina. Ya estuvimos todas juntas en Argentina, pero pese a que ahora seguimos otros caminos de nuestras vidas, mantuvimos muy fuerte el colectivo. Mucho antes del proceso forzado de trabajar a distancia en la pandemia, ya habíamos empezado nuestro proceso por los cambios de país. Lo que me sorprendió, como ya estuve trabajando en otros colectivos, fue el modo en que logramos mantener, incluso a la distancia, nuestra configuración, que no tiene jerarquías y es muy horizontal. Por ejemplo, tuvimos la oportunidad de dirigir una residencia artística, aunque no estuviéramos las cuatro en el lugar mismo de la residencia. Los últimos años estuvimos aprendiendo a hacer funcionar esa instancia colectiva sumando las experiencias y las culturas de los lugares en que estamos, en un lugar muy propio que en mi caso me somete a un espacio diaspórico, a un quilombo virtual, no en el sentido tecnológico, sino en el sentido del espacio-tiempo. Bueno y eso es algo que me sorprendió como trabajadora del arte, que se diera todo tan naturalmente.