La retrospectiva abarca cuatro décadas que muestran el talento multidisciplinario de la artista cubana. La muestra, desplegada en seis galerías, ahonda en el comentario socio-político poniendo el énfasis en la religiosidad afrocubana, el dolor colectivo en los Estados Unidos y en aspectos poco conocidos de la diáspora africana, por ejemplo, los trabajadores esclavos asiáticos y las comunidades negras migrantes.
Vista de instalación, María Magdalena Campos-Pons: Behold, Brooklyn Museum, 15 de septiembre de 2023 - 14 de enero de 2024. Foto: Danny Perez
El rojo cadmio que abre la muestra y destaca su título, Behold, evoca el suelo de la tierra de Matanzas, Cuba, donde la artista María Magdalena Campos Pons nació en 1959. Este sentido de arraigo en Cuba, a pesar de la separación física, está en el corazón de Behold, que explora la complejidad de la formación de la identidad diaspórica, y considera historias familiares para narrar las historias globales de la migración negra y asiática.
María Magdalena Campos-Pons, artista de renombre internacional y recientemente merecedora de la beca MacArthur, es una de las mayores figuras provenientes del arte contemporáneo de la Cuba posrevolucionaria. María Magdalena Campos-Pons: Behold, curada por Carmen Hermo, es la primera extensa retrospectiva del trabajo de la artista después de Everything Is Separated By Water (2007) en el Indianapolis Museum of Art. Behold abrió en el Brooklyn Museum en septiembre de 2023. Después, la muestra se embarcará en una gira multiinstitucional. La exhibición abarca casi cuatro décadas del innovador trabajo de Campos-Pons en Cuba, los Estados Unidos e Italia, y en diferentes disciplinas como la fotografía, la pintura, el video, la performance y la instalación multimedia.
Behold, instalada en el Brooklyn Museum del Elizabeth A. Sackler Center for Feminist Art, comienza su recorrido con una obra de Campos-Pons de los años noventa, Spoken Softly with Mama (1998). En la videoinstalación, fotografías de mujeres de la familia Campos-Pons y videos de la artista se proyectan en siete tablas de planchar. Delante de las tablas, hay distribuidas en un modelo centrífugo, planchas de pâte de verre que aluden a los utensilios que usaban las mujeres que trabajaban como ayudantes domésticas. Creando una especie de altar en honor de la invisibilizada labor de las mujeres de su familia, Campos-Pons rinde tributo al trabajo que las mujeres negras realizaron en espacios domésticos de otros, una práctica que la investigadora Saidiya Hartman considera una de las formas en que subsiste la esclavitud. Desde el comienzo, la muestra nos enseña a mirar de cerca el arte, a escucharlo. Detalles íntimos ilustran la serena dignidad de la vida cotidiana negra: los sonidos del trabajo manual, la voz de la artista que canta una canción de cuna, los nombres de las mujeres cosidos en las tablas de planchar con hilo blanco, apenas perceptibles.
La muestra se despliega a través de seis galerías sucesivas. Esta organización del espacio extrae de la obra de Campos-Pons un comentario sociopolítico sobre cuestiones de raza y migración a la vez que desarrolla su interrelación con los temas de género, memoria y religión, resaltando las conexiones que tal vez no se adviertan en una visión cronológica de su trabajo. La primera galería, “The Calling”, enfatiza la centralidad de la religiosidad afrocubana en la crianza, y las comunidades afrocubanas como vehículos de la memoria cultural. Los tonos saturados de azul y rojo evocan la santería de los orishás Yemayá y Eleguá respectivamente, y la importancia del agua y las encrucijadas en la formación del sujeto afrodiaspórico. “Voyeurs and Beholders” utiliza el motivo del “ojo” testigo, para evocar el dolor colectivo y señalar la precariedad de la vida negra en los Estados Unidos, donde Campos-Pons, residente ahora de Nashville, Tennessee, vive desde los años noventa. Ojos abiertos nos devuelven una mirada fija en el tríptico butterfly eyes (For Breonna) (2021), en el que una escena exuberante de flores abiertas recuerda la vida de Breonna Taylor y la energía vital del Movimiento Global por las Vidas Negras.
“Picturing Labor” entabla una conversación con una intersección menos conocida de la diáspora africana: la contratación en términos abusivos de trabajadores asiáticos, una forma sustituta de trabajo forzado usada en plantaciones en todo el Caribe después de la abolición de la esclavitud. Campos-Pons, cuyos ancestros chinos llegaron a Cuba en el siglo XIX para trabajar como trabajadores contratados, explora su propio linaje asiático en obras como The Flag Year 13. Color Code Venice (2013), una reproducción fotográfica de una performance espontánea en la Bienal de Venecia de 2013. En la composición de Polaroid que ocupa varios paneles, la artista aparece resplandeciente en un traje imperial chino y como corona una jaula dorada, el rostro cubierto por cascarilla, una pasta derivada de la cáscara de huevo usada en los rituales de santería. “Extreme Weather” aborda controversias contemporáneas en torno a las herencias de la esclavitud, aprovechando la teorización de la investigadora Christina Sharpe de la antinegritud como contexto para hacer nuevas conexiones entre la obra de Campos-Pons y los actuales debates sobre raza y medio ambiente.
“Picturing Labor” y “Roots & Routes” contienen un corpus de 2006, Sono Qui [Yo soy], presentado aquí por primera vez en los Estados Unidos. La artista produjo estas obras durante su estadía en Padua, Italia, donde interactuó con las comunidades locales de migrantes africanos. En Invocazione alla Questura—Rita of Nigeria (2006), Campos-Pons crea un retrato de Rita, una mujer nigeriana que ella conoció en una comisaría. Según la artista, las dos estaban allí para trabajar en la legalización de su estatus como mujeres negras en Italia. El título de la obra remite a este encuentro personal que se produjo en un espacio de detención durante los viajes de la artista, y está en fuerte yuxtaposición con el uso de restos de material encontrado como telas, envoltorios de sándwiches y las láminas de oro, que aluden al viaje como forma del placer y el consumo. Campos-Pons cubre el rostro de Rita con una capa de oro y cuentas de rubí dándole la protección del anonimato a través de una delicada expresión de belleza. En otra obra, Il pane è vita. Zucchero and company are good (2006), Campos-Pons hace un collage de envoltorios de pan, tapas de CD piratas y retratos de vendedores callejeros nigerianos, en referencia a los muchos migrantes que, despojados de oportunidades de trabajo, se vuelven hacia las economías ilegales. Los rostros de los vendedores están cubiertos o revestidos con lámina de plata; a veces sólo vemos sus figuras evocadas como umbrosas siluetas negras. La representación que hace la artista de esos migrantes revolotea entre invisibilidad y visibilidad, mostrando que aquellos que ocupan los márgenes de la sociedad a menudo no son vistos en toda su humanidad. Campos-Pons nombra mujeres como Rita para desafiar su deshumanización y denuncia cómo la experiencia de la migración negra en el Mediterráneo está marcada por la criminalización y la reclusión, temas que afectan a las diásporas negras en todo el mundo. Gracias a su arte, Campos-Pons arroja luz sobre las estrategias cotidianas de supervivencia de las comunidades migrantes negras.
La última galería, “Process & Performance,” está un poco escondida, y les permite a los visitantes vislumbrar el trabajo de las performances site-specific de la artista, que a lo largo de las década evolucionó hasta abarcar performances procesionales de gran formato, colaborativas y participativas, muchas de las cuales se involucran en una crítica institucional de las exclusiones en el mundo del arte. Constituye todo un desafío exhibir esas intervenciones fugaces e inmateriales, que en muchas ocasiones se hicieron sin anuncio previo y en contextos espontáneos e improvisados. Videos de Habla la madre (2014) y When We Gather (2021), así como una proyección visual sobre una pared de vinilo de una performance procesional hecha por la artista en la Bienal de La Habana de 2021, ilustran el potencial político del trabajo de Campos-Pons en la intersección de arte y práctica social. Estas obras inspiran en nosotros la promesa de sumarnos a ella participando en una próxima performance.
María Magdalena Campos-Pons: Behold, estuvo abierta del 15 de septiembre de 2023 al 14 de enero de 2024 en el Brooklyn Museum of Art de Nueva York, Estados Unidos. Podrá visitarse a lo largo de Estados Unidos en el Nasher Museum of Art de la Duke University del 15 de febrero al 9 de junio de 2024, en el Frist Art Museum del 27 de septiembre de 2024 al 5 de enero de 2025, y viajará al J. Paul Getty Museum del 11 de febrero al 4 de de mayo de 2025.
Lee Xie es doctoranda del Departamento de Español y Portugués de la Universidad de Nueva York (NYU). Investiga y escribe sobre prácticas estéticas feministas en el arte y la cultura contemporáneos. Actualmente está terminando su tesis de doctorado sobre memorias reparadoras de las diásporas chinas en América Latina y el Caribe.
Traducción: Nicolás Gelormini