Crisis en las artes

El Museo Afro Brasil enfrenta la escasez de recursos

El riesgo de un cierre de la institución deja al descubierto la fragilidad financiera del importante espacio que es referencia para la cultura de matriz africana en Brasil.

Protestas y resistencia

Y no fueron voces aisladas. El riesgo de cierre movilizó a otros sectores de la sociedad. Indignados con la noticia, un grupo de artistas brasileños grabó un video donde se resalta la importancia del museo. Y también hubo movilización institucional. Preocupada por el impacto de los recortes, la Asociación brasileña de Organizaciones Sociales de la Cultura (Abraosc) se reunió con representantes del gobierno del estado. Después de las movilizaciones, el gobernador del Estado de São Paulo, João Doria, subió un video donde niega que haya recortes y afirma que “valoriza y apoya a la cultura”.

El riesgo de cierre puso al descubierto la fragilidad financiera de un espacio tan importante. El problema es que que la institución ya trabaja con un presupuesto limitado desde 2015, a causa de un recorte del 12% que obligó a la dirección a reducir el personal en un 27%. “Tenemos un presupuesto muy ajustado y no hay margen para nuevos recortes. Si hay una nueva reducción, no podremos sobrevivir. Ni siquiera podremos pagar los despidos”, dice Ana Lúcia Lopes, coordinadora de planeamiento curatorial del museo, antes de saber que el gobierno había adelantado que revocaría la decisión. Según Lopes, hoy son sesenta y dos los empleados responsables del museo, instalado en un predio de once mil metros cuadrados, dentro del Parque do Ibirapuera, uno de los puntos turísticos de la mayor ciudad de Brasil. Como otras construcciones del parque, el predio fue proyectado por el conocido arquitecto brasileño Oscar Niemeyer, fallecido en 2012 a los ciento cuatro años.

Un amplio archivo y un gran número de visitantes

El Museo Afro Brasil alberga un acervo permanente de siete mil piezas y documentos, recibe la visita de cuarenta mil estudiantes por año y aloja simultáneamente hasta siete exposiciones temporarias. La más reciente, Museo Afro Brasil, en seus 15 anos, celebra São Paulo: uma iconografia urbana, forma parte de la agenda de celebración de la década y media de existencia del museo. Se inauguró poco después de que los empleados alertaran sobre el riesgo de que el museo puede dejar de funcionar por falta de recursos.

En un país racista como el nuestro, si el Museo Afro Brasil cierra, no será reabierto”, dice Neide Almeida, coordinadora del departamento educativo de la institución. Almeida resalta la importancia de que el museo continúe funcionando en buenas condiciones para poder atender al público como corresponde, algo que el presupuesto limitado ya dificulta y que una nueva restricción tornaría imposible.

Más allá de la concurrencia de un gran número de estudiantes, el Museo Afro Brasil tiene un programa de visitas guiadas para adultos mayores, discapacitados y personas socialmente vulnerables. En total, resultan unos ciento ochenta mil visitantes por año. Según Almeida, debido a las limitaciones impuestas en 2015, hay una gran demanda de visitas que el equipo no puede atender. Una fuente del museo cuenta que, después de anunciar que no hará recortes, el gobierno del estado ha estado conversando individualmente con los representantes de los diferentes espacios culturales para tratar cuestiones presupuestarias. Sin embargo, el clima dentro del museo sigue siendo tenso.

Fábia Prates es periodista y ha trabajado en grandes medios brasileños. Actualmente escribe sobre temas relacionados con la cultura, el comportamiento y la comunicación corporativa.

Traducción del portugués de Nicolás Gelormini

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