Conversación con Renny Ramakers

N’GOLÁ: Conectar Santo Tomé y Príncipe con el continente

Para su octava edición, N’GOLÁ, la bienal de Santo Tomé y Príncipe, busca dar vida a un nuevo concepto. La historiadora de arte holandesa Renny Ramakers, encargada de la curaduría, creó un programa para fortalecer los lazos entre el pequeño país insular del Océano Atlántico y el continente africano. Con C& habló sobre cómo llegó a este desafío y su modo intuitivo de trabajo para explorar los intersticios y la belleza como núcleo de un cambio social provechoso.

C&: Es la octava edición de la bienal, pero la primera vez que se incluyen artes visuales, moda, arquitectura, música, gastronomía, tecnología, artesanías y naturaleza… un abordaje interdisciplinario. ¿Cuál es el objetivo de este cambio? ¿Cuáles eran las limitaciones de la estructura anterior?

RR: No había limitaciones estructurales antes. Pero a lo largo de mi carrera como curadora siempre he estado interesada en cruzar las fronteras entre las disciplinas y mezclar las culturas, y he buscado caminos para involucrar al público e interactuar con los visitantes. En este caso, las performances, los talleres y los eventos musicales están directamente conectados con la muestra, y en muchos casos también con el pasado y el presente de Santo Tomé y Príncipe. Busqué celebrar el poder y la belleza de las artes y culturas de África.

Creo que el arte tiene que transgredir, romper los límites y cruzar las fronteras. También creo en el poder de la participación e interacción y cómo esto puedo contribuir a un futuro mejor. Pienso que la belleza es el núcleo de todo cambio social valioso, y creo que las oportunidades y posibilidades se encuentran no sólo considerando tal o cual aspecto sino también los intersticios.

C&: ¿Puede explicarnos cómo obtuvo el trabajo? ¿Cuál es su conexión con la escena artística africana y la Diáspora?

RR: Hace algunos años me ofrecieron rediseñar el centro cultural CACAU de Santo Tomé. Antes que nosotros [el estudio de diseño holandés Droog] comenzáramos el trabajo, hice un viaje de exploración de la isla. Poco después me invitaron a unirme al consejo de una fundación que apoya la cultura de Santo Tomé y Príncipe. Su agenda incluía la bienal, que no se organizaba desde 2015, una razón importante fue la obra de reconstrucción del CACAU, que tomó más tiempo del esperado. Entonces me ofrecí a desarrollar un concepto que le diera un aire renovado a la bienal. La propuesta fue bien recibida y quedé ante el desafío de ponerlo a prueba en la octava edición.

Por otro lado, soy una recién llegada en la escena africana, pero a lo largo de los años he visto muchas muestras, y leído mucho sobre el tema. Trabajé en Ciudad del Cabo y en Dakar, pero esta es la primera vez que estoy en contacto directamente con artistas del continente como curadora.

Estoy profundamente impresionada por la obra de estos artistas, por su fuerza visual y su valiente tratamiento de temas complejos. También estoy contenta de que hayan sido tantos los artistas reaccionaron positivamente al concepto de la bienal.

C&: La declaración de principios dice que se trata de aproximar “el norte y el sur globales y el resto del continente africano para realizar intercambios, colaboración y aprender unos de otros”. ¿Cómo aborda usted la historia del lugar, su propia posición y la creación de nuevas narrativas?

RR: No soy experta en historia africana o de Santo Tomé y Príncipe, pero soy consciente de las tensiones históricas que conectan este país con el continente africano y con Europa, con América y otras partes del mundo. Y que en muchos casos es una historia dolorosa y problemática. Pero al mismo tiempo, me volví recelosa de una narrativa que describe a África únicamente como un lugar de penas y sufrimientos: aunque esta imagen pueda estar justificada por las duras realidades cotidianas y el pasado problemático, fija el continente en un inmerecido cliché de impotencia y falta de iniciativa.

Me encontré con muchos artistas que buscan crear una renovación de su mundo a través de la belleza, la poesía, la ironía o el sentido del humor sin negar la realidad cotidiana. Me resultó inspirador ver cómo la belleza y lo visual pueden tener importancia y un significado profundo y cómo la moda, el estilo y la belleza pueden ser vehículos de dignidad y autorrealización, a veces incluso con efectos terapéuticos.

Mi proceso curatorial es intuitivo. Aunque, por supuesto, comienzo con un interrogante inicial, no busco obra que encaje con o ilustre un concepto predefinido. Interactuar con la obra y la visión de los artistas es esencial. Cada obra que va encajando me ayuda a dar forma y a hacer avanzar la narrativa. En N’GOLÁ, los artistas y las obras que encontré durante mi búsqueda me enseñaron un montón de cosas.

Le doy algunos ejemplos: Yves Sambu, de la República Democrática del Congo le hará un homenaje a Rei Amador, un héroe nacional de Santo Tomé y Príncipe que en 1595 dirigió una revuelta de africanos esclavizados. Sunny Dolat de Kenia está preparando una performance muy ambiciosa, In Their Finest Robes, The Children Shall Return, que requiere la presencia de cada país del continente africano con una prenda de ropa. Para Sunny Dolat, el país, al haber sido lugar de tráfico de miles de personas esclavizadas, ofrece “un escenario para reflexionar sobre un momento, hacer un recuento contemporáneo, recordar y revisitar una de las mayores tragedias de la historia de la humanidad”. Pero esta presentación también representa esperanza, belleza y orgullo, como él afirma en el profundo ensayo que escribió para el catálogo: “Los rituales nos abren una puerta a nosotros, una generación de africanos que desea retornar a lo que somos en su versión más elevada y dignificada… vestidos con nuestras ropas más finas”.

La bienal N’GOLÁ tiene lugar del 26 de julio al 18 de agosto, con un festival de apertura los días 26, 27 y 28 de julio.

Renny Ramakers vive en Ámsterdam y es historiadora del arte. Es cofundadora y directora de Droog, un reconocido estudio de diseño experimental de Holanda. En 1993 ella y Gijs Bakker crearon Droog para dar un mensaje distinto; una concepción de diseño realista con un toque humano que se opone al mundo del diseño de estilo elevado y basado en la forma.

Entrevista de Theresa Sigmund

Traducción del inglés de Nicolás Gelormini

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