Abdias do Nascimento, el fundador del Teatro Experimental do Negro, fue un prominente investigador y radical dramaturgo afrobrasileño. Su presencia –y ausencia– perturbó la participación del Brasil en tres prominentes encuentros de cultura negra africana.
Senghor llegando a la inauguración del Festival Mundial de Artes Negras, Dakar, 1966. Cortesía del archivo PANAFEST.
La obra La Tragédie du roi Christoph de Aimé Césaire. Festival Mundial de Artes Negras, 1966. Cortesía del archivo PANAFEST.
Tapa de la revista del FESTAC 77, Lagos, 1977. Cortesía del archivo PANAFEST.
«Pastinha já foí à África / Pra mostrar capoeira do Brasil (Pastinha fue a África / para mostrar el capoeira de Brasil.)»
Estas palabras fueron tomadas de “Triste Bahia”, una canción de Caetano Veloso, del álbum Transa (1972). Se refieren a Vicente Pastihna, un maestro de capoeira que en 1966 viajó a Dakar donde se realizó el Festival Mundial de Artes Negras (FESMAN), un evento cultural sin precedentes tal como nunca había tenido lugar en suelo africano. A lo largo de tres semanas, más de dos mil quinientos artistas, músicos, académicos y escritores se reunieron en Dakar. La lista de participantes puede leerse como un quién es quién de las mayores figuras de la cultura negra desde comienzos a mediados del siglo XX. Los representantes provenían no sólo del continente africano sino también de Europa y los Estados Unidos, y también de Brasil, el único país de Sudamérica que participó del festival. Tenía una meta ambiciosa, pretendía al mismo tiempo ser la expresión de y el vehículo para una nueva sociedad que enfrentara las promesas de la independencia africana. El proyecto se basaba en la idea de négritude, una filosofía que proclamaba el poder de la “cultura negra” en un plano mundial. “Por la defensa y la ilustración de la négritude”: así es como Léopold Sédar Senghor, poeta y entonces presidente de Senegal, caracterizó solemnemente el proyecto en su discurso inaugural.
Vicente Pastinha fue uno de los cuarenta y tres miembros de la delegación brasileña, entre cuyos integrantes había –además de los dos capoeiristas– cantantes, pintores, escultores y bailarines de una escuela de samba de Río de Janeiro. Agnaldo dos Santos ganó el premio de escultura del festival. En ese tiempo, Brasil estaba bajo una dictadura militar y su participación en el festival reflejaba sus lazos diplomáticos y comerciales con los países del África occidental, principalmente con Senegal. Sin embargo, a pesar de tanto entusiasmo, hubo una ausencia notoria.
Se suponía que al congreso también iría Abdias do Nascimento, el fundador del Teatro Experimental do Negro (TEN) y el hombre que había llevado a Brasil la filosofía de la négritude de Senghor. La compañía del TEN incluso había ensayado una obra para representar en Senegal. Después de todo, el festival era un espléndido escenario para que los artistas afrobrasileños pudieran destacar su herencia africana y contribuir a ese proyecto de una colectividad mundial a través de la négritude común. Al final, sin embargo, no pudieron participar por culpa de la censura impuesta por el gobierno brasileño, tal como lo dio a conocer Nascimento en una carta abierta publicada durante el festival en el semanario senegalés L’Unité Africaine, y que luego volvió a circular en las páginas del influyente periódico Présence Africaine. En la carta, Nascimento revelaba las circunstancias políticas subyacentes a la situación: los organizadores del contingente brasileño habían excluido de los preparativos para el festival a los afrobrasileños más militantes. El TEN siguió existiendo hasta 1968, cuando Nascimento, arrinconado por el régimen militar, fue obligado a exiliarse en los Estados Unidos. Allí estableció fuertes lazos con los líderes de los movimientos por los derechos civiles y contra la discriminación racial.
Cover of a magazine. FESTAC 77, Lagos, 1977. Courtesy of PANAFEST archive
Se suponía que al congreso también iría Abdias do Nasci
Al Segundo Festival Mundial de Artes Negras, en Lagos, 1977, Brasil envió una delegación impresionante conformada por diplomáticos, intelectuales, artistas, músicos
y realizadores cinematográficos. La publicación oficial celebró la pacífica integración por parte de Brasil de rasgos y pueblos africanos, integración que el contingente brasileño mostró principalmente a través de manifestaciones culturales como el samba y las religiones afrobrasileñas. En esta ocasión Nascimento estuvo presente. Sin embargo, no debía agradecer su presencia a Brasil: él era catedrático invitado en la Universidad de Lagos, que no dudó en ofrecerle una libertad de palabra de la que él hizo apasionado uso para afirmar su postura disidente en una intervención llamada Democracia racial en Brasil: ¿mito o realidad? Podemos imaginar la respuesta que dio a esa pregunta. A la vez, allí mostró la evolución de su pensamiento: sus ideas estaban claramente influidas por el movimiento panafricano y el movimiento afrocéntrico estadounidense, como se evidenció, particularmente, en su tratamiento del “colonialismo interno”.
En esta historia hay un capítulo más, que a la vez constituye su conclusión. El nombre de Nascimento puede leerse en la lista del consejo asesor del Tercer Festival de Artes Negras de Dakar, 2010. Nascimento murió un año más tarde a la edad de noventa y siete años.
Cédric Vincent es antropólogo y becario posdoctoral del departamento de Antropología de la Escritura (EHESS-París), donde es cocurador del programa Archivo de los Festivales Pan-africanos, apoyado por la Fundación de Francia.
Traducido del inglés por Nicolás Gelormini.