Aline Baiana, Mina desactivada, Minas Gerais, enero de 2020. Imagen de investigación. Cortesía de la artista
En 2012, la joven Aline Baiana, quien vivía en Río de Janeiro desde los 14 años, ya había completado el curso de Cine y pasó de la fotografía documental al activismo tras una formación en Gestión Ambiental. Mientras realizaba intervenciones en las calles de Río de Janeiro en protesta contra la flexibilización de las reglas del Código Forestal, se abrió el camino hacia el arte contemporáneo a través de una capacitación en la Escuela de Artes Visuales de Parque Lage, a la que asistió apoyada con una beca de dos años. A partir de entonces, su trabajo comenzó a incluir videos, objetos e instalaciones, con invitaciones a exposiciones, festivales y exposiciones en diferentes ciudades de Brasil. En 2019 participó en la Bienal de Sharjah 14, en los Emiratos Árabes Unidos, con un trabajo sobre los impactos económicos y ambientales de las centrales hidroeléctricas. En 2020 formó parte de la Bienal de Berlín con una instalación que hace referencia a los delitos ambientales provocados por la ruptura de represas mineras en Brasil.