Ôpa N’ilê Ceptro da Terra, 1997, escultura
Ampliamente conocido por conjugar las funciones sociales de sacerdote, hombre religioso y artista, el escultor Deoscóredes Maximiliano dos Santos nació en Salvador de Bahía en 1917, y murió en la misma ciudad en 2013. Hijo del matrimonio de Maria Bibiana do Espírito Santo –Mãe Senhora, tercera Iyalorixá del terreiro Ilê Axé Opo Afonjá, fundado en 1910– y del sastre Arsênio dos Santos, Mestre Didi estuvo casado cuarenta y tres años con la antropóloga Juana Elbein dos Santos. Entre 1948 y 2003 publicó diversos libros sobre la cultura afro-brasileña. Su nombre está ligado a lucha por el reconocimiento y respeto a la tradición afrobrasileña del culto a los orixás. Iniciado por la Iyalorixá Eugênia Ana dos Santos –Mãe Aninha–, en 1936 asume el puesto de Assoba, el más alto del culto al orixá de la tierra Obaluayê/Omolu y pasa a confeccionar objetos rituales de esa divinidad. Más tarde fue investido como Alapini, el sacerdote más importante del culto a los Egun ancestrales, antigua tradición del pueblo de Yorubá, Nigeria. Los objetos materiales de ambos cultos, con fuerte atractivo estético, ejercieron mucha influencia en las obras más características de la producción dejada por Mestre Didi.
A partir de la década del sesenta, cuando comenzó a exponer su producción, ésta comenzó a circular dentro y fuera de Brasil, entre otros países en Alemania, Argentina, Estados Unidos, Francia, Ghana, Inglaterra, Italia y Nigeria. A medida que se fueron exhibiendo sus obras, se hizo evidente la calidad del diálogo emprendido entre lo sagrado las de tradiciones de origen y la permanencia en el mundo contemporáneo de los valores africanos, que él se dedicaba a custodiar. En los originales objetos de Mestre Didi la memoria es creación. Al sacerdote-artista se lo recuerda frecuentemente por haber sido uno de los tres brasileños presentes en la exposición Magiciens de la terre, realizada en 1989 en el Centro Georges Pompidou de Francia. Esa muestra es una referencia importante, ya que escapó del eje Europa-Estados Unidos y abrió oportunidades a otras narrativas artísticas. En 1996, Mestre Didi tuvo su propia sala en la 23ª Bienal de São Paulo, donde reveló una vez más su poética singular, en la que materiales orgánicos, caracolas, semillas, cuero, nervaduras y hojas de palma dan vida a pájaros, serpientes y a elementos rituales del Candomblé como el Ibiri de Nanã y el Xaxará de Obaluayê/Omolu. Reverenciado como el “Escultor de lo Sagrado” en 2009 por el Museo Afro Brasil, la obra de este artista-sacerdote está presente en colecciones privadas y públicas, entre otras, las colecciones del Museo de Arte Moderno de Bahía y del ya mencionado Museo Afro Brasil, de São Paulo.