C&: ¿Qué la llevó a comenzar el proyecto Conexiones Transatlánticas?
Gabriela Salgado: Me especialicé en arte latinoamericano y trabajé en la región por más de quince años. En 2008 hice mi primer viaje a África occidental para asistir a la 8ª edición de la bienal de Dakar, y a través de conversaciones con artistas y curadores me di cuenta de que entre las escenas artísticas de Latinoamérica y África había más coincidencia que diferencias en aspectos relaciones con el mainstream, la historia del arte canónico y el mercado. Por eso comencé a investigar las causas históricas de la falta de diálogo entre África y Latinoamérica en el campo de las artes visuales y a construir modelos prácticos de cooperación entre artistas de ambos lados del Atlántico. A partir de reflexiones sobre estas cuestiones me di cuenta de lo invisible que eran las huellas de la herencia africana en el arte que se produce en la mayor parte de Latinoamérica y esto es especialmente impresionante en aquellos lugares donde gran parte de la población es negra o mestiza. Creo que con el objetivo de agradar y ser aceptada en el mainstream internacional, nuestra producción artística se ha autocolonizado mediante un constante proceso de blanqueamiento y occidentalización de sus discursos. Con la excepción de la Bienal de La Habana cuyas primeras ediciones de 1984 y 1986 pusieron énfasis en mostrar artistas del sur global, hasta hace muy poco la mayoría de las bienales y muestras de Latinoamérica le daban la espalda a África. En consecuencia, empecé a trabajar en conjunto con la organización colombiana Más Arte Más Acción, con Portes et Passages de Retour de Senegal y con Doual’art de Camerún y organicé tres intercambios de artistas entre 2012 y 2014. En 2013 conocí a Lucrezia Cipitelli, que había trabajo en proyectos vinculados África y Latinoamérica y estaba investigando las posibilidades de hacer un programa de intercambio entre artistas colombianos afrodescendientes y artistas africanos, con el foco en prácticas urbanas y comunitarias. Decidimos fundar Conexiones Transatlánticas y proponer un intercambio artístico para el programa de la siguiente Dak’Art en colaboración con la Association Cie 1er Temps y sus bailarines, fuertemente arraigados en Ouakam y su comunidad.