Conversación con Pêdra Costa

“Mi posición en el mundo es en una encrucijada”

En esta entrevista, la artista brasileña habla sobre el concepto de conocimiento invisible y explica cómo su trabajo decodifica y transforma la violencia para devolverla al público de manera estética.

Nunca esperé la aprobación del mercado del arte y de la academia. Esa máquina de producción, competencia y aprobación es extremadamente violenta. Nunca me fue dada la aprobación y, automáticamente, quedé fuera de la competencia y la producción. Cuando todo decía «no», yo decía «sí». Es un camino solitario, pero libre. Por esa razón, mi trabajo se basa en la acción directa, en la urgencia de vida y en el tiempo de maduración que requieren las obras en sí. Hay personas que me consideran radical. Y lo soy, porque voy a la raíz de las cosas, las bases de las estructuras sociales. Eso se muestra en los feedbacks, muchas veces violentos, que recibo. Y ese es mi trabajo: poner el descubierto el falso estado de bienestar a través de la repugnancia, y potenciar las subjetividades subalternizadas a través de la empatía. Mi trabajo es específico y, digamos, limitado a lo performático, pues es necesario que yo esté presente para que en el público se produzca de la manera más efectiva la empatía, la apatía o la repugnancia. Todas esas formas de recepción y feedback alimentan mi trabajo. Puedo afirmar una cosa sobre el conocimiento invisible: en lo íntimo, no hay espacio para la deshonestidad.

C&AL: Esa relación entre intimidad y colectividad es uno de los elementos que más me llama la atención de lo que dice. ¿Cuál es su relación con las comunidades de que participa y cómo describiría (interseccionalmente) su propia posición en el mundo, entre la singularidad de tener su cuerpo-vivo y las colectividades que él encarna?

PC: Me parece que las relaciones son muy formales, y más formales en la academia, y más en Europa y más en el networking del mercado de arte. Yo trabajo mucho borrando las esferas de lo público y lo privado. Y sigo un camino que considero muy particular, al llevar a esos espacios una forma de estar que crea afectividades donde hay formalidades, aproximaciones donde hay distancias. Eso puede ser riesgoso, pero me juego por lo que creo, porque me percibo como una persona empática. No hay lugar para la duda cuando se usa la intimidad para conectar la colectividad. Mi posición en el mundo es en una encrucijada, y en el encuentro de saberes incorporados en los que el conocimiento se adquiere con la experiencia. Saberes del Sur y del Norte global, del pasado y del futuro, saberes canónicos y de las calles. Esos conocimientos con esos nombres específicos aparecieron muchos después en mi vida, y entonces lo que hice fue reconocer y agradecer. Reconocer las cuestiones queer, anticoloniales, empáticas, comunitarias, interseccionales, geopolíticas, etc. y agradecer por los esfuerzos de esas personas que centran su vida en desmantelar los proyectos violentos contra las subjetividades no normativas, no blancas, no occidentales, no privilegiadas. Mi forma de estar en el mundo es revelar las violencias que me formaron y siempre estar en diálogo con las comunidades de las que formo parte.

C&AL: En medio de esa encrucijada de saberes, fuerzas y formas que componen su trabajo, concluyo con una pregunta: ¿cómo lee el futuro ante el nuevo ascenso del fascismo en el nivel global y la rearticulación brutal del colonialismo en Brasil?

PC: Pienso que nunca salimos de ese tiempo colonial. Vamos a continuar luchando y sobreviviendo con las herramientas que desarrollamos, con los conocimientos invisibles.

Pêdra Costa tiene su propio cuerpo como base de su trabajo y actúa por medio de arte performático, videos y textos, y haciendo uso de epistemologías complejas y fragmentadas de las comunidades queer. Sus trabajos están impregnados del conocimiento que fue destruido casi completamente por el proyecto colonial. El(la) pone en juego la estética política pospornográfica y estrategias anticoloniales. Y enfrenta los fracasos cotidianos, transformándolos en fuerza creativa siempre en conexión con ancestralidades mixtas y olvidadas.

Jota Mombaça es una bicha no binaria, nacida y criada en el nordeste de Brasil, que escribe, hace performances y realiza estudios académicos sobre las relaciones entre monstruosidad y humanidad, anticolonialidad, redistribución de violencia, ficciones visionarias, el fin del mundo y las tensiones entre ética, estética, arte y política en la producción de conocimiento del sur-del-sur global.

Traducción del portugués de Nicolás Gelormini

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