Hablamos con Nuno Silas, artista de Mozambique, sobre su trabajo en la exposición en línea «Dissident Planets» (Planetas Disidentes), comisariada por Diogo Bento.
Nuno Silas, de la serie la The Intensity of Identity (La intensidad de la identidad), 2019-2020. Cortesía del artista.
Nuno Silas, from the series The Intensity of Identity, 2019-2020. Courtesy the artist.
C&: Usted ha vivido en varios países y continentes. ¿Cómo ha moldeado esa experiencia su práctica en términos de los medios que explora?
Nuno Silas: Crecí en la década de 1990 en Maputo, Mozambique, una ciudad moderna, cosmopolita y postcolonial con una vibrante escena cultural. Desde temprana edad me interesó viajar. A medida que fui creciendo, decidí seguir mi deseo de pasar por diferentes culturas y experiencias. Estar en diferentes lugares y culturas afecta la forma en que entendemos el mundo. A veces me propongo trabajar desde esta comprensión provisional de los lugares en los que estoy y mezclarla con mi formación cultural. Me interesan sobre todo los ejercicios de automatismo psíquico y la fotografía, que ofrece una idea ficticia de algo, de un sentimiento. Por lo tanto, ofrece un abanico de posibilidades para crear nuevos discursos y significados. Sin embargo, a veces trato de evitar pensar demasiado, ya que trabajo con impulsos interiores: refotografiar, superponer, pixelar mi retrato, y posteriormente crear capas y hacer representaciones visuales asociadas con un sentido de deseo: cuerpos asfixiados, violencia y, a veces, fuerzas espirituales que operan dentro del cuerpo
C&: Su actitud hacia la fotografía es experimental. ¿Cuál ha sido su evolución dentro de ella?
NS: La experimentación es fundamental para mis conceptos. El proceso de ensayo y error me ofrece opciones que me permiten explorar con diferentes técnicas. Por otro lado, me permite proponer una nueva definición del arte, así como representaciones contemporáneas únicas del mundo de la migración, la identidad y el poder. Cuando miras mi trabajo, puedes ver una idea de repetición del «yo». En él se recrea una conciencia sensible respecto a la mirada que se tiene de mí, como inmigrante africano y negro en Europa. Esta práctica examina mi construcción de identidad al mostrar diversas representaciones del cuerpo negro en el arte. Así ha evolucionado mi práctica artística. Ahora, pensando en la improvisación visual y la repetición, se trata de simular sentimientos y preguntarme ¿quién soy? Responder a esa pregunta es un ejercicio político particular de autoexpresión.
C&: A menudo recrea su propia imagen en su trabajo, pero ésta no siempre lo representa. ¿Podría contarnos más sobre la representación del cuerpo negro y cómo decide explorarlo teniendo en cuenta su público?
NS: En el mundo postcolonial, el cuerpo negro se ha convertido en un tema de investigación en varios campos, especialmente en la Diáspora, y la representación artística africana ha producido una reflexión crítica en torno al colonialismo y al racismo. Esta reflexión tiene como objetivo renovar nuestra comprensión y conciencia de la historia negra y las artes visuales, creando una asociación de símbolos, proponiendo un discurso contemporáneo y creando una narrativa decolonial.
En Crítica de la razón negra, Achille Mbembe argumenta que el cuerpo negro está asociado con una geografía específica, así como también con elementos físicos que se relacionan con una condición racial: extrañeza, inferioridad y primitivismo. Estos, a su vez, se asocian con ideas de poder, clase y género. Así que en mis obras reflexiono sobre el proceso de resistencia y negociación del espacio, no como activista sino como artista, cuestionando por qué la fenomenología de los negros a menudo se asocia con una lucha por algo, rodeada de una atmósfera incierta. Y a veces, mi obra trata de sentimientos imaginarios de representación.
Mi trabajo se dedica a encontrar una manera de amplificar la negritud, actuando la experiencia Negra, proponiendo una reflexión sobre las características constitutivas físicas, psico–geográficas y políticas de mi condición. Últimamente pienso en expresar identidades negras sin fotografiar personas o imitarlas. Por ejemplo, en Intensity of Identity (Intensidad de la identidad), que está expuesta en línea, me uso a mí mismo como objeto artístico. Investigo diferentes problemas de la condición humana, al imaginar, recrear y tratar la identidad de múltiples maneras para desencadenar diferentes significados. Mis obras pueden reflejar un imaginario, una manera simbólica de proponer ideas sobre la asfixia, el trauma y el poder, no como accidente, sino como elección estética con un efecto estético. Creo que estos retratos tienen varios significados que cambian según el contexto interpretativo en donde se colocan. Creo que el arte tiene el poder de desarrollar una nueva forma de leer el mundo. Mis representaciones visuales metafóricas exponen el dolor y la tristeza.
Dissident Planets (Planetas disidentes) reunió a cinco artistas bajo el paraguas de la iniciativa Catchupa Factory/Family Matters. La exposición intenta expandir los discursos en torno a perspectivas afrocéntricas del mundo y la decolonialidad, centrándose en la experiencia diaspórica.
Nuno Silas asiste actualmente al programa de maestría de Artes Verbales y Visuales Africanas y Estudios Curatoriales en la Universidad de Bayreuth, donde tiene una beca de la Fundación Calouste Gulbenkian (Portugal). En sus performances e instalaciones, explora los componentes físicos, psico-geográficos y políticos de su condición nómada.
Diogo Bento es artista y curador que vive y trabaja en São Vicente, Cabo Verde. Es miembro fundador de AOJE, una organización dedicada a la fotografía.
Entrevista por Will Furtado.