Muntú Bantú, el único Centro de Memoria Afrodiaspórica en Colombia, se encuentra en Quibdó, la capital del Chocó, el departamento más poblado por afrodescendientes en el país. Desde hace más de una década, el historiador Sergio Mosquera dirige una nave donde las memorias de la gente africana esclavizada en América están en el centro, no en alguna sala anexa en aquella historia eurocéntrica que hasta ahora se ha querido levantar como el acta oficial de este territorio.
Sala General Muntú Bantú, Centro de Memoria Afrodiaspórica, Quibdó, Chocó.
Para avanzar, hay que descender.
El edificio de Muntú Bantú, que se encuentra sobre una suerte de colina vegetada, crece hacia abajo. Sergio Mosquera, quien personalmente guía nuestra visita, nos invita a bajar las escaleras luego de enseñarnos sus fotografías de las “puertas del no retorno” que tuvieron que cruzar los millones de cautivos que embarcaron en los puertos de la costa occidental africana para venir a trabajar como esclavos en América. Ir hacia abajo entonces es como bajar por la escotilla de un navío esclavista europeo, como el barco Lord Ligonier que corona la fachada de Muntú Bantú. Pero también es como bajar la serranía del Baudó, en el Chocó, donde muchos hijos de africanas encontraron su libertad desde el siglo XVIII.
Fachada Muntú Bantú, Centro de Memoria Afrodiaspórica, Quibdó, Chocó.
Avanzar hacia abajo parece algo contraintuitivo, algo que nos desorbita. Pero, paradójicamente, en este viaje tiene todo el sentido. El recorrido mismo reta la memoria colonial con la que enseñaron nuestros cuerpos, se pone incluso en duda el curso del tiempo mismo como línea de ascenso. Es un movimiento que revoluciona, un simple gesto que convoca el advenimiento de otro tiempo. Un tiempo en el que la memoria es el centro mismo, la brújula para desandar los pasos de quienes nos precedieron en el camino hacia la libertad.
La profusión de imágenes y objetos en este centro son, más que piezas individuales y autocontenidas, estímulos para el recuerdo. Bajando las escaleras hay una foto enmarcada de Malcolm X, debajo una cita de él: “Vean por sí mismos, escuchen por sí mismos, piensen por sí mismos”.
En otra pared está escrito un poema que ha sido atribuido a Manuel Saturio Valencia, mártir chocoano, la última persona en ser legalmente ejecutada por fusilamiento en Colombia en 1907, por un crimen que no cometió. Allí se lee:
[…]
Negro fue san Benedicto
Negras fueron sus pinturas
Y en la sagrada escritura
Letras blancas yo no he visto
La principal apuesta de este centro de memoria es ofrecer representaciones de la gente negra más allá de los clichés iconográficos: propiciar nuevas formas de pensar e imaginar la identidad afrocolombiana, no solo al recordar y figurar la supervivencia, sino al celebrar la resistencia como parte esencial de la identidad colectiva del país, un antídoto contra las ideologías dominantes del blanqueamiento y el mestizaje.
Sala Religiosidad, Muntú Bantú, Centro de Memoria Afrodiaspórica, Quibdó, Chocó.
Nombrar y retratar personajes claves en la historia del movimiento negro es una ruta importante, pero para hablar de representación, el guión museográfico de esta historia no se limita a imágenes. También los censos de esclavizados en las provincias mineras del Chocó, las cartografías históricas del poblamiento, las consideraciones etnolingüísticas del español, los tempranos discursos políticos antirracistas y las fábulas ocupan todos su lugar.
Incluso, antes de bajar por las escaleras se dedica buena parte del recorrido a las historias de la antropofauna afrodiaspórica: en una sala llena de esculturas y pinturas de animales, el cusumbí, las ananses, tío tigre y tío conejo se encuentran entre leones, jirafas y elefantes africanos. El profesor Mosquera nos habla así del encuentro de los mundos, porque justamente es en la frontera entre lo humano y lo no-humano donde también hay que ir a sondear las herencias culturales africanas en América. Es allí, en el cruce de caminos entre la vida y la muerte, donde hay que buscar la presencia negra.
Muntú Bantú es una fundación sin ánimo de lucro, que se vería muy beneficiada si las personas interesadas en apoyar su labor contribuyen con donaciones o mediante ayuda en la gestión. Si tiene interés en colaborar, ingrese aquí
https://www.muntubantu.com/
Texto y fotos: Nicolás Vizcaíno Sánchez (1991) es, según convenga, un artista, escritor o investigador que trabaja desde las montañas de Colombia.