10ª Bienal de Berlín

Las Nietas de Nonó: “Es urgente transformar el dolor”

Las hermanas y artistas puertorriqueñas Lydela y Michel Nonó están presente con sus performances al tiempo en la 10ª Bienal de Berlín. Theresa Sigmund habló con ellas para Contemporary And (C&).

C&AL: En sus performances, ustedes emplean su historia persona y la de sus parientes, para relacionarse desde allí con las experiencias de las comunidades negras marginadas en Puerto Rico. ¿Por qué eligieron este enfoque autobiográfico?

M: El silencio ha sido una provocación para reflexionar sobre otras historias de un archipiélago colonial con un discurso “oficial” homogeneizado. Cuando la abuela ha sido expropiada de su casa, una prima nace en la cárcel, le han extraído los órganos reproductores a las mujeres y demonizan a las curanderas, queremos reflexionar al respecto desde nuestro arte. Y si a la vez estas historias encuentran su espejo en otros cuerpos negros, nos urge exponerlas. Entrar en el espacio del performance con una dramaturgia fragmentada nos permite tener espacio para que la información a la cual no podíamos acceder por medio de la racionalización se revele. Crear desde nuestras vivencias es también buscar estrategias para ir practicando la descolonización de nuestros cuerpos.

L: Es urgente transformar el dolor. Estamos sanando las heridas de mis abuelas, de Mami, de las mujeres y los hombres de la familia. Debemos recuperar el espacio de las voces calladas. Es parte de nuestra práctica profundizar en la memoria del cuerpo, en sus células, sus huesos, hasta abrir una ventana a la memoria ancestral para liberarnos del trauma. El acercamiento autobiográfico me hizo tener una comprensión de mí misma. Cuando desarrollamos una escena, no entiendo con la razón por qué hago tal gesto o digo una frase. Por ejemplo durante el desarrollo de Manual del bestiario doméstico surgió la frase: “El mismo miedo de abuela, el mismo miedo de Mami”, mientras cerraba una nevera vacía y vieja con un cuchillo en la mano. En ese momento escénico me conecté con mi abuela materna, Providencia, a quien no conocí viva, y se despertó en mí más compasión y amor por las mujeres de mi familia que han luchado por vivir, a pesar de la escasez y el desplazamiento.

C&AL: Ustedes a menudo examinan las circunstancias de su vecindario. Performances como Manual del bestiario doméstico, sobre la vida de una familia, tienen lugar en su propia casa. ¿Hay alguna separación entre su vida privada y su práctica artística?

L: Los vínculos que hemos heredado en nuestro barrio fueron claves en el proceso de creación del Manual del bestiario doméstico. Mientras creabamos, la casa comenzó a hablar y aportar una capa más. En cada presentación había algún momento inesperado, en medio de la pieza un vecino me llamó desde la calle para darme un recado, yo atendí a mi vecino mientras seguí con mi performance, todo a la vez. Todo es parte del proceso. Apostamos a la integración de todo lo que rodea las circunstancias del performance. La casa tiene una sonoridad muy del barrio. No me imagino Manual del bestiario doméstico en el espacio estéril que puede llegar a ser un teatro, que en Puerto Rico además nos impone barreras de producción, con una burocracia aplastante. No puedo imaginar una práctica artística separada de la vida cotidiana.

C&AL: En su práctica, ustedes examinan muchos problemas de las comunidades negras en Puerto Rico. ¿Cómo se siente, como artistas negras, presentar su trabajo en Berlín?

L: Apoyamos en nuestra comunidad acciones contra del cierre de las escuelas y a favor de la recuperación de nuestro barrio, afectado por el huracán María. Nuestro barrio lucha por recuperar la escuela elemental en la que han estudiado más de tres generaciones y que el gobierno decidió cerrar en mayo de 2017. Eso es un gran problema para una comunidad negra, de clase trabajadora, que apenas cuenta con aceras para caminar y no tiene transporte público eficiente. Estas acciones provocan el desplazamiento de las familias, que ahora se ven obligadas a emigrar a los Estados Unidos. En la medida que nuestra propuesta artística se visibilice y cuestione las problemáticas de nuestras comunidades negras, ahí es donde vemos reside la importancia de estar en la Bienal de Berlín.

M: Cómo parte de nuestra investigación en Berlín para Ilustraciones de la mecánica, conectamos con activistas e historiadoras afroalemanas. Cuando hablamos desde nosotras como artistas negras queer en un sistema colonial, no permanecemos en un contexto aislado, sino encontramos similitudes con procesos de exclusión y violencia para los cuerpos negros en el mundo. Las múltiples relaciones que hemos cultivado en Berlín a partir de nuestra investigación han sido hermosas y agradecemos al proceso mismo

C&AL: ¿Compartirían con nosotros el concepto de su contribución para la 10ª Bienal de Berlín?

M: Desde el 2016 recopilamos información sobre el complejo médico industrial: la violencia obstétrica y la demonización de las curanderas, que se ha materializado en la pieza Ilustraciones de la mecánica. 
Las ilustraciones se han nutrido de presentaciones en Haití, Cuba y Chicago. En esta Bienal en Berlín presentamos una instalación multimedia que reflexiona sobre los cuerpos negros sometidos a la experimentación en el hospital, la escuela y la cárcel. La instalación estará en proceso durante toda la Bienal.

L: Nos entusiasman los procesos largos y expansivos, los espacios inusuales y un grupo pequeño de espectadores para generar conexiones más íntimas. Pienso en un teatro vivo, y para sostener eso hay que continuar creando en cada momento, sentirnos, sentir a la gente, dejar que el espacio nos hable. Que no exista separación el actor y el espectador, y que se genere un espacio donde todos somos actores y testigos a la vez. Un laboratorio en tiempo real.

Theresa Sigmund es una científica cultural independiente. Como editora/coordinadora de Contemporary And (C&), vive y trabaja en Berlín.

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