C&AL: ¿Cuál es el papel que desempeña el curador indígena en el arte contemporáneo?
NT: En mi opinión, este curador tiene un origen indígena, pero no sólo trabaja con la cuestión indígena. Yo misma investigo otros temas, como cuestiones relacionadas con la mujer y la infancia. No me gusta estar pegada a las etiquetas. Ahora, veo la curaduría como un acto político, sobre todo en el Brasil de hoy, donde los derechos de los pueblos indígenas vienen siendo constantemente amenazados por el gobierno federal. El arte funciona como instrumento de lucha para los indígenas. Corresponde a la curaduría dar visibilidad a esa producción efervescente y llevarla al mayor número de personas.
C&AL: ¿Qué enfoques buscaste para la exposición Véxoa: Nós Sabemos?
Hace cerca de dos años, cuando participé de un seminario sobre el pensamiento decolonial en la Pinacoteca de São Paulo, investigué por qué la institución no poseía ni una sola obra de un artista indígena en su archivo. En aquella oportunidad, dije que veía varias representaciones de indígenas en obras de arte, pero ninguna de ellas hecha por un indígena, y que, por lo tanto, no me sentía representada por aquello. Meses después, la Pinacoteca me buscó para hacer la curaduría de una exposición sobre la producción contemporánea de artistas indígenas. Seleccioné 23 nombres de diferentes etnias y regiones del país, entre colectivos y artistas independientes, que trabajan con esculturas, objetos, videos, fotografías e instalaciones.
Y busqué, sobre todo, respetar el lugar de enunciación y los anhelos de cada uno de los artistas. Como la idea fue trazar una línea de tiempo, también miré el pasado reciente y traje los dibujos de 1970 del Pajé Gabriel Gentil Tukano (1953-2006), que vivió en el Amazonas, además de pinturas hechas en la década de 1990 por el gran pensador indígena Ailton Krenak, de Minas Gerais. Para mí, fue una sorpresa descubrirlo como artista. También hay artistas jóvenes, como Tamikuã Txihi [integrante de la comunidad tekoa itakupe, Tierra Indígena Jaraguá, en São Paulo]. Ella expone las esculturas Áxiná (exna), Apêtxiénã y Krokxí, que en 2019 fueron blanco de vandalismo en una exposición de arte indígena en la ciudad de Embu das Artes (SP).