Conversación con Antwaun Sargent

Romper fronteras entre revistas y museos

Poco después de publicar su primer libro como editor de fotografía, The New Black Vanguard, Antwaun Sargent curó la exposición Just Pictures en el espacio projects+gallery de St. Louis, en Misuri. Hablamos con el neoyorkino sobre su selección internacional y sobre la creación de imágenes entre lo conceptual y lo comercial.

C&: ¿Entonces el mundo virtual ha sido su lugar principal de exploración para esta exposición?

AS: Ahí he encontrado algunos artistas, pero hay otros como Joshua Kissi, a quien conozco desde hace diez años. Y hay otros más, cuya obra conocí en escenarios más bien institucionales o en galerías. Entonces, es una mezcla de formas de llegar a los artistas y entrar en contacto con su trabajo; una mezcla entre espacios tradicionales y no tradicionales, como las redes sociales. Ambas rutas son importantes para el descubrimiento. Por eso no las pondría en una jerarquía.

Dicho esto, hubo otro principio de más para organizar la exposición. A través de mi libro The New Black Vanguard (La nueva vanguardia negra), yo pude empezar una conversación en torno a los fotógrafos jóvenes de la diáspora africana. Todas estas imágenes son parte de esa diáspora. Está, por ejemplo, Renell, que tiene raíces dominicanas; están también Mous Lamrabat, de raíces norteafricanas, Yagazie Emezi, de raíces nigerianas, y Ruth Ossai, también de raíces nigerianas pero criada en Londres. El proyecto es un recorrido real por los fotógrafos jóvenes de la diáspora. Y no se refiere estrictamente a las redes sociales o los museos, porque estos artistas fluyen permanentemente dentro y fuera de esos espacios. Es un reconocimiento de cómo han sido capaces, por un lado, de evitar esos espacios y, por el otro, de usarlos para garantizar que su obra sea vista y sus preocupaciones sean comprendidas.

C&: Usted habló de imágenes ubicadas entre lo comercial y lo conceptual. ¿Qué es lo particular de crear imágenes en ese espacio?

AS: El mundo artístico tradicional divide lo comercial de lo conceptual. La historia tradicional de la fotografía no dice que una cosa es la pieza de arte y otra cosa el producto comercial. Creo que es interesante dejar que los artistas se opongan a esa distinción y que digan: “Esta es toda mi obra, tú ya verás qué haces con ella”. Me parece que es un punto de partida más honesto.

Pero hay más. Pensemos en la famosa exposición The Pictures Generation 1974-1984, en Douglas Crimp y en cómo lograron hacer cosas divertidas con la publicidad y con la pauta comercial, y cómo descartaron con cierta arrogancia las imágenes disponibles para producir reflexiones sobre las redes del deseo y el poder. Esa actitud viene incorporada en el trabajo de estos artistas jóvenes. Ya no sienten que estén por fuera y puedan seguir diciendo: “Mira esto, mira cómo la publicidad afecta la forma como nos percibimos”. Hoy ellos, sin ninguna atadura, hacen esa crítica desde su propio trabajo, usando el poder de la publicidad como un lenguaje para crear imágenes. Después, ellos llevan eso a los museos o lo cuelgan en internet, y en cada uno de esos contextos, la obra termina teniendo un significado distinto. Ese es el poder de estas imágenes. Dependiendo del espacio en que aparezcan, van cambiando su significado. Por ejemplo, la imágen de la carátula de The New Black Vanguard es una de las fotografías que Tyler Mitchell hizo para Vogue, y era una pauta publicitaria de belleza y de lápices labiales. Pero estando en la carátula eso ya no se entiende así.

Para algunas de estas conversaciones, decidí comenzar con The New Black Vanguard y luego explorar más. La exposición muestra una serie de obras personales –ninguna tiene fines comerciales o publicitarios– y es lo suficientemente abierta para incluir a otros artistas bajo la idea de lo que yo llamo la Nueva Vanguardia Negra. Hay fotógrafos nuevos como Justin Solomon, que trabaja en St. Louis y tiene una obsesión con las sombras, con el deseo en las amistades y con unas siluetas verdaderamente hermosas. Lo suyo es una investigación sobre la identidad, pero con una fuerza excitante y abstracta. Y está también Arielle Bobb-Willis, con sus reflexiones sobre el cuerpo y sobre la relación entre algunos pintores del siglo XX, como Jacob Lawrence, y sus propias fotografías.

Entonces, al disolver lo conceptual y lo comercial, los artistas terminan haciendo lo que quieren; se valen de referencias y se inspiran en su propia vida, en nuestra historia y en la historia de la fotografía. Todas esas cosas convergen en sus imágenes y las convierten así en un material de lectura muy rico.

C&: La colaboración y la complicidad entre el artista y el modelo están muy presentes en esta exposición y parecen abrir nuevas posibilidades visuales. ¿Cómo han cambiado las dinámicas entre artistas y modelos en años recientes?

AS: Érase una vez, tú llegabas a un set y hacías solamente lo que el fotógrafo te decía. Ahora se colabora un poco más. Ruth Ossai, por ejemplo, suele retratar a su familia y le da la libertad de escoger qué ropa ponerse, y cosas así. Pero me parece importante entender que una cámara es un instrumento de control. Al final, la persona que usa la cámara es quien controla la creación de la imagen. Es su autor genuino. Entonces, si bien sí ha habido un cambio en cómo se hacen las imágenes y hoy hay más colaboración que antes, en lo que respecta a la autoría yo estoy exponiendo al trabajo de ocho artistas. Y ellos son los dueños de esas imágenes. Es importante tener en cuenta la colaboración en el ejercicio de la fotografía y saber que es un acto generoso, pero no se puede olvidar que todo ocurre bajo la mirada que el artista establece. Yo no diría que hay una relación equitativa entre el sujeto y el fotógrafo. No es el caso, y tampoco lo ha sido históricamente. El creador de la imagen expresa sus deseos y ejerce su poder y su agencia sobre la fotografía. Eso es maravilloso.

C&: ¿Podría hablarnos de sus siguientes proyectos?

AS: En la misma semana en que vamos a inaugurar mi exposición, saldrá publicado otro libro que edité titulado Young, Gifted and Black: A New Generation of Artists (Jóvenes, talentosos y negros: una nueva generación de artistas). Presenta a todo un grupo de artistas de la última década, que va de Eric Mack a Jordan Casteel, de Kevin Beasley a Johnathan Lyndon Chase y a Jennifer Packer, así como sus antecesores inmediatos. Ese libro es sobre una generación de artistas negros que está poniéndole su propio sello al arte contemporáneo. Fue un proyecto divertido porque surgió de la colección privada de la familia Lumpkin-Boccuzzi. Ellos son dos hombres gay que viven en Nueva York, que conozco y que han reunido obras por una década y se han convertido en verdaderos patronos, patrocinadores y promotores de esos artistas. Eso es muy importante porque uno muchas veces no piensa en cómo termina una obra de arte en una pared de un museo, o en quién apoya a un artista antes de que su obra pueda salir impresa en la revista Vogue. Son personas que creen en los artistas y que les ayudan no solo en lo financiero, sino también con contactos con curadores, etc. Entonces, por un lado, el libro es la historia de una generación de artistas y, por el otro, la historia, digamos, de cómo se hacen las salchichas.

Es importante que el mundo del arte pueda ser cada vez más transparente en relación con cómo los artistas llegan a los museos. También es determinante que se genere consciencia. Con mucha frecuencia, y antes de que los museos empezaran a adquirir la obra de artistas negros, fueron patronos negros los que hicieron la labor de garantizar que una obra fuera comprendida, valorada, coleccionada y conservada. Eso les ha permitido a esos artistas entrar en el mainstream. Es una especie de nutrición silenciosa que la obra recibe cuando todavía está en la oscuridad. Entonces, hice ese proyecto para estar seguro de que una de esas historias fuera contada. Además, quise mostrar que estos fueron los artistas con que yo crecí en Nueva York. Cuando comencé a escribir, también ellos estaban comenzando sus carreras. Ahora que he venido evolucionando como escritor y curador, ellos han evolucionado a mi lado. Así, he terminado involucrado en su trabajo por más de una década. De cierta manera, ese libro describe la piedra angular de una juventud que todos compartimos en Nueva York.

Just Pictures es presentada por Barrett Barrera Projects y estará en el espacio projects+gallery en St. Louis, Misuri, en Estados Unidos, hasta el 21 de noviembre de 2020.

Entrevista por Will Furtado

Traducción del inglés de Camilo Jiménez Santofimio

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