En su ensayo The Diaspora as Object (2003), el historiador del arte John Peffer señala importantes cuestiones vinculadas a los usos estéticos y discursivos del concepto de diáspora africana. “Mucho del nuevo arte busca desplazar la diáspora desde una posición de sujeto hablante a un objeto-en-cuestión.” Al asumir la condición de objeto, la noción de diáspora redefine múltiples conexiones geográficas e históricas, y brinda “una mirada fundamental sobre la actual situación global”. Pero esto no se da sin una pérdida, ya que las implicaciones políticas del término –cuyo origen se basa en las experiencias del exilio forzado y las coincidencias de una herencia compartida– se vuelven difusas entre marcos discursivos más amplios:
“Actualmente puede verse el concepto de diáspora situado entre una variedad de palabras en boga como frontera, creolización, transculturación, hibridez, y demás, términos todos que intentan describir culturas transnacionales y zonas de contacto intercultural”, dice Peffer.
Si en Cuba la exhibición de la obra de Bedia se funda sobre la necesidad de una mirada dinámica y contemporánea de la presencia afrocubana en la isla, en Dakar implica una perspectiva más amplia de aquello que se considera parte de la diáspora africana. La cuestión es hasta qué punto la ductilidad de tales conceptos y de sus usos por parte del llamado “sistema global del arte” no exige marcos más definidos. Al inscribir la circulación de prácticas artísticas en sus contextos políticos, las redes transnacionales que impregnan la historia de las bienales como las de La Habana y Dakar pueden arrojar mucha luz sobre la apropiación de conceptos en aras del discurso curatorial. Como sabemos, este tipo de muestras jamás son un acontecimiento aislado proveniente de un proyecto autoral. En cambio, representan una combinación de fuerzas e intereses que trascienden el mundo del arte.
Sabrina Moura es curadora y editora. Vive en São Paulo (Brasil).
(1) Stokes Sim, L., “Wilfredo Lam: Surrealismo del Nuevo Mundo”. En: Sobre Wilfredo Lam. Ponencias de la Conferencia Internacional I Bienal de la Habana. Habana: Editorial Letras Cubanas (1986).
(2) Mosquera , G., Beyond the Fantastic: Contemporary Art Criticism from Latin America. Cambridge: MIT Press (1996): 121-132.
(3) Camnitzer, L., New Art of Cuba. Austin: University of Texas Press (2003): 41.
(4) Bettelheim, J., “Palo Monte Mayombe and Its Influence on Cuban Contemporay Art”. En: African Arts 34, nº 2 (2001): 36-96.
(5) Es importante resaltar que Palo Mayombe no es la única referencia ritual en la exhibición de Bedia en la 3a Bienal de La Habana. Allí también presentó, entre otras tradiciones caribeñas, obras basadas en prácticas espirituales de pueblos originarios de América.
(6) Bedia, J., Catálogo de la 3a Bienal de la Habana (1989): 217.
(7) Entrevista con José Bedia, junio de 2016.
(8) Peffer, J., “The Diaspora as Object”. En: Looking Both Ways: Art of Contemporary African Diaspora. Nueva York: Museum for African Art (2003): 22-35.