De los patines a los museos
Siempre dibujé, pero en el ambiente de la favela “artista” era el actor de telenovela. En 2011, entré a la carrera de Diseño y Comunicación Visual. Quería profesionalizarme para fomentar la cultura de los patines street. Pero la carrera me reveló mucho más que el dibujo industrial y supe lo que era ser un artista plástico. A partir de entonces, pude ver y designar retrospectivamente como arte mucho de lo que venía haciendo, como el video y la fotografía que hacía para impulsar mi carrera de patinador. Patinar también es un quehacer artístico.
De los callejones de la favela a los pasillos de la élite
Estudié con una beca completa en la Pontificia Universidad Católica de Río – PUC-Río, una universidad de élite. Yo era el único negro en las clases la mayoría de las veces. Por supuesto, nuestro cuerpo, nuestra presencia, altera el ambiente y trae sentimientos y respuestas, pero, en la época de la universidad, no pensaba mucho sobre estos temas, los debates identitarios aún no se habían calentado. Sin embargo, fue durante la universidad que realmente me reconocí a mí mismo y me acepté como negro y comencé a sentir un inmenso orgullo por mi comunidad. Al final de la carrera, en 2016, inicié un proceso de “repatriación”: comencé a caminar descalzo como una manera de acelerar esa vuelta a la patria, a la favela de la Rocinha, intenté cambiar mi rutina nuevamente para readaptarme, comencé a ir al baile funk y a jugar fútbol con mis amigos de infancia, pero me daba vergüenza, porque todos se daban cuenta de que ya no era el mismo. Para empeorar, no tenía perspectivas de futuro y al mismo tiempo me disgustaba la idea del empleo formal. Me reprochaba mucho a mí mismo. Sobre todo, porque yo hacía arte abstracto, pasaba el día garabateando hojas, imagínese, ¡con casi treinta años, y garabateando hojas en la favela! La expectativa era que, una vez formado, fuera a “evolucionar”. ¡Pero entré como diseñador y salí artista! Para la gente, yo era un vagabundo. Sin embargo, siempre he sido muy enfocado, y estaba comprometido con mi investigación artística, así que me arriesgué.