En las paredes ruinosas de una pequeña celda en lo que fue la plantación de Annaberg, Saint John, están grabados a mano un velero y un edificio. El par de dibujos fue hecho probablemente por una mujer esclavizada afrodescendiente, como aquella llamada Venus, condenada al encierro allí al ser acusada de conductas rebeldes y criminales en la colonia danesa de la isla caribeña de Saint John. Por un censo realizado en la plantación en 1835, sabemos que Venus fue sentenciada a cien azotes con una vara de tamarindo y a ser encadenada y encerrada por dos meses. Gracias a que la plantación en las Islas Vírgenes fue convertida en un parque arqueológico, podemos hacernos una idea del espacio en que ocurrieron los hechos. Y quizás gracias a los dibujos del calabozo entendamos lo que esta mujer, y con ella innumerables esclavizados, experimentaron durante ese tiempo de pesadilla. La imagen como testimonio de lo indecible.
Reflexionar hoy sobre las imágenes históricas de la esclavitud es una tarea urgente para combatir la incesante oleada de representaciones racistas que abundan en estos tiempos reaccionarios y de hipervisualidad. De allí la importancia del sitio web Slavery Images (slaveryimages.org), un archivo de fuentes visuales sobre la trata esclavista y la vida de personas africanas y sus descendientes en el continente americano.
El proyecto surgió a finales de la década de 1980 en la Universidad de Southern Illinois, Estados Unidos, donde el profesor de Antropología Jerome Handler reunió una serie de imágenes para acompañar un curso sobre la cotidianidad de los esclavizados de la diáspora africana. Ese primer grupo de diapositivas se convirtieron en el núcleo del archivo. En 1997, en la Fundación para las Humanidades, Virginia, el profesor Handler encontró a Michael Tuite, quien al frente del laboratorio de medios digitales se encargó de allí en adelante de los aspectos técnicos del proyecto, que para el año 2000 ya era una página web en línea. Slavery Images migró a los dominios de la Universidad de Colorado en Boulder, y con múltiples alianzas y contribuidores hoy incluye 1280 imágenes clasificadas en 18 categorías que privilegian las ilustraciones producidas por testigos oculares (en su mayoría europeos) de la época. El archivo, hoy liderado por Henry Lovejoy –especialista en humanidades digitales y creador a su vez del archivo Liberated Africans– aporta claras referencias bibliográficas y breves descripciones, metadatos que permiten rastrear las fuentes y saber un poco más sobre el significado de las imágenes.
Quiero explorar brevemente la versatilidad de Slavery Images a través de una selección diversa de imágenes bastante singulares: un retrato neoclásico de un revolucionario afrodescendiente; un modelo inhumano del transporte por el llamado Pasaje Medio (el transporte de esclavizados africanos a “Nuevo Mundo”); una acuarela bucólica en Jamaica; y el retrato de dos vendedoras ambulantes en Brasil.