A través de una selección comprensiva y creciente de imágenes históricas y artísticas, el archivo slaveryimages.org nos permite dar un vistazo sobre el día a día, las condiciones de vida y la crueldad del mundo de la esclavitud africana en el continente americano.
Annaberg Plantation, St. John, en: Slavery Images: A Visual Record of the African Slave Trade and Slave Life in the Early African Diaspora, modelo 3D por nube de puntos, datos compilados por Trimble Inc., 2019.
Anne-Louis Girodet, Jean-Baptiste Belley, Saint Domingue (Haiti), 1797 or 1798, en: Slavery Images: A Visual Record of the African Slave Trade and Slave Life in the Early African Diaspora, NW0225, metadatos por Jerome Handler and Michael Tuite, 2019.
Jean Boudriot, Sleeping Positions of Captive Africans on the French Slave Ship Aurore, 1784, en: Slavery Images: A Visual Record of the African Slave Trade and Slave Life in the Early African Diaspora, Imagen E010, metadatos por Jerome Handler and Michael Tuite, 2019.
William Berryman, Pounding Cassava, Jamaica, 1808-1815, en: Slavery Images: A Visual Record of the African Slave Trade and Slave Life in the Early African Diaspora, Berryman128, metadatos por Jerome Handler and Michael Tuite, 2019.
Carlos Juliao, Market Woman or Hawkers, Rio de Janeiro, Brazil, ca. 1770, en: Slavery Images: A Visual Record of the African Slave Trade and Slave Life in the Early African Diaspora, juliao09, metadatos por Jerome Handler and Michael Tuite, 2019.
En las paredes ruinosas de una pequeña celda en lo que fue la plantación de Annaberg, Saint John, están grabados a mano un velero y un edificio. El par de dibujos fue hecho probablemente por una mujer esclavizada afrodescendiente, como aquella llamada Venus, condenada al encierro allí al ser acusada de conductas rebeldes y criminales en la colonia danesa de la isla caribeña de Saint John. Por un censo realizado en la plantación en 1835, sabemos que Venus fue sentenciada a cien azotes con una vara de tamarindo y a ser encadenada y encerrada por dos meses. Gracias a que la plantación en las Islas Vírgenes fue convertida en un parque arqueológico, podemos hacernos una idea del espacio en que ocurrieron los hechos. Y quizás gracias a los dibujos del calabozo entendamos lo que esta mujer, y con ella innumerables esclavizados, experimentaron durante ese tiempo de pesadilla. La imagen como testimonio de lo indecible.
Reflexionar hoy sobre las imágenes históricas de la esclavitud es una tarea urgente para combatir la incesante oleada de representaciones racistas que abundan en estos tiempos reaccionarios y de hipervisualidad. De allí la importancia del sitio web Slavery Images (slaveryimages.org), un archivo de fuentes visuales sobre la trata esclavista y la vida de personas africanas y sus descendientes en el continente americano.
El proyecto surgió a finales de la década de 1980 en la Universidad de Southern Illinois, Estados Unidos, donde el profesor de Antropología Jerome Handler reunió una serie de imágenes para acompañar un curso sobre la cotidianidad de los esclavizados de la diáspora africana. Ese primer grupo de diapositivas se convirtieron en el núcleo del archivo. En 1997, en la Fundación para las Humanidades, Virginia, el profesor Handler encontró a Michael Tuite, quien al frente del laboratorio de medios digitales se encargó de allí en adelante de los aspectos técnicos del proyecto, que para el año 2000 ya era una página web en línea. Slavery Images migró a los dominios de la Universidad de Colorado en Boulder, y con múltiples alianzas y contribuidores hoy incluye 1280 imágenes clasificadas en 18 categorías que privilegian las ilustraciones producidas por testigos oculares (en su mayoría europeos) de la época. El archivo, hoy liderado por Henry Lovejoy –especialista en humanidades digitales y creador a su vez del archivo Liberated Africans– aporta claras referencias bibliográficas y breves descripciones, metadatos que permiten rastrear las fuentes y saber un poco más sobre el significado de las imágenes.
Quiero explorar brevemente la versatilidad de Slavery Images a través de una selección diversa de imágenes bastante singulares: un retrato neoclásico de un revolucionario afrodescendiente; un modelo inhumano del transporte por el llamado Pasaje Medio (el transporte de esclavizados africanos a “Nuevo Mundo”); una acuarela bucólica en Jamaica; y el retrato de dos vendedoras ambulantes en Brasil.
El primer diputado de origen africano en Francia fue Jean-Baptiste Belley, nacido en Senegal y esclavizado en Gorée a la edad de dos años. En este óleo aparece desenfadado, vestido como miembro de la Convención Nacional tras el triunfo de la Revolución Francesa. El busto sobre el que reposa su codo es del filósofo Guillaume Thomas Raynal, quien fue partidario de abolir la esclavitud, como otras figuras más destacadas del pensamiento ilustrado francés, a quienes, sin embargo, el filósofo contemporáneo Louis Sala-Molins (en su libro Dark Side of the Light: Slavery and the French Enlightenment, 2006) acusa con razón de ser cómplices de la trata transatlántica en las colonias francesas de ultramar.
En 1984, el arquitecto Jean Boudriot realizó este dibujo de las posiciones en las que probablemente viajaron los esclavizados africanos a bordo del barco francés Aurora. Es una interpretación visual a partir de los cálculos de la cargazón declarada del navío proveniente de Nantes, que en 1784, desde las costas del reino de Loango (hoy Angola), transportó cautivos a aproximadamente 600 hombres, mujeres y niños hasta Santo Domingo, en la actual República Dominicana. El dibujo de Boudriot no es simplemente una abstracción plástica: con base en medidas de este tipo se ha calculado en efecto la demografía de la trata esclavista en América.
Los morteros para macerar especies como el casabe, el sorgo, el millo, y principalmente el arroz, son parte de la cultura material afroamericana. Junto con los cestos y canastos en fibras vegetales, estas piezas de madera aparecen en la indumentaria agrícola tanto en la América continental y El Caribe, como en la costa occidental de África. En esta acuarela del artista británico William Berryman se observa un tipo de mortero y de canastos para el caso de Jamaica, comparables a aquellos ilustrados también en el siglo XIX en Sierra Leona, Nigeria o Senegal. A diferencia de otros escenas de trabajo doméstico esclavo, esta captura un inusual momento de soledad.
Aparte de las coloridas ropas con que van vestidas estas mujeres, el perro al acecho entre ellas, los dos hijos a las espaldas, y las correspondientes mercancías que llevan en la cabeza, llama la atención de la mujer sobre la derecha, la pipa, el tatuaje en el dorso de la mano, las bolsas en la cintura y sobretodo la bolsa de mandinga que cuelga de su pecho. Estos amuletos contienen normalmente sustancias poderosas del mundo natural: hojas, pelo, dientes, polvos, etc. Cada bolsa con su poder. Durante el siglo XVII, el tribunal católico de la Inquisición persiguió y condenó a quienes las fabricaban, mujeres afrodescendientes iniciadas en las artes del bien querer sindicadas de hechiceras.
Nicolás Vizcaíno Sánchez, según convenga: artista, escritor, curador, politólogo y/o historiador en formación, vive en Colombia.