En sus murales policromos, la artista dominicana rescata imágenes olvidadas y presenta a mujeres notables. inHarlem muestra su obra actualmente en Nueva York.
Firelei Báez, To Write Fire Until It Is Every Breath (detalle), 2018. Foto: Adam Reich. Cortesía de la artista y Kavi Gupta Gallery, Chicago.
Firelei Báez, Untitled (detalle), 2018. Foto: John Lusis. Cortesía de la artista y Kavi Gupta Gallery, Chicago.
Firelei Báez, Joy Out of Fire (detalle), 2018. Foto: John Lusis. Cortesía de la artista y Kavi Gupta Gallery, Chicago.
Firelei Báez, Elegant Gathering In A Secluded Garden (or The Many Bridges We Crossed) (detalle), 2018. Foto: John Lusis. Cortesía de la artista y Kavi Gupta Gallery, Chicago.
Firelei Báez nació en República Dominicana en 1981. A los nueve años de edad su familia se trasladó a Miami, ciudad que la acogió hasta que decidió mudarse a Nueva York para estudiar en el prestigioso colegio Cooper Union.
Desde entonces y hasta hoy reside en Nueva York (aunque de forma creciente divide su tiempo entre Nueva York y Miami) y es en esta ciudad en donde presenta entre mayo y noviembre la exposición Joy Out of Fire (“Alegría en medio del fuego”) en el Centro Schomburg para la Investigación de la Cultura Negra. El título de la muestra alude de forma inmediata a los logros que han logrado alcanzar las comunidades afroamericanas a pesar de las injusticias sociales, políticas y económicas que hasta el día de hoy persisten, siendo estas representadas por el fuego como adversidad pero también como una energía imparable que alberga y protege.
La exposición es parte de una iniciativa del Studio Museum en Harlem. Esta mítica institución que funciona como una casa abierta para los residentes y visitantes del barrio nuevayorquino, un espacio de identificación, representación y expresión, es mucho más que un museo. Actualmente se encuentra en un proceso de remodelación y construcción, con el fin de adaptarse a sus crecientes necesidades. Durante esta etapa, el equipo directivo/curatorial ha desarrollado un programa llamado inHarlem, en que proyectos y exhibiciones organizadas por el museo son albergadas por instituciones vecinas del barrio, tradicionalmente de mayoría negra.
La ubicación de la exposición Joy Out of Fire y la colaboración entre museo y el Centro Schomburg ha sido fundamental en el proceso creativo de Báez, quien ha dedicado su obra a las mujeres de ascendencia afroamericana y las historias encontradas en los archivos del Centro Schomburg, colaborando con archivistas e investigadores de la institución.
Tradicionalmente, la obra de Báez se centra en la recreación de personajes femeninos históricos reales o ficticios a través de arduas investigaciones de archivo. Estas mujeres son representadas o presentadas dando particular importancia a los simbolismos, mitologías y elementos de las culturas afroamericanas o afrolatinas. A través de esta representación, Báez crea espacios de identificación para el observador y rescata o reintroduce al pensamiento histórico relatos no contados o desaparecidos intencionalmente, historias de esclavitud, abuso y resistencia de la mujer afrodescendiente.
Al entrar a la galería de forma hexagonal nos encontramos con grandes piezas que funcionan como murales. La primera pieza con la que nos enfrentamos es un collage sobre taklon en el que Báez, siguiendo con su forma de trabajo habitual, combina extractos y recortes de archivos intervenidos sobre un mar de color. Los recortes forman un torbellino cromático sobre un fondo blanco, en el que los personajes del archivo se integran entre sí. Esta lógica de unificación de personajes guía todos los murales de la exposición en los que importantes mujeres de ascendencia afroamericana se entrelazan, descubriendo relaciones reales e imaginadas entre ellas.
Los grupos de personajes se organizan de acuerdo a sus áreas de actividad. Éstas corresponden con ciertas categorías y cromatografías pertenecientes a la organización de los y las orishas de la religión Yoruba. Asociadas con el color rojo y el cuerpo se agrupan las mujeres que en su vida lucharon políticamente con el fin de mejorar las realidades de sus comunidades. Bajo el color azul y relacionadas con las actividades de la “mente”, se encuentran escritoras, científicas, archivistas cuyos logros transformaron el pasado y el presente. Por último, reunidas por el color amarillo y la fuerza de su alma, se se vinculan artistas, escritoras, creadoras de mundos y ficciones.
En los murales nos encontramos con decenas de mujeres que Báez nos ayuda a rescatar de las tinieblas del archivo. Sus imágenes, palabras y dibujos se cruzan en los murales. Algunas de estas mujeres se encuentran repetidas veces en el archivo. Por ejemplo, la famosa activista, académica y autora Angela Davis, nacida en 1944, está representada en el mural de color rojo en varios momentos de su vida, desde su niñez hasta el presente, acompañada de oraciones extraídas de sus textos. En el mural de color amarillo resalta el retrato de Davis basado en una famosa imagen de la artista Howardena Pindell, referente de vanguardia para generaciones futuras. El último mural de la exposición está dedicado a la figura abstracta de Josephine Baker (1906-1975), la princesa del creole de la “jazz age”.
En el centro del anillo hexagonal, los visitantes descubren una selección de documentos extraídos de los archivos, como fotografías, cartas, recortes de periódicos y diarios personales. Estos elementos se posan sobre un empapelado creado por Báez que replica el paisaje de Harlem. De esta forma, Báez completa el círculo de Joy Out of Fire, brindando a la audiencia múltiples fuentes de información histórica, relaciones creadas por la ficción, y emociones generadas a través del arte.
Roxana Fabius es curadora, historiadora del arte y autora. Vive y trabaja en Nueva York.