Hecha en las calles de São Paulo los primeros días de la bienal, un grupo de cuatro performers caminó y bailó por barrios socioeconómicamente diferentes. Dos llevaban vestidos de talle infantil y máscaras de calaveras que bien podría venir de cualquier tienda de disfraces; el otro par de performers estaba vestido de traje blanco. Con una banda sonora que salía de sus mochilas, la tropa de Pope L. evocó la tradición brasileña de los bailes de quince, la cultura popular y los desfiles. Con esta amalgama de formas populares, Pope L. señaló cómo la ciudad comprende divisiones de clase y culturales y cómo estas afectan la experiencia que cada uno tiene de la ciudad.
Fue reconfortante ver una exhibición que respondiera tan astutamente a su contexto inmediato y que privilegiara la conexión de las artes y los artistas con las cuestiones profundas a las que se enfrentan hoy la sociedades en todo el mundo. Incerteza Viva puso de manifiesto la paradoja esencial de la vida: vivir es estar en el instante, para atesorar las riquezas de la tierra y de aquellos con los que tenemos la fortuna de compartirlas. Pero en nuestro tiempo, como lo ha sido siempre en la historia de la civilización humana, vivir es luchar por derechos y valores que son fundamentales para el individuo y la sociedad: vivir es enfrentar la violencia inherente al mundo.
Yesomi Umolu es curador del Centro de Artes Reva and David Logan de la Universidad de Chicago.
Traducción del inglés de Nicolás Gelormini