C&AL: ¿Cómo definiría el tema de su trabajo? ¿Cómo se definiría en cuanto artista?
WN: El tema de mi vida es el de una feminista de etnia india que vive en una comunidad insular afrocaribeña. Mi deber como artista no es crear cuadros bonitos, sino comentar esa vida de modo visual, desde mi punto de vista especial. Una mujer con herencia de la India Oriental, observadora de la política poscolonial de las islas, que crea a partir de ese rico trasfondo multicultural.
C&AL: El momento en que, estando en la facultad en el Reino Unido, comienza a trabajar con papel maché y deja de hacer pintura mural parece ser un punto de inflexión importante en su práctica. ¿Cómo observa esa época desde el presente?
WN: Si a una le dan ropas que la hacen sentir incómoda, siempre tendrá voluntad de quitárselas. Aquel fue el momento de encontrar mi propia identidad y mi voz. Y percibir que mi pasado de Trinidad estaba lleno de un manantial profundo de imágenes e ideas que eran endémicas para este estado insular, para esta creolización de la vida natal india de los pujas y del carnaval, y por eso necesitaba volver a ese pasado. Pero aun así, las personas intentan definir la voz de una, “no eres africana, por eso no debes hablar de asuntos negros”. Que nadie intente decirme lo que soy. Yo soy lo que me impulsa a hablar.
C&AL: Del mismo modo, cuando comenzó a dibujar escenas de juegos de cricket, esa también fue una forma de incorporar a su trabajo sus antepasados culturales de la India. En ambos casaos, la elección del tema y del material parece ser una elección muy política y nada aleatoria. ¿Fue siempre así para usted?
WN: Siento que la vida y las decisiones que se toman son todas políticas, no hay una separación. Una llega a ese lugar por historias personales que reaccionan ante el ambiente luchando por un espacio propio para obtener allí respeto e igualdad. A la gente le digo que lucho contra muchas desventajas en mi carrera: 1. Soy mujer. 2. Tengo ascendencia de la India. 3. Vengo de la clase media. 4. No estoy dispuesta a dejar contentos a los grupos cerrados. De verdad, en mí no hay nada atractivo. Dicen: “Wendy Nanan es muy difícil de tratar”. Sí.