De la trienal «Songs of Sabotage» del New Museum a la trienal de fotografía «Breaking Point» de Hamburgo, hoy las instituciones artísticas buscan inspirar la acción social y política. A menudo, este deseo se traduce en conceptos ambiguos y abstractos o incluso contraproducentes. ¿De qué modo el arte puede ser un cambio tangible? Ese fue uno de los temas abordado en el March Meeting de la Fundación de Arte Sharjah (SAF) en los Emiratos Árabes Unidos.
Bahar Behbahani y Almagul Menlibayeva, Ride the Caspian, 2011. Instalación, dos canales de video, HD color, sonido sourround, fotografiás digitales montadas en la pared. Sonido: OMFO, Negar Behbahani. Coproducido por la Fundación de Arte Sharjah con un subsidio de Art and Culture Network Program, Open Society Institute Budapest y el apoyo de Priska C Juschka Fine Art. Colección de la Fundación de Arte Sharjah.
Tsohle – A revolting mass, performance de Neo Muyanga (compositor e intérprete), Al Hamdan Bin Mousa Courtyard, Al Mureijah Square, 2018. Imagen cortesía de la Fundación de Arte Sharjah.
"You send me", panel de discusión con Monira Al Qadiri (artista), Almagul Menlibayeva (artista), Larissa Sansour (artista), Martine Syms (artista), moderado por Ayesha Hameed (artista y profesora de Culturas Visuales, Goldsmiths College), 2018. Imagen cortesía de la Fundación de Arte Sharjah.
Artists Talk, Manthia Diawara (profesor y director del Institute of African American Affairs, New York University) en conversación Salah Hassan (profesor de la cátedra Goldwin Smith y director del Institute for Comparative Modernities, Cornell University), 2018. Imagen cortesía de la Fundación de Arte Sharjah.
Wael Shawky, The Song of Roland: The Arabic Version, 2018. Performance, 60 MINUTOS. Parte del March Meeting 2018 organizado por la Fundación de Arte Sharjah. Producido por Kampnagel, Hamburgo, y coproducido por Theater der Welt Festival 2017, Fundación de Arte Sharjah, Holland Festival, Onassis Cultural Centre-Athens y Zürcher Theater Spektakel. Financiado por Bundeszentrale für politische Bildung y Bahrain Authority for Culture and Antiquities. Imagen cortesía de la Fundación de Arte Sharjah.
Naham – Songs of light and weight, performance de Neo Muyanga (compositor e intérprete), Al Hamdan Bin Mousa Courtyard, Al Mureijah Square, 2018. Imagen cortesía de Fundación de Arte Sharjah.
Titulado Active Forms, el evento de tres días de duración abordó diversas nociones de resistencia organizada en cuanto herramientas para la producción artística y cultural. Con paneles y performances de un conjunto de artistas y practicantes del arte pertenecientes a distintas generaciones, el MM 2018 posibilitó debates sobre la resistencia en el arte como forma de «oposición» y como catalizador de diálogos y planes para el futuro.
La resistencia puede darse bajo la forma de proyectos, muestras, actividades informales y una combinación de estas y otras acciones. Esta variedad es crucial para responder a los aun más complejos temas que enfrentan nuestras sociedades y para que la acción pueda adaptarse a la especificidad de cada situación. Consecuentemente, el MM 2018 presentó una variedad de ejemplos que abarcó desde los actuales proyectos artísticos antigentrificación hasta los movimientos panafricanos en la Argelia de 1960. «Me encontré con Neo Muyanga a comienzos de 2016 cuando los dos estábamos en el jurado del premio Prince Claus, y entonces lo invité a venir a Sharjah para participar en nuestro programa de música», dijo el director de SAF, Hoor Al Qasimi, sobre la génesis del MM 2018. “Muyanga visitó diferentes lugares y propuso Songs of Resistance. Después de debatirlo con mis colegas del SAF, pensamos que era apropiado convertirlo en el foco y el tema del March Meeting e incluir sus performances en el programa».
La serie de encuentros y charlas reunió voces jóvenes y proyectos como el DAS Art Project y Cinema Akil, además de figuras establecidas como Salah Hassan y Rasheed Araeen. Combinadas, esas voces presentaron formas del pasado y del presente de lograr cambios a la vez que ofrecieron la posibilidad para cuestionar esas ideas y proponer alternativas. Los diferentes diálogos y presentaciones se enfocaron en tres áreas principales: la política, la artística y la social.
Nuevos lenguajes y formas de lo político
“La resistencia puede producirse en el arte sin una forma política», dijo Rasheed Araeen para abrir su lectura. En conversación con Saira Ansari, investigadora del SAF, el artista destacó la escritura como vehículo para organizar pensamientos, y la necesidad de un modo nuevo de escritura y perspectiva como herramienta para alcanzar una nueva forma de acción, de confrontación con el sistema para exponer sus fallas. “Los artistas de hoy ya no luchan contra el orden colonial», agregó en relación con el aumento de la popularidad de los artistas no occidentales en el mercado global del arte y la apatía política que le sigue.
Los nuevos lenguajes y realidades también fueron tema del panel con el artista Sarnath Banerjee, el escritor Deepak Unnikrishnan y la profesora Uzma Rizvi. La charla exploró la cuestión de cómo el texto, los dibujos, los gestos corporales, el humor y el realismo mágico pueden llegar a ser lenguajes independientes. Y aunque eso puede sonar complejo, las principales conclusiones se tradujeron en el papel de la ficción como herramienta distanciadora que crea más identidades y posibilidades, y en mejores modos de escribir sobre grupos considerados «otros», por ejemplo, abandonando el uso de la cursiva para expresiones vernáculas.
En otra charla que presentó nombres importantes de las artes y la academia, Manthia Diawara, profesor del Institute of African American Affairs de NYC se sumó al profesor de la Cornell University Salah Hassan para discutir el significado de la cultura material en el abordaje de la historiografía. Su conversación también tocó la «amnesia» de la relación entre el el mundo árabe y África, a la vez que recordó cómo África jugó un papel importante en los movimientos por la libertad y en el proceso de descolonización de los años cincuenta y sesenta. También subrayaron otras conexiones menos conocidas, por ejemplo, el cambio que hizo Malcolm X en su política después de visitar Arabia Saudita, algo que puso en perspectiva la relación que establecieron no hace tanto Trump y Bin Salman.
La importancia de la autoorganización, la comunidad y la arquitectura
En el nivel comunitario, hubo muchas charlas que ilustraron proyectos exitosos del pasado y actuales. Abir Saksouk, del estudio Public Works, presentó un proyecto que resiste a la gentrificación haciendo un mapa de ella y comprometiéndose a producir junto con los habitantes locales un conocimiento que ya no es exclusivo de la academia ni es en inglés. Naeem Mohaiemen habló de Mutin Party, un local sudasiático de Nueva York que más tarde se hizo conocido por el grupo político a que dio origen. “Los espacios alternativos tienen que hacerse cargo del espacio y no simplemente crearlo,” señaló el artista, que también colabora con la Samar Magazine. El curador y editor Sharmini Pereira contó sobre su proyecto Raking Leaves, un organización editorial sin fines de lucro, y sobre los libros como una forma de arte y de democratizar el arte. Sobre el mismo tema, el artista aborigen Dale Harding contó sus experiencias en Australia, donde mostró arte hecho con su comunidad en en un cubo blanco. En un panel con Manuel de Rivero de Supersudaca, Mona El Mousfy de SpaceContinuum y Yoshiharu Tsukamoto de Atelier Bow-Wow se discutió la arquitectura y la conservación en su vínculo con el acceso a la vivienda y a los espacios sociales. «Es importante considerar la arquitectura en este contexto y discutir los varios problemas que enfrentamos en términos de planeamiento urbano, vivienda, espacios sociales y cómo la arquitectura puede ayudar a mejora la vida de la gente», dijo Hoor Al Qasimi, moderador de la charla. «Y no soló concebir la arquitectura como elegantes proyectos faraónicos y torres infinitas.»
El arte como protesta y resistencia
Además de las charlas, a lo largo de los días hubo performances y momentos poéticos. Wael Shawky reinterpretó el poema francés sobre las cruzadas, La Chanson de Roland, desde una perspectiva árabe. La performance consistió en veinte cantantes y músicos fidjeri que en su estilo tradicional de los buscadores de perlas del Golfo Pérsico interpretaron algunos pasajes del texto. Hajra Waheed dibujó paralelos entre los legados de la violencia colonial y su íntima historia familiar a través de una performance de luz y sombra. Y Neo Muyanga presentó varias de sus obras en colaboración con cantantes locales de todas las edades. Para Naham, el artista invitó a cantantes de todas pares de los Emiratos y formó con ellos un coro que interpretó canciones de resistencia, basadas en relatos históricos en que los naham (cantores de los barcos de perlas) hablan de sus penas y esfuerzos. En Tsohle («todas las cosas», en idioma sesotho) el compositor descompuso las narrativas de lucha musicales con cuatro cantantes que interpretaron himnos eclesiásticos sudafricanos y canciones de protesta contra el apartheid.
Los conceptos de protesta y resistencia son tan antiguos como el mundo. El March Meeting 2018 del SAF exploró un amplio abanico de acciones e ideas que produjeron una cartografía de la historia, la variedad y la eficacia de la resistencia. El MM 2018 presentó la resistencia como un acto difícil pero gratificante al que el arte puede hacer grandes contribuciones. Tal vez una de las principales conclusiones de las charlas fue que a pesar de ser tantas las opciones para facilitar el cambio, no debemos ser ingenuos. “Como artistas que trabajamos junto con la comunidad local es importante que reconozcamos nuestro privilegio», dijo Yaminay Chaudhri de Tentative Collective, un grupo que comparte recursos para crear obras de arte participativas en espacios urbanos cotidianos de Paquistán. «E igualmente importante es reconocer la capacidad de acción de la gente con la que queremos trabajar.»
Es tiempo de ponernos manos a la obra.