A través de sus retratos, el artista burkinés trae de vuelta la historia de personalidades que una visión hegemónica eurocéntrica había anulado de la historia del continente africano.
Izquiera: Almicar Cabral, 2017. Cortesía del artista. Derecha: Haile Selaissie, 2017. Cortesía del artista.
Manu Dibango, 2016. Cortesía del artista.
El año 2020 le permitió al artista visual burkinense Koffi Mensah tener su primer contacto con Brasil, a través de la residencia virtual Vila Sul, del Goethe-Institut Salvador-Bahia. Nacido en 1982, en Lome (Togo), Mensah reside desde hace tiempo en Uagadugu (Burkina Faso). Uno de sus proyectos, que representa a personalidades africanas sobre lienzos, ha instado a un grupo multidisciplinar de interesados y especialistas brasileños a analizar sus obras y a dialogar –online– con el artista. Mediante un proceso de reconocimiento y tributo, entendido como acto de homenaje, Mensah reafirma la presencia de personalidades africanas que han contribuido a la formación de las identidades de su continente, en el ámbito político- cultural.
«Trabajo para recuperar la memoria de políticos y músicos africanos que han hecho cosas importantes y positivas para el continente, pero que simplemente se han olvidado», afirma el artista. Su obra, de significativa potencia metafórica, contribuye a que sea posible resistir al olvido de esas personalidades cuyas imágenes y narrativas habían sido borradas de la memoria popular, factor que las hace casi ausentes de la versión «oficial» de la historia africana. Es decir, los personajes retratados por Mensah salen del limbo de la memoria colectiva, ya que fueron anulados de una historia normalmente narrada según la visión hegemónica eurocéntrica.
Al representar únicamente a personalidades negras y africanas, el artista reformula visualmente la historiografía «oficial», enseñada y difundida en el continente, pues «en las escuelas de África, los alumnos aprenden poco sobre nuestra propia historia. Se enseña mucho más sobre la historia y las personas occidentales, en una especie de mantenimiento del colonialismo. Quiero que, con mi trabajo, el espectador recuerde a personalidades africanas y a nuestra propia historia», propone Mensah.
Reescribiendo la historiografía panafricana
Haile Selassie (emperador de Etiopía y figura central del movimiento rastafari jamaiquino), Amílcar Cabral (líder político de Guinea-Bissau y Cabo Verde) y los músicos Manu Dibango (Camerún/Francia) y Akon (Estados Unidos/Senegal) son algunas figuras a las que Mensah rinde homenaje. Con estos retratos, el artista toma las riendas de las narrativas históricas africanas que han sido –y siguen siendo– enterradas por el eurocentrismo y la «colonialidad».
El artista reescribe la historiografía panafricana, partiendo de cuerpos sociales que se convierten en fragmentos-emblemas de una nueva cartografía internacional que desafía las escrituras históricas, hegemónicas y occidentales sobre el continente africano. Mensah también llama la atención sobre figuras procedentes de diferentes países, evocando una nueva mirada sobre África, y distanciándose de las comúnmente documentadas imágenes de precariedad, expropiación o explotación de la región.
Figuras históricas que reconstruyen imaginarios colectivos
«Entiendo que el artista, con su trabajo creativo, tiene que invertir tanto en la sociedad como en la política, pues veo en el arte una causa política», observa Mensah. Esta visión hace que considere su arte «artivismo», un neologismo conceptual que tiene un inestable consenso en el campo de las ciencias sociales y las artes visuales, por vincular arte y política y, con ello, estimular los destinos potenciales del arte como acto de resistencia y subversión.
Como actos de resistencia, los retratos trabajados por Mensah escavan y sacan a la luz la historia depositada en el archivo de la memoria social colectiva. Si estos cuerpos representados se analizaran bajo la lupa del sociólogo jamaiquino Stuart Hall (1932-2014), también serían considerados como superficies o telas sobre los cuales se hace una exploración de los paisajes interiores de la subjetividad negra. El cuerpo negro deja de ser un mero objeto de contemplación o deseo y pasa a ser tratado como sujeto.
A través de los sujetos retratados en primer plano, Mensah le permite al observador tener sobre sí unos ojos que le devuelven la mirada y le cuentan sus propias historias. En ese intercambio de subjetividad, se produce un flujo constante de ir y venir que, simbólicamente, convierte al observador en retrato para el retratado. La superficie de lienzos tallados artesanales, que hace referencia a la tradición del grabado y les confiere a los retratos una textura de encaje, hace que la mirada del observador se demore sobre la obra en busca de un equilibrio entre materia, memoria y concepto. En esta relación figura-fondo, habita una inquietud en la mirada del observador, así como formas post-Pangea: cada rostro, esculpido rompe fronteras, expande historias, se convierte en un territorio unificado que se desplaza y se dispersa en porciones menores y fugitivas.
A partir de la superposición de los lienzos tallados y superpuestos, se despeja una trama, una tela de información compuesta de rasgos fragmentados del «yo», mediante la cual Mensah construye rostros como pasaje, puntos de difusión y conexión de conocimientos africanos, más allá de la circunscripción geográfica del continente. Con esta visión fragmentada, Mensah apunta a una pluralidad de existencias africanas que, a través de la percepción y la resignificación de la mirada del otro y con el otro, buscan reconstruir los hilos de su propia identidad.
Este artículo es el resultado del trabajo colectivo estimulado por el taller Crítica de arte como ejercicios de escritura. Análisis de las obras de Thó Simões y Koffi Mensah Akagbor, coordinado por Renata Martins, en el marco de su residencia virtual Vila Sul 2020, promovida por el Goethe-Institut en Salvador-Bahia, entre mayo y junio de 2020. En este taller, participantes de distintas ciudades y áreas del conocimiento se reunieron en grupos en línea, a lo largo de seis semanas, y pudieron dialogar virtualmente con Koffi Mensah para producir esta pieza de conocimiento colectivo sobre su obra.
Traducción del portugués de Catalina Arango Correa