El período posterior al colonialismo –cuando los países de África, Asia y América se liberaron de las países coloniales– trajo consigo un entusiasmo por los estudios sobre la identidad, la construcción de la cultura y la diferencia cultural. Por ejemplo, en su estudio sobre HIV/SIDA en Sudáfrica, Claire Laurier Decoteau, examinó la condición esquizofrénica que se produce en estados con un pasado colonial. La expresión «paradoja poscolonial» fue acuñada por Decoteau para referirse a aquellos estados nacionales que «tienen que cumplir con las demandas del capital neoliberal para competir con éxito en el mercado mundial y con la responsabilidad de corregir la desigualdad arraigada, asegurarse la legitimalidad a través de los pobres y forjar un imaginario nacional». Esta paradoja puede observarse en cualquier parte del globo donde haya estado instituido el colonialismo y le haya seguido como corolario el poscolonialismo. En el Caribe, los estados colonizadores de Francia, Portugal e Inglaterra buscaron evitar una reflexión sobre el pasado brutal para mejorar las condiciones presentes y futuras de los habitantes del Caribe y sus descendientes, y lo lograron reafirmando el «imaginario nacional» y permitiendo, en consecuencia, que continuara la participación en un sistema basado en el capital y que perjudica a la mayor parte de la población de las islas.
Caffee, Rhum, Sugar & Gold: A Postcolonial Paradox (Café, ron, azúcar y oro: una paradoja poscolonial), una muestra actual del Museum Of African Diaspora (MOAD) de San Francisco, EE.UU., examina el legado del colonialismo europeo en el Caribe a través de la obra de diez artista contemporáneos: Firelei Báez, Leonardo Benzant, Andrea Chung, Lavar Munroe, Angel Otero, Phillip Thomas, Lucia Hierro, Adler Guerrier, Ebony G. Patterson, y Didier William. Como explica el texto que introduce la exposición, el nombre de la muestra se inspira en «algunos de los productos principales que históricamente fueron producidos en el Caribe y de allí exportados a todo el mundo… especialmente a Europa». Y además: “Un vector clave de la exposición es la hipótesis de que el colonialismo continúa existiendo bajo otras formas y que de hecho está expandiéndose a través de la exportación del poder blando, del uso de la fuerza militar, del control internacional de mecanismos financieros y bancarios y de la expansión de la globalización”.