Una leyenda queda relacionada con su obra: la invención de las figuras oníricas míticas de la cultura popular mexicana, los “alebrijes”. Todo parece indicar que fue la planificación de un baile de máscaras lo que obligó a Gómez Rosas a buscar a una persona que trabajara a la perfección ciertas técnicas usadas para hacer figuras de papel. Tenía un diseño en donde combinaba partes de distintos animales y para poder hacerlo buscó a Pedro Linares, uno de los más representativos creadores de este arte zoomorfo. “Póngale alas a este diablo” le dijo supuestamente El Hotentote a Linares, y le pidió que realizara en papel y cartón su diseño, contribuyendo con esto a que Linares se inspirara y siguiera creando estas figuras hasta convertirlas una tradición mexicana. Sea o no esta historia cierta, el ingenio del Hotentote sigue vivo, a su propia manera, en el carácter popular de un arte apropiado por millones de personas a nivel mundial.
El “monstruo” Gómez Rosas, alto y corpulento y vital, y quien prefirió el aprendizaje y el arte libres a los compromisos creativos y políticos, murió el 1 de enero de 1977. Es hora de redescubrirlo y reconocerlo, en muchos sentidos, como un artista descomunal.
Heriberto Paredes es un periodista y fotógrafo mexicano. Escribe sobre arte e historias de resistencia.