Bolivia

LGBTQ+ Liberación en los Andes a través del q’iwa y la fiestas populares

La exposición fotográfica documenta el modo en que bailarinas de género diverso encarnan el personaje histórico de La China Morena para tomar parte en el movimiento LGBTQ+ de Bolivia como una forma de protesta celebratoria y no violenta, permitiéndoles persofinicar al q’iwa (en quechua), una persona que encarna tanto lo femenino como lo masculino.

Las fotografías exhibidas constituyen una crónica del impacto cultural y sociopolítico de La China Morena, un personaje que aparece retratado en la ejecución de la danza morenada, que es parte de los carnavales callejeros bolivianos vinculados a un santo patrón. La interpretación de ese baile se remonta a los tiempos coloniales y se inspiró en el comercio de esclavos en Sudamérica. En Bolivia, La China Morena era un coqueto personaje femenino que ejecutaba bailes sensuales para los trabajadores esclavizados, incitándolos a trabajar más duro. Históricamente, La China Morena era interpretada por varones, pero desde los años sesenta, las transformistas vieron en la fluidez y ambigüedad de género del personaje una oportunidad para, con una actuación radical, dar visibilidad a la lucha queer en los Andes. También consideraron que era un camino que les permitía personificar al q’iwa, que en quechua se refiere a una persona que encarna lo femenino y lo masculino, también conocido como Dos Espíritus. Desde entonces, la interpretación se volvió terreno exclusivo de las transformistas y La China Morena un símbolo de la liberación de homosexuales y personas de género diverso. Con esto se destaca el papel de las comunidades LGBTQ+ en los carnavales callejeros populares.

El título de la muestra alude al beso que la bailarina Barbarella le dio a Hugo Banzer Suárez, dictador militar de Bolivia entre 1971 y 1978, cuando estaba disfrutando de la Fiesta del Gran Poder en la Paz en 1974. El hecho aparentemente menor se interpretó como un gesto que tenía la intención de traer mala suerte al jefe del régimen dictatorial. En respuesta, se persiguió a Las Chinas Morenas y se las expulsó de los centros urbanos. Muchas huyeron a zonas rurales donde continuaron bailando. El traslado a esas regiones acentuó el carácter de multifacético, sincrético del personaje, que reúne religión, cultura popular y saber indígena.

Las fotografías de la muestra abarcan dos décadas de transformación radical de La China Morena y ponen de relieve amplios cambios para las personas de género diverso de la región. La comunidad Dos Espíritus encontró refugio en ese personaje reinventado y a la vez el retiro a las zonas rurales la reconectó con las cosmologías indígenas en las que las personas q’iwa son bienvenidas y veneradas como símbolos de buena suerte.

Las cuarenta y una fotografías originales presentadas en Barbarella’s Kiss no ocultan el paso del tiempo y muestran signos de envejecimiento y deterioro. En blanco y negro o en color, esa colección de recuerdos están organizada según un orden cronológico no estricto y está cuidadosamente dispuesta de modo horizontal en cuatro vitrinas a lo largo del espacio de la galería. Puede verse a las performers Ofelia, Liz, Danny, Barbarella, Veronica, Juan Carrasco, Candy Vizcarra, Lucha, Rommy Astro y Juana Carrasco trabajando o acompañadas por representantes del gobierno local. Su aspecto es glamoroso, con las botas hasta la rodilla y de tacones altos, y las polleras mini, que coincidían con las revolucionarias minifaldas de los movimientos de liberación femenina de los años sesenta. Las bailarinas tienen un maquillaje denso y pelucas enormes, a veces coronadas con un sombrero borsalino, el tradicional sombrero hongo tejido por las cholas.

Aruquipa Pérez, que también es intérprete transformista, supo sobre La China Morena cuando, en búsqueda de la propia identidad, se unió a la Familia Galán, un movimiento de varones gays, cross-dressers, dragqueens y personas andróginas de Bolivia, fundado en el año 2000. Miembros de la Familia le hablaron sobre las personas q’iwa que habían llegado antes de él, y el artista se embarcó en un viaje para desenterrar, coleccionar, sistematizar y diseminar la historia LGBTQ+ de Bolivia.

Barbarella’s Kiss cuenta una historia de diversidad de género en la región andina. Acompañando el advenimiento en todo el mundo de movimientos de liberación LGBTQ+ en los años sesenta, la exposición demuestra cómo las bailarinas de género diverso encarnaron La China Morena como modo de participar en ese movimiento local a través de una forma de protesta celebratoria y no violenta. Las fotografías nos ofrecen una vista única de cómo se expresan en esa región las identidades de género no convencionales y son un ejemplo de la memoria queer política en América Latina.

Barbarella’s Kiss at Auto Italia, London, UK, 14 April 2023 — 11 June 2023

Raquel Villar-Pérez es académica, curadora de arte y escritora. Se interesa por los discursos poscoloniales y decoloniales en el arte contemperoráneo y en la literatura del Sur Global sociopolítico. Su investigación se centra en el trabajo de mujeres artistas que abordan nociones de feminismos transnacionales, de justicia social y ambiental, y en las fórmulas experimentales para presentar esas nociones en un contexto de arte contemporáneo.

Traducción: Nicolás Gelormini

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