Memoria

Sidney Amaral: un espejo de la historia afrobrasilera

Con la curaduría de Luciara Ribeiro, la exposición en San Pablo demuestra cómo Sidney Amaral manipula las dimensiones figurativas de la historia, amplificando sus ficciones y enfatizando la agencia y resistencia de sus objetos. Además ofrece un importante reflejo de las paradojas latentes en la sociedad brasilera.

También experta en investigaciones de archivos de la historia del arte, la curadora Luciara Ribeiro hace un uso sutil y profundo de los archivos personales y de los registros de estudios de Sidney Amaral, ofreciendo al visitante de la exposición la posibilidad de recorrerlos y de servirse de ellos para dar sentido(s) a la vasta producción del artista. Los registros de los procesos y los detallados estudios para sus obras tienen un lugar importante en la exposición y no dejan dudas de que la excelencia de Sidney no es fruto del genio –ese mito de la historia del arte occidental– ni de un uso ingenioso de técnicas y referencias –como muchas instituciones tradicionalmente gustan decir del trabajo de artistas negros– sino del rigor y la competencia de un artista que dedicó su vida a la investigación y a la experimentación material y metodológica.

Así como los autorretratos de Sidney superan los límites de la autobiografía para reflejar la dimensión colectiva de la historia, los archivos fotográficos de registros de la vida íntima del artista presentes en la exposición, sus acuarelas de retratos de familiares y la constante alusión en su obra a ambientes y elementos domésticos, indagan en la sutileza de lo cotidiano y de su genealogía familiar, pero también extrapolan esos mismos elementos para hacerse eco de recuerdos, anhelos y destinos colectivos. De este modo, al igual que Sojourner Truth(2), abolicionista, activista por los derechos de las mujeres y ex-esclavizada, que en 1863 posó para un retrato con una pequeña fotografía de su nieto James Caldwell (nacido liberto) sentado en su falda, la imagen de la hija de Sidney, Lisieux Amaral, en su obra, evoca un deseo y una esperanza de libertad que trasciende al individuo.

Y al igual que en la obra de Sidney Amaral, la curaduría de la exposición hace sonar voces múltiples en la celebración y ampliación de su legado. Los seis artistas –Almeida da Silva, George Tales, Marlon Amaro, Mayara Veloso, M0xc4 y Rafaela Kennedy– a los que la galería Almeida e Dale y las plataforma HOA les encargó obras para la exposición, retoman (y extrapolan) la obra de Sidney en sus dimensiones materiales, políticas y históricas y así afirman el lugar de Sidney Amaral que, habiéndonos dejado tan precozmente, se volvió eterno como artista-ancestral. Por su parte, Luciara Ribeiro, que además de curadora posee una importante trayectoria en educación, otorga el merecido lugar destacado a la trayectoria de Sidney como educador a través de los testimonios de sus alumnos en los videos producidos con ocasión de la exposición, y a través de la programación pública, que incluyó una mesa redonda dedicada al legado de Sidney como “profesor-artista”.(3)

Por medio de las obras encargadas, de los textos críticos del catálogo, de los testimonios en video y de las listas de reproducción elaboradas por familiares, amigos y alumnos de Sidney, la muestra no solo reafirma la multiplicidad que refleja a y es reflejada por Sidney sino que también crea un importante archivo histórico para los futuros desdoblamientos críticos de la obra de ese artista que nos ofrece lentes tan potentes para ver la violencia y la melancolía del contexto político brasilero pasado y presente. Sidney Amaral, que entendía bien y denunciaba los trucos y las trampas del racismo de las instituciones y de los archivos artísticos, y que contemplaba en su obra la conjunción de esperanza y contradicción inherente a la tarea de todos los artistas negros, Sidney Amaral, por la grandeza de su legado y su rebeldía contra la tradición histórica brasilera, sigue resonando y permanece.

Sidney Amaral: um espelho na história estuvo abierta en Almeida & Dale Galeria de Arte, San Pablo, del 30 de julio al 24 de septiembre de 2022.

Maysa Martins es historiadora del arte y educadora. Magíster en Historia del Arte de la UNIFESP, doctoranda en Historia del Arte de la University of Texas at Austin y miembro del Center for Latin American Visual Studies (CLAVIS). Maysa se dedica a la investigación de las artes afro-indígenas en Brasil y América Latina y a las prácticas que desafían los límites de la estética y de la historiografía del arte occidental.

Traducción: Nicolás Gelormini

Notas:
1. Saidiya Hartman, “Venus in Two Acts”, Small Axe Journal, 2008.

2. Sojourner Truth seated with photograph of her grandson (Sojourner Truth sentada con foto de su nieto), James Caldwell of Co. H, 54th Massachusetts Infantry Regiment, on her lap. Autoría desconocida. Link para acesso: https://www.loc.gov/resource/ppmsca.52069/

3. La mesa “Lugares de um ‘professor–artista’” contó con la presencia de la investigadora Janaina Machado, del educador Renato Lopes y la moderación de Luciara Ribeiro, curadora de la exposición. Además, la programación pública de la exposición también incluyó la mesa “»Quem falará por nós? Sidney Amaral, um porta voz de si”, con el periodista Nabor Jr. y el profesor y curador Ale Salles.

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