La curadora colombiana quiere averiguar cómo articular desde el arte las relaciones de las personas con los territorios que habitan. Y le plantea una pregunta central a los participantes de la conferencia.
Golfo de San Miguél, Darién, Panamá, cerca de la con Colombia. Cortesía: proyecto Hacia el Litoral.
C& América Latina: ¿Cuál ha sido su recorrido artístico/curatorial y qué temas le interesan como artista/curadora?
Yolanda Chois: Nací en Cali, una ciudad colombiana donde la temperatura oscila entre los 25°C y 30°C, en un ecosistema tropical convertido en zona árida por la industria de la caña de azúcar. Crecí en la Cali de los años noventa: durante la caída de los grandes cárteles de la droga, el auge del paramilitarismo y la llegada del fin de siglo. Es decir, soy de una generación que apenas está comprendiendo lo que significó ver el mundo desde una ciudad sumida en una crisis de la que solo ahora está saliendo poco a poco.
Estudié Artes en la universidad pública de la región, en medio de consignas izquierdistas pasadas de moda. En la década del 2000, la dinámica cultural en Cali indicaba que una estudiante de Artes sólo podría crear desde los márgenes, debido a las crisis institucionales, la corrupción, la falta de recursos, la existencia solo una galería de arte en la Ciudad y al poco movimiento artístico (a pesar de ser una ciudad de más de 2 millones de habitantes). Por eso, los pocos proyectos independientes que existían –Helena Producciones y lugar a dudas– fueron una verdadera escuela para muchos artistas jóvenes.
Tras mis estudios empecé a trabajar en el mundo del arte de forma colectiva y temporal. Yo articulo colectivos, grupos de estudio, artistas y diferentes actores culturales en diversos proyectos. De ahí nació el primer intento de proyecto independiente: Galería La Sultana (2010), realizado con los curadores José Tomás Giraldo y Diana Cuartas. Ya entonces mis intereses giraban en torno a la pregunta: ¿Cómo, desde el arte, se articulan las relaciones de los seres humanos con los territorios que habitamos?
En 2011 decidí emprender un viaje desde Colombia hasta México a través de Centroamérica. Quería acabar con la ignorancia que tenemos los colombianos sobre aquellos países. Sin embargo, en Panamá el consulado de Costa Rica no me otorgó una visa. Por ello me quedé viviendo en Panamá por un año. Y ahí empecé a entender cuán importante es para ese país la migración afroantillana, que construyó el ferrocarril y posteriormente el Canal. También empecé a entender las conexiones entre las regiones de frontera. Ambas cosas fueron fundamentales para los proyectos que hoy en día realizo.
Más tarde nació la plataforma Hacia el Litoral. Acción colectiva (Towards the Coast). Este proyecto es uno de los motivos que me llevaron a la conferencia Ecos del Atlántico Sur. Hacia el Litoral surge de preguntas por las relaciones entre los territorios entre Panamá y Colombia, específicamente la zona que bordea el Océano Pacífico. Estas regiones –conectadas biológicamente pero aisladas geopolíticamente– son territorios principalmente afros e indígenas. Históricamente contienen el relato de la fundación del continente con la llegada de los europeos. Hacia el Litoral invitó a personas provenientes de diferentes disciplinas, tanto en Cali como en Ciudad de Panamá, a realizar de viajes a través de la frontera. El resultado fue una serie de proyectos artísticos que posteriormente me llevaron, ya de forma individual, a trabajar temas de migración y a viajar a Ghana, África, para la residencia artística de la Nubuke Foundation.
C&AL: ¿En qué proyectos artísticos está involucrada actualmente?
YC: Voy nombrar solo tres proyectos actuales. Falling Off to the Periphery / Cayendo a la periferia es un proyecto de Ana Garzón (Colombia), Audu Sallisu (Ghana) y Yolanda Chois (Colombia). A través de radio, charlas abiertas, ensayos y performance quiere generar nuevas lecturas de los fenómenos migratorios contemporáneos, específicamente desde países africanos hacia Europa y América. Por otra parte, Tópicos entre trópicos es un programa que se basa en el triángulo Caribe, Pacífico, Atlántico y quiere tejer relaciones a fin de comprender cómo diferentes pueblos con un pasado enlazado y con problemas actuales muy cercanos, pueden encontrar puntos de convergencia y de acción. Este programa está basado en Cali, Colombia pero convoca artistas, pensadores y músicos de las Antillas del Caribe y algunos países africanos. Se realizará, en un periodo de un mes, un trabajo de base con grupos y comunidades locales. Este programa lo estamos diseñando personas de diferentes instituciones locales: Alejandro Martín (Museo La Tertulia), Ana Garzón (Más Arte Más Acción), Olga Eusse (Banco de la República), Sally Mizrachi (lugar a dudas), Henry Salazar y Fabio Melecio Palacios (Instituto de Bellas Artes, semillero Litoralidades). Finalmente, Carretera al mar es el título de un proyecto que hace parte de El Futuro de la Memoria, un programa muy amplio del Goethe-Institut en diferentes ciudades suramericanas. Cali será la sede del evento de finalización del programa. Desde el Museo La Tertulia se nos ha convocado a artistas y actores culturales de la ciudad para pensar sobre aquel “futuro de la memoria” en la actual situación colombiana de violencia sectorizada contra líderes sociales que están siendo asesinados sistemáticamente.
C&AL: ¿Qué importancia tiene para usted la conferencia Ecos del Atlántico Sur?
Este evento permitirá que personas que nos encontramos envueltas en el trabajo cotidiano de pensar desde nuestras localidades ciertas preguntas, podamos aprender de lo que otros están haciendo, pensando, activando en la misma dirección. Nuestros trabajos individuales corren el riesgo de ser invisibles, dependiendo de los intereses y las limitaciones de las instituciones culturales locales. Por eso, la conferencia es muy relevante: hace visible nuestro trabajo.
Con relación al tema de la conferencia –las relaciones entre África, América y Europa– pienso en el psiquiatra, filósofo y ensayista Frantz Fanon (1925-1961), proveniente de Martinica y la tesis de su obra Máscaras blancas, piel negra. Me refiero a la idea de Fanon de que cada pueblo que ha pasado por un proceso de conquista y dominación, además de tener una huella, un trauma, tendrá que enfrentarse a ellos y desmontar el pensamiento colonial. Nuestras sociedades están ancladas profundamente en esos modelos de pensamiento y cada actor que ha sido parte de esos procesos coloniales tendrá que hacer su propio proceso extenso, casi interminable. Siguiendo a Fanon en el sentido de que cada pueblo debe encargarse de su propio trauma, pienso que, en parte, el trabajo que hacemos desde el arte y la cultura es crear entornos propicios para que los cambios, las rupturas o irrupciones que se estén dando en otros aspectos sean catalizados o potencializados. Por supuesto, no podemos imponer una línea de acción para que un “otro” reconozca su problema, porque escasamente estamos conscientes del propio problema. Así que haría una pregunta más, también en el marco de Ecos del Atlántico Sur: ¿Cómo sostenemos cada uno de nosotros, quienes participamos en la conferencia como instituciones o individuos, las estructuras de pensamiento colonial?
Yolanda Chois estudió Artes visuales y Estética en la Universidad del Valle, Cali, Colombia. Trabaja en la Fundación Almanaque Azul (Panamá) en el área de proyectos culturales y comunitarios y colabora con la Fundación Más Arte Más Acción (Colombia), en el proyecto Territorios. Además apoya prácticas artísticas y la plataforma de comunicación independiente Hacia el Litoral. Acción colectiva (Towards the Coast). Actualmente realiza el proyecto Falling off to the Periphery. Dinamics of Migration en colaboración con las Audu Sallisu (Ghana) y Ana Garzón (Colombia) y diseña el programa Tópicos entre trópicos, una experiencia de intercambio entre el pensamiento del Caribe, el Pacífico y el Atlántico.