Afroindígena

La memoria afroindígena en la obra de Maria Lira Marques

Con más de 40 años de producción, Maria Lira Marques o Lira Marques, 79 años, artista y activista del Vale do Jequitinhonha, estado de Minas Gerais, es reconocida porque en su obra reverberan las tradiciones y los desafíos de su región. Marques utiliza el arte como vehículo para criticar la violencia y pobreza, al mismo tiempo que preserva técnicas ancestrales en sus esculturas de barro y en sus pinturas.

En sus primeras obras, Lira Marques denuncia la violencia y el abandono en la región próxima al río Araçuaí, en el sertón minero, donde ella nació. En la obra arriba, Sin título (1985), como una crónica visual, presenta una plataforma de barro que sostiene figuras antropomórficas que se alzan desde el suelo. Esas figuras establecen relaciones en diferentes direcciones: hacia arriba, suplicando a los cielos con un frasco vacío a los pies; hacia adelante, interpelando al observador con las manos en la tierra; y hacia abajo, donde un cuerpo extendido es observado por otro personaje. Hecha de barro crudo, con una mezcla de cenizas y otros materiales, la obra integra el conjunto de las primeras producciones de la artista que usa las técnicas aprendidas de su madre, Odilia, para crear pesebres.

A partir de su gesto solidario y sacro, Lira Marques inserta en el repertorio de las piezas de fe del Jequitinhonha una oración marcada por la crítica social y racial. Sus esculturas exponen las asperezas de esa vida en los márgenes que vivieron Lira y otros ribereños del río Araçuaí. Obras de la primera fase, como Me ajude a levantar, Desaforo, y Vida triste é a vida da pobreza (probablemente de los años setenta), unen expresiones y técnicas que afirman su pertenencia territorial. La visión de la artista está influida por el movimiento sociocultural del Valle del Jequitinhonha, que lucha contra los estereotipos de miseria propagados por la industria desarrollista.

La máscara de arriba Sin título (1982) presenta líneas fuertes alrededor de la boca y los ojos, y fue requemada, una técnica de coloración común en la región y que remite a saberes antiguos. Los trazos evocan la fisonomía indígena de la región, según Lira menciona en varias entrevistas. A la altura de los ojos hay un punto en el tercer ojo, con un penacho en altorrelieve arriba, que conecta el carácter experimentado (SENIORIDADE) de la expresión humana con el penacho. El color intenso y la composición reflejan el procedimiento arqueológico de Lira, retratando raíces indígenas y africanas. El tercer ojo, símbolo de la conciencia, recupera la memoria de un pueblo cuyas identidades indígenas son fuertemente reprimidas. Las máscaras de Lira Marques, como gesto político, unen técnicas ancestrales, investigación y conocimiento territorial, utilizando diversos tipos de barro y quema con elementos nativos. Esas técnicas y estilos cerámicos indican la antigüedad de la alfarería en el Jequitinhonha.

Después de una situación médica que le impidió trabajar en las esculturas de cerámica, Lira Marques comienza una nueva fase elaborando pinturas y dibujos con tinta de tierra. Los pigmentos son creados por ella en su taller, mezclando tierra, agua y cola. Gran conocedora de las falanges de tierra del sertón, Lira crea una serie de pinturas que culminó recientemente en la colección titulada Meus bichos do sertão, compuesta por figuras que recuerdan animales pintadas en papel o piedras pequeñas. En la imagen de arriba, Sin título (2021) las piedras de cuarzo, típicas de las márgenes del arroyo Calhauzinho – cuyo nombre significa “piedra redonda”– están pintadas con pigmentos naturales.

En la imagen Sin título (2006) la serpiente que muerde la propia cola sigue el contorno de la piedra y evoca la fábula de Ouroboros. El inicio y el fin, así como el medio y la representación son componentes activos de la construcción imaginaria de la obra. La piedra, encontrada a orillas de del arroyo Calhauzinho es más que un simple soporte; las piedras sostienen la serpiente y muchas casas tradicionales de la región. Además de servir como puntales, herramientas de pulir y adornos, las piedras del Caiau figuran en el imaginario local y dan nombre a eventos, localidades y programas de radio. Frecuentemente pensadas como tierra de grava, al utilizarlas como sostén, Lira Marques refuerza los valores de la región, donde esas piedras, muchas veces consideradas sin valor, simbolizan la prosperidad en los lechos de los ríos del Jequitinhonha.

Las tintas naturales se encuentran ampliamente en toda la tradición ceramista del Valle del Jequitinhonha, y Liria perfecciona su empleo en papel, tela y piedras de cuarzo. La serpiente que vuelve a sí misma refuerza uno de los aspectos más ricos, donde se puede advertir mezclada la utilización de técnicas ancestrales con la crítica y la reflexión de los dilemas de la contemporaneidad. Entre mundos, Lira Marques se destaca en esa ventana abierta entre la pertenencia de los pueblos tradicionales del Valle de Jequitinhonha y los avances de la globalización. Como animal experimentado, la obra de Lira singla entre las falanges de la tierra del sertón, evidenciando la importancia del bioma en la construcción de su poética. En un momento en que el Valle del Jequitinhonha es vendido como Valle del Litio, la obra de Lira Marques es para nosotros urgente como una oración, una obra que, desde su inicio, nos ayudó a alzarnos.

Maria Lira Marques, conocida como Lira Marques es artista, intelectual y activista del Valle del Jequitinhonha, reconocida como maestra de saberes tradicionales por la UFVJM.

Maya Quilolo es quilombola, antropóloga, artista e investigadora, fundadora del Atelier Mukambu en el municipio de Araçuaí.

Las fotografías e informaciones se tomaron de entrevistas personas con la artista y del libro: Maria Lira, de Rodrigo Moura, Luciara Ribeiro, Yasmin Abdalla, edición de Marina Dias Teixeira, Yasmin Abdalla; fotos Frei Chico. 1a edición, San Pablo, Act. Editora, 2024.

Traducción: Nicolás Gelormini. 

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